(Chile) BWN: A pesar de la guerra mediática nacional e internacional de uno y otro bando, en esta excepcional zona de Chile no se dimensiona aún lo que, además de ríos embalsados, pronostica el futuro con represas. Un paisaje de extrema naturalidad, en la "frontera del desarrollo", luchando por sobrevivir ante la gran avanzada industrial.
La proyección es, como lo han reconocido algunos expertos, conectar la Patagonia -conocida mundialmente por su importancia económica para el turismo- no sólo a Chile sino a todo el Conosur de América.Para muchos chilenos las represas que Endesa España y Colbún quieren levantar en los ríos Baker y Pascua se ven lejanas. Incluso dentro de la propia Región de Aysén, en Coyhaique (45 mil habitantes), Puerto Aysén (17 mil) y varias de las localidades al norte de Cochrane (2.200), epicentro de los embalses, hay quienes estiman que éstas estarían lo suficientemente lejos como para complicar la tranquila y natural vida que se lleva en pleno centro de la Patagonia.
Nada raro, de todas formas. La solidaridad no es precisamente una de las premisas del modelo económico y de desarrollo vigente en Chile, en que se sustentan estas iniciativas y donde la máxima pareciera ser que cada uno se salva como puede.
Esta especie de despreocupación frente a los impactos de las represas en una zona tan lejana, exótica, se ve favorecida con que gran parte de la opinión crítica de las organizaciones sociales, ambientales y productivas chilenas y extranjeras se ha dirigido fundamentalmente hacia los muros de concreto y los embalses proyectados, y a que Transelec –compañía que realiza los estudios para adjudicarse el negocio del tendido eléctrico por unos U$ 1.500 millones- ha trabajado desde 2006 en completo sigilo. Nadie, de los ciudadanos se entiende, tiene certeza respecto del trazado de las 5 mil torres de alta tensión que sostendrían los cables que inyectarían al SIC en Santiago parte de los 2.750 megawatts proyectados por las represas.
Nadie, excepto las organizaciones técnicas opositoras que trabajan a full cruzando información que permita tener el mapa de los sectores por donde pasaría la franja de 70 metros de ancho que se requiere para la faraónica línea, que sería una de las más largas del mundo en su tipo. Como la Corporación Chileambiente, que ya dio con las zonas que acogerían el cableado. "Mucha gente de la Patagonia, que ha vivido toda su vida en un entorno natural sano, no ha asumido a cabalidad lo que significaría habitar un entorno sitiado por infraestructura eléctrica. Nosotros queremos poner la voz de alerta". Patricio Rodrigo, director de la institución y además secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia Chilena (CDP), puso a su equipo a descubrir lo que se esconde. Y lo logró.
Transelec, controlada por la canadiense Brookfield Asset Management –consorcio financiado en parte por las pensiones de ciudadanos del país del norte, al cual se dirigirá este año parte de la presión opositora-, ha hecho trascender que en mayo de 2008 presentará su proyecto al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, que está elaborando la consultora australiana GHD. Faltando pocos meses, la compañía no ha desarrollado proceso de participación ciudadana anticipada alguno, no se ha sabido de reuniones con la comunidad, es decir, no ha hecho nada que ponga en la agenda pública y, por ende, en tela de juicio su plan original, dejando que las críticas se concentren en Endesa y Colbún. Y a éstas pareciera no importarles mucho, total su propio negocio se calcula en U$ 3.000 millones.
Pero si hay algo de lo que se tiene claridad hoy, es que nada se puede mantener oculto para siempre.
Lo primero es saber que la energía en corriente alterna se transportaría desde las 2 represas del Baker y las 3 del Pascua hasta una subestación conversora ubicada más al norte, en las cercanías de Cochrane, mediante estructuras de entre 35 y 50 metros de altura que requerirían una franja despejada de 30 metros de ancho (posiblemente ampliable al doble por el volumen de energía). Esta inversión sería hecha por las propias generadoras. Desde ese sector, situado a 320 kilómetros al sur de Coyhaique, seguiría su trayecto en corriente continua –bajo la responsabilidad de Transelec- hacia los principales centros de consumo; la Región Metropolitana y las grandes empresas mineras, cruzando a su paso media Patagonia y gran parte de Chile.
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Fuente: BWN Patagonia
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