sábado, 28 de febrero de 2009

Los cinco integrantes de la expedición Polo Sur sin límites culminan su objetivo

Expedición sin límites al Polo Sur

Tres deportistas discapacitados recorren la Antártida durante 12 días


Cuando Jesús Noriega acercó su mano al mástil de madera que simbolizaba su llegada al Polo Sur, lo primero que se le pasó por la cabeza fue: "No puedo llorar porque se me congelarán las lágrimas". En vez de eso, Noriega y sus compañeros de expedición, Eric Villalón y Xavier Valbuena, se pusieron a dar saltos como niños en el emblemático final de su primera misión, aunque de manera un tanto torpe por los esquíes y por los trineos de 60 kilos a los que estaban atados.


Villalón tiene la capacidad de visión reducida a un 5%, Valbuena perdió su pierna derecha en un accidente de moto hace ocho años. Y a Noriega le falta la mano derecha desde que nació.
El planeta termina en el Polo Sur, pero para este grupo, llegar al punto más meridional del mundo era sólo el principio de lo que podría terminar siendo una contribución pionera a la comunidad científica y el trampolín para su asociación, Zero Limits.


Durante más o menos un mes, en enero pasado, la Expedición Polo Sur Sin Límites -en conjunción con la Obra Social de La Caixa y financiada, en parte, por la Generalitat de Catalunya- envió a ese grupo de deportistas discapacitados a conquistar el Polo Sur geográfico, sin ayuda animal ni motorizada, por primera vez en la historia. Después de varios días de viaje y de una parada de cinco días en el campamento base de Punta Arenas, en Chile -debida al mal tiempo-, el grupo y sus dos guías, Ramón Larramendi e Ignacio Oficialdegui, se pusieron por fin en marcha desde la latitud 88,39 sur en la Antártida. Pasaron los 12 días siguientes cruzando el terreno más abrupto del planeta en esquís durante varias horas al día, arrastrando sus provisiones en trineos y montando un campamento cada noche en el hielo.


El objetivo más acuciante para el grupo era llegar al polo superando cualquier obstáculo. Cualquier traba, además de las temperaturas de hasta 40 grados bajo cero y los vientos de 300 kilómetros por hora que arrecian en la inmaculada meseta antártica. Pero lo más importante es que, al hacerlo, querían ser una inspiración para todos aquellos que se enfrentan a sus propias limitaciones, para "demostrar las aptitudes de los discapacitados".


Hasta para los plenamente capacitados físicamente, sobrevivir aunque sea un día en un clima tan inclemente requiere un entrenamiento intenso, preparación y fuerza de voluntad. Durante un año y medio, entre las prácticas de entrenamiento del grupo estaba encerrarse en congeladores industriales para aumentar la resistencia al frío y arrastrar neumáticos por la playa para simular el peso de los trineos.


Valbuena, profesor de biología de enseñanza secundaria, nunca había emprendido algo tan exigente físicamente antes de esta expedición. "Las incertidumbres que tuvimos durante el primer tercio del viaje eran reales", explica. "Hubo momentos en los que dudabas de que fueras a conseguirlo. Antes de irte, todo el mundo te dice que todo va a salir bien. Piensan: 'Ya han hecho todo este trabajo hasta ahora, así que claro que van a llegar al Polo Sur'. Pero cuando estás ahí, no está tan claro".


Las metáforas de la supervivencia del más fuerte podrían parecer una exageración de no ser porque son muy precisas. En el Polo Sur, el agua se congela en segundos. La Antártida tiene una elevación media más alta que cualquier otro continente sobre la Tierra. La altitud, junto con sus extremas latitudes, produce una atmósfera tan ligera que el cuerpo debe someterse a un ajuste extenuante para trabajar con tan poco oxígeno. La hipotermia es un miedo constante y una realidad peligrosa. Cualquier cosa, desde comer y beber hasta montar una tienda, son actividades que se vuelven dolorosamente tediosas. Cualquier material que se cale, inmediatamente se vuelve inservible. El capitán R. F. Scott, el segundo conquistador del Polo Sur de la historia, que falleció junto con su equipo en 1912 en el viaje de vuelta a casa, hizo esta famosa declaración: "¡Dios mío! Este lugar es horrible".


De vuelta a Madrid, con traje y corbata, Noriega, que trabaja en mercadotecnia y admite la dificultad de reajustarse a la vida urbana, asegura que la sensación de riesgo extremo tiene una función unificadora. "Cuando Xavier, en el tercer o cuarto día, se encontraba tan cansado que se sentó en su trineo cuando estábamos montando la tienda y ni siquiera podía mover los brazos, nos dio mucho miedo. Piensas: 'Alguien puede morir aquí si no te das prisa".


En los primeros días de su viaje, las bromas sociables, propias del tiempo libre, se convirtieron en silencio y concentración. "Tienes que trabajar para pasar cada metro. Tienes que alcanzar la marca de una milla al día y terminar cada día. El Polo Sur parecía quedar muy lejos", explica Valbuena. Al principio del viaje, el cansancio dejó a este barcelonés prácticamente incapaz de moverse. Luego, en el viaje de vuelta, el muñón de su pierna derecha se congeló cuando se quitó un momento las cubiertas impermeables de su pierna ortopédica, un aparato que estaba diseñado especialmente para resistir el frío.


Villalón también se enfrentó a sus propios demonios físicos por el camino. Este hombre, un campeón paralímpico que ha ganado nueve medallas en la prueba de esquí, conoce bien los deportes extremos y el frío helador. Sin embargo, una enfermedad de estómago hizo que no pudiera comer durante los tres primeros días del viaje, un verdadero peligro, ya que en la Antártida recomiendan consumir raciones de comida después de cada hora de movimiento para reponer las calorías que quema una persona al mantenerse caliente. Esto terminó debilitándolo más que su discapacidad visual, que Villalón insiste enfáticamente en que no es algo importante.

"El exceso de protección, la compasión del resto de las personas, la autocompasión y la falta de voluntad para convertirnos en todo lo que podemos convertirnos son las mayores discapacidades a las que nos enfrentamos", asegura Villalón, que nació con una deficiencia visual y ve poco más que sombras y colores. "En mi familia, era uno más. Nunca le he dado mucha importancia a la cuestión de la vista", cuenta.


Villalón, Valbuena y Noriega coinciden en que lo que les ayudó a superar los retos fue el trabajo en equipo. Después de un año y medio de entrenamiento, viajes preparatorios a Groenlandia y un contacto constante entre ellos, los tres expedicionarios ya eran un grupo muy unido antes de salir. Para compensar al o a los miembros del equipo si algún día tenía problemas por las condiciones atmosféricas, el peso o sus propias deficiencias físicas, se turnaban para tirar de más kilogramos de peso y aligerar así la carga del otro. Al principio, con Villalón enfermo y Valbuena en su punto físico crítico, no fue fácil. Pero todos están de acuerdo en que ayudarse mutuamente era algo natural. "Muchas personas me preguntaban cómo había sido nuestra relación durante la expedición. Decían: 'Debéis de haberos enfadado'. Pero no pasó nada, no hubo ni un solo incidente", señala Valbuena. Villalón está de acuerdo. "Si había algún problema, ni siquiera tenías que preguntar: '¿Me puedes hacer esto?', porque ya estaba hecho", dice.


Para ellos, conquistar el Polo Sur no era sólo un ejercicio de búsqueda de aventuras, sino una operación científica. Cada día los exploradores recogían muestras del hielo de la Antártida, que luego conservaron y que se están estudiando actualmente en el Instituto de Ciencias Marinas (ICM) de Barcelona, que forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).


Una de las piedras angulares de este proyecto es el famoso biólogo marino Josep María Gili, investigador del ICM, que ayudó a desarrollar el proyecto científico y lo está supervisando. Cuando la directora del proyecto, Montse García, apareció en la oficina de Gili, hace más de un año, difícilmente se esperaba una recepción tan entusiasta como la que le brindó el experto, que ella describe como su ídolo desde que era una estudiante de biología.


Gili cuenta que cuando García se presentó ante él, se dio cuenta de inmediato de la oportunidad que se le presentaba a la comunidad científica. Dadas las condiciones extremas del clima de la Antártida, los científicos suelen evitar ese tipo de riesgos físicos en su recopilación de datos, que es una de las razones por las que se sabe tan poco sobre lo que hay por debajo de la nieve en los polos.


El hecho de que los expedicionarios estuvieran dispuestos a cruzar cientos de kilómetros de la meseta antártica proporcionaba el telón de fondo perfecto para una toma metódica de muestras. Como explica Gili: "Aprovechamos la expedición para estudiar de verdad la Antártida". El grupo se entrenó de forma profesional antes de salir y el CSIC les proporcionó todo el equipo que necesitaban. En el transcurso de los 12 días tomaron muestras de hielo de la superficie, así como a un metro de profundidad, lo que debería representar las condiciones de hace 10 y 12 años y proporcionar una plataforma para realizar estudios de contraste.


Gili cree que los resultados van a ser reveladores. "Los polos son realmente un baremo del funcionamiento del planeta", explica. Los científicos del CSIC buscarán pruebas de contaminación orgánica, así como qué tipo de vida microbiológica podría sobrevivir allí. Gili considera que en la Antártida encontrarán pruebas sólidas de la huella que está dejando el hombre en la Tierra, porque "las zonas frías atraen y conservan los contaminantes". Este investigador opina que el efecto del hombre sobre el medio ambiente se revelará más profundo de lo que se imaginaba hasta ahora y que los esfuerzos del grupo, si los resultados confirman su intuición, subrayarán la necesidad de una investigación más a fondo. "Ya no usamos DDT pero, ¿habrá huellas de DDT allí?", pregunta. "¿En qué medida encontraremos plomo?", añade.


Mientras los expedicionarios estaban cavando zanjas para recopilar las muestras diarias, había muchos biólogos y aventureros en ciernes que seguían su progreso con interés. En el transcurso de los 12 días, la expedición realizó siete llamadas por satélite a clases en Barcelona, que se habían reunido en el Museo Cosmocaixa para seguir su progreso. Dos de las llamadas más emotivas, comenta Valbuena, fueron las que hizo a su clase de biología y a la clase de uno de estos niños.


La colaboración con los colegios constituye uno de los pilares de la asociación del grupo, Zero Limits, ahora que han vuelto a España. García, directora del programa y una de las personas que más enérgicamente han defendido la expedición, explica que el enorme interés y el apoyo que ha suscitado entre la gente joven les ha abierto los ojos. "Ves a niños que miran a estas tres personas con discapacidades sin una pizca de compasión. Dicen: 'Cuando sea mayor, quiero ser como tú".


Afirma García que desde su creación, el propósito de Zero Limits ha sido demostrar a la gente joven que las discapacidades físicas y sensoriales no se traducen en limitaciones y que el Polo Sur era la metáfora perfecta para probarlo. Espolear el interés de los niños por la ciencia era otro de los objetivos. Quizás el proyecto secundario más original de Zero Limits sea la creación de un juego de mesa para las clases que colaboraban, idea de García, que, en cuanto se resuelva el tema de la financiación, podría entrar en la fase de producción.


Con los tres exploradores de vuelta a su trabajo diario en España, queda por ver qué les depara el futuro como grupo. Gili asegura que le gustaría intentar repetir el éxito de la expedición, combinando la aventura extrema y la ciencia. Una idea sería hacer que grupos de deportistas discapacitados lleven medicamentos a partes aisladas del mundo, "quizás a lo más profundo del Amazonas", comenta Gili, un lugar en el que la gran mayoría de los investigadores probablemente tampoco estén muy dispuestos a aventurarse.


A Noriega, que afirma que esta experiencia con la aventura en grupo le ha hecho replantearse sus prioridades, le gustaría convertirse en instructor de buceo para niños discapacitados, "para darles la misma oportunidad que me han brindado a mí".


Naturalmente, todas estas cosas dependerán de la financiación y de los patrocinadores, pero el grupo, como siempre, es optimista. Después de todo, llegaron al Polo Sur. Y, por lo visto, el final de la Tierra podría no ser más que el principio.


El País

Chacón elogia la tarea de los militares españoles en la Antártida

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha manifestado hoy su "reconocimiento, respeto y admiración" por la labor que los militares españoles han venido desempeñando en la Antártida desde hace veinte años.


Chacón ha trasladado este mensaje en una videoconferencia en el Estado Mayor de la Defensa con los mandos de la base española "Gabriel de Castilla" y de los buques de investigación oceanográfica "Hespérides" y "Las Palmas", en la que también ha saludado a los jefes de las otras misiones que España tienen en el exterior.


La ministra ha agradecido, en nombre del Gobierno y de la sociedad española, el "magnífico" trabajo hecho en la Antártida desde 1988, que "ha aportado mucho al peso que España tiene en el mundo" en materia de investigación civil y militar. "A pesar de la distancia, os tenemos muy cerca", ha dicho la ministra en compañía del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), José Julio Rodríguez, después de recordar los 13.000 kilómetros de distancia que separan el polo sur de España.


Chacón ha señalado que durante los veinte años de misión antártica, los dos buques oceanográficos han embarcado a más de 2.000 investigadores de diversas nacionalidades, han recorrido 674.000 millas náuticas -el equivalente a 36 vueltas al mundo- y han permanecido en la mar 6.300 días. Ha hecho hincapié en la "importantísima contribución" hecha en condiciones nada fáciles" para investigar sobre el cambio climático y otras cuestiones relacionadas con el medio ambiente, como la detección de terremotos, la resistencia de materiales o la evolución de los ecosistemas marinos. Aunque ha admitido que "muchas veces se trata de un trabajo desconocido", ha querido valorarlo coincidiendo con el fin de la campaña iniciada a finales del pasado año.


Los mandos del "Hespérides" y del "Las Palmas" han resumido la labor hecha en los últimos meses y los preparativos que realizan estos días para poner punto final a la campaña. El capitán de corbeta Gerardo Rodríguez, al frente de "Las Palmas", ha invitado a la ministra a contar con su presencia a bordo del buque en la próxima campaña para que pueda conocer de forma más cercana su actividad. Este buque será el primero en regresar a España en las próximas semanas y el "Hespérides" lo hará en mayo, después de completar su misión en aguas del Pacífico y del Caribe.

ABC
Ambos buques han prestado apoyo a las dos bases que España tiene en el polo sur, la "Gabriel de Castilla", en la isla Decepción, y la "Juan Carlos I", en la isla Livingston. La campaña antártica es la misión más antigua de las operaciones que las Fuerzas Armadas llevan a cabo en el extranjero. Esta misión forma parte de la cooperación que el Ejército mantiene con el Ministerio de Ciencia e Innovación, que en estos últimos cuatro meses, se ha desarrollado en la base "Gabriel de Castilla" con nueve proyectos científicos con investigadores de varias universidades españolas.

MOP Afirma que Nueva Chaitén Será Una Nueva Entrada a la Patagonia

El ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, informó que el Gobierno espera convertir Nueva Chaitén en una entrada a la Patagonia, y tomarán las medidas pertinentes incluso expropiando terrenos si fuera necesario para materializar la construcción de la ciudad.


El secretario de la cartera afirmó que la idea es hacer un diseño nuevo y que tenga belleza por sí mismo, pensándose como una ciudad atractiva del siglo XXI.El ministro indicó que hay algunas partes de Santa Bárbara que pertenecen al Estado, por lo que el resto del terreno propiedad de privados deberá ser o comprada o lisa y llanamente expropiada, estimando un monto aproximado por hectárea de tres millones de pesos.


Entre las prioridades fijadas por Bitar para la construcción del Nuevo Chaitén, se contemplan la estructura de red del agua potable, la limpieza de la ruta Austral, la protección del puente sobre el Río Blanco y la mantención de la conectividad en la vía donde se emplazará la nueva localidad.


Radio Infinita

Una mirada sobre "el fin de un mundo" reivindica a los aborígenes argentinos

Bajo el título "El fin de un mundo: Los Selk'nam de Tierra del Fuego", una exposición de la antropóloga estadounidense Anne Chapman reivindica a los pueblos originarios argentinos y evoca la sociedad de los Selk'nam, un grupo aborigen de la Patagonia a punto de desaparecer.


A través de las exclusivas imágenes tomadas por el sacerdote y antropólogo Martín Gusinde, uno de los pocos testimonios gráficos que existe sobre la tribu, Chapman hace un recorrido histórico basado en su experiencia personal con los últimos descendientes de esa tribu de Tierra del Fuego (la zona más austral del planeta).


La muestra, abierta al público desde hoy en Buenos Aires, incluye fotos de multitud de rostros de miembros de la tribu así como testimonios del rito de iniciación "hain" y de las diferentes actividades que los Selk'nam llevaban a cabo en su día a día.


ADN.es
En declaraciones a Efe, Chapman lamentó la escasa conciencia aborigen que existe en Argentina y explicó que su objetivo es dar a conocer "la importancia y lo extraordinario de la manera de vivir" de la cultura Selk'nam, que ella tuvo la oportunidad de compartir.
La antropóloga, que ha escrito numerosos artículos y publicaciones sobre la materia, aspira a que los argentinos conozcan a este grupo étnico y se conciencien de cómo ha ido desapareciendo hasta el punto de quedar sólo algún descendiente en el país.
A su juicio, en Argentina se hace mucho hincapié en los orígenes inmigrantes, pero apenas nada en la historia indígena.
Un problema que existe también en otros países de la zona, aunque en menor medida, como en Chile, donde, en su opinión, hay una mayor conciencia sobre los pueblos originarios.
El punto de partida de la exposición es la llegada del hombre blanco a Tierra de Fuego, en el siglo XVI, y sus consecuencias para los Selk'nam hasta su desaparición progresiva, primero con matanzas indiscriminadas de los soldados que buscaban oro en la zona y después con el proceso de "eliminación" que emprendieron los estancieros.
Chapman rescata viejas historias del colectivo, como el llamativo caso del ballenero belga "Maître", que llevó a un grupo de Selk'nam a París para exhibirlos en una jaula mostrándolos como caníbales salvajes durante la celebración del centenario de la Revolución Francesa, en 1889.
La antropóloga destaca también cómo las misiones salesianas, sin proponérselo, contribuyeron al exterminio, ya que muchos miembros de de la tribu murieron debido a enfermedades contagiosas.
Hace un par de décadas eran menos de diez los descendientes de la civilización que todavía vivían en Argentina, pero, tras la muerte de una de las últimas supervivientes, Virginia Choinquitel, que falleció en 1999 a los 56 años, el número se reduce hasta la práctica desaparición.
La muestra presta una especial atención a la ceremonia de iniciación a la tribu, el "hain", que Gusinde pudo presenciar en 1923 y que supone un auténtico vestigio histórico porque la práctica se dejó de realizar a principios de los años cuarenta.
Una de las protagonistas de la exposición es Lola Kiepja, última chamán de la tribu, con la que Chapman tuvo la oportunidad de convivir durante varios meses; precisamente el año de la muerte de Kiepja, 1966, pone fin al período histórico que se recoge, por entender que con ella murieron los últimos restos de la cultura Selk'nam.
Acompaña a las fotografías un documental que permite a los asistentes apreciar de una forma más dinámica la esencia de la cultura y la vida de los Selk'nam, que como muchas otras tribus indígenas se ha ido apagando hasta desaparecer.

Presentaron Proyecto de Desarrollo Rural Patagonia

27/02/09 Esta mañana en el Ministerio de Producción presentaron el programa dirigido a reducir las condiciones de vulnerabilidad económica y ambiental de la población rural de bajos recursos de las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz.


En la oportunidad estuvieron presentes el secretario de Producción, Daniel Lavayén, Gustavo Parraviccini, coordinador de Proderpa, y Paolo Silveri, gerente de Programas para America Latina del Fondo Internaciones de Desarrollo Agricola.


El Proyecto de Desarrollo Rural Patagonia está basado en un enfoque territorial y actúa descentralizadamente, con respuestas oportunas y diferenciadas para cada microregión seleccionada.


Este programa depende de la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, y recibe asistencia financiera del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, además de contar con contrapartidas nacionales y provinciales.


También cuenta con una coordinación nacional de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, que cumple funciones normativas, metodológicas y con coordinaciones provinciales que implementan las acciones en terreno.


Unos de los objetivos del Programa es fortalecer las capacidades organizativas de la población en cuestión en torno a actividades económicas innovadoras orientadas a los mercados.


También prevé transformar las actividades económicas agropecuarias de subsistencia en negocios rurales sustentables.


VyP

viernes, 27 de febrero de 2009

Científicos de EE.UU. en base Artigas de Antártida

La base uruguaya en la Antártida tiene una intensa agenda de visitas, que incluye al profesor Mahlon Kennicutt II, presidente del SCAR (Comité Científico para la Investigación Antártica) y a otros dos científicos estadounidenses.


A ellos se suman la presencia de una delegación de Venezuela, tras un acuerdo firmado por los presidentes Hugo Chávez y Tabaré Vázquez. Venezuela es adherente al Tratado Antártico y busca ser país consultivo, al igual que lo es Uruguay junto a otros 27 países.


También están en la Antártida el comandante de la Armada, Juan Fernández y visitantes de Portugal, España y Paraguay.


La visita de Kennicutt es considerada la más importante del año, dijeron fuentes de la base uruguaya a El País, puesto que el SCAR está integrado por naciones con presencia en la Antártida y regula la investigación científica.


Kennicutt está acompañado de Joe Warren, profesor adjunto de la escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad Estatal de Nueva York, y de Joseph McConnell, especialista en investigaciones sobre el desierto de la Universidad de Nevada.


Los tres científicos viajaron a la Antártida en el marco del acuerdo de cooperación firmado en 2008 entre los gobiernos de Estados Unidos y Uruguay.


Cada uno de ellos profundiza en temas de su interés -fundamentalmente en la zona de la península antártica- y coinciden en conocer mejor las investigaciones que lleva adelante el Instituto Antártico, el funcionamiento de las instalaciones uruguayas y las posibilidades de cooperación.


Kennicutt dijo a El País que lo importante es mantener el Tratado Antártico, que protege de conflictos el continente y que los países colaboren en la buena gestión. Añadió que la zona de la península es la que está sufriendo mucha presión, entre otras razones por la mayor presencia de turistas.


McConell sostuvo que el ser humano causó gran impacto en el habitad antártico, que se refleja por ejemplo en el cambio climático y en el agujero de ozono.


Kennicutt no es contrario a que otros países que no son miembros consultivos del Tratado Antártico realicen investigaciones, pero su preocupación es una mayor presencia humano y de bases duplicando tareas que otros realizan.


Mirando al futuro, los tres científicos coincidieron en que lo fundamental es reducir al mínimo el impacto humano, y que las palabras clave para ello son cooperar y compartir.
Mahlon Kennicutt II.


El País Digital

Expedición venezolana desarrollará 20 proyectos antárticos

Estarán orientados fundamentalmente a la lucha contra el cambio climático y la protección ambiental


Un millón de bolívares fuertes como inversión inicial y el desplazamiento de dos campañas -una aérea con 21 expedicionarios por avión y otra marítima con 7 tripulantes por barco-, son características que distinguen a la segunda expedición científica venezolana a la Antártida, denominada Proantar 2009, que en el marco del Programa Antártico Venezolano tiene previsto desarrollar este año una cartera de 20 proyectos.


Así lo informó Gustavo Malavé, coordinador de la Comisión Antártica por parte del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología Y cuya sede administrativa funciona desde ahora en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), uno de sus organismos integrantes.
Malavé explicó que de esa veintena de proyectos, 18 corresponden a investigaciones científicas en Ciencias de la Vida (8), Geociencias (7) y Ciencias Físicas (3), grupos temáticos establecidos por el Comité Científico sobre Investigación Antártica (SCAR por sus siglas en inglés); las dos propuestas restantes se enfocan en áreas diferentes a la científica, como lo son Logística y Educación y Divulgación. La primera (Logística), en colaboración con la Armada Nacional Bolivariana, levantará información clave para la futura instalación de una base propia o compartida en el continente antártico; la segunda (Educación y Divulgación), en conjunto con el Ministerio del Poder Popular para la Cultura a través de la Fundación La Villa del Cine, hará registro fotográfico y fílmico de la expedición, con el fin de explicarle a la colectividad la importancia de regresar a la Antártida y realizar dichas investigaciones.

Los proyectos fueron seleccionados siguiendo un conjunto de parámetros establecidos por el equipo de trabajo. "Debían tratarse de proyectos de investigación y desarrollo que incluyeran componentes de transferencia de conocimiento, formación de personal y divulgación" dijo Malavé. La idea, además, es trabajar en red, articular las investigaciones y evitar los paralelismos.

La mayoría de los proyectos de investigación está dirigida fundamentalmente a cambio climático y protección ambiental. A diferencia del Polo Norte -donde sólo hay hielo-, la Antártida es un continente, es decir, una vasta extensión de tierra, "que su área esté cubierta de hielo es otra cosa, pero hay un continente emergido donde existe el 80% del agua dulce del planeta y otras riquezas que queremos preservar con nuestras investigaciones" explicó Malavé. Los primeros resultados de esta experiencia serán anunciados en agosto.

Quince días en hielo

La campaña aérea de la segunda expedición científica venezolana al continente blanco partió el pasado 2 de febrero a la base uruguaya Artigas, ubicada en la Isla Rey Jorge -conocida también como 25 de Mayo- de la República Oriental del Uruguay, y regresó al país el 18 de febrero. La campaña marítima zarpó de Venezuela el 26 de enero y volverá el próximo mes de marzo.

Estos 28 funcionarios (21 por avión y 7 por barco) representan a diversas instituciones del Estado, a saber: Universidad Simón Bolívar (USB), Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Oriente (UDO), PDVSA-Intevep, Instituto Nacional de Geología y Minería (Ingeomin), Fundación Instituto de Ingeniería, Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), Universidad del Zulia (LUZ), Universidad Marítima del Caribe, Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Ezequiel Zamora (Unellez), Armada Nacional Bolivariana, Aviación Militar Nacional Bolivariana, Fundación Villa del Cine, Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores e Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

Por el IVIC participaron 7 personas, de las cuales 5 estuvieron en la campaña aérea, 1 en calidad de observador en una expedición con Ecuador y 1 en una misión con Brasil. De esta forma, el Programa Antártico Venezolano 2009 busca reforzar la integración latinoamericana, el intercambio científico-tecnológico con los países con tradición antártica y la inclusión de Venezuela al Sistema del Tratado Antártico (estatuto por el cual se rigen las investigaciones en la Antártida) como miembro consultivo, es decir, con voz y voto en las reuniones. Como se recordará, nuestro país es miembro no consultivo del Tratado Antártico desde 1999.

Adicionalmente, la Comisión Presidencial Antártida evalúa la posibilidad de crear el Instituto Venezolano de las Ciencias del Mar y Estudios Antárticos, debido a la "analogía tan perfecta que existe entre las actividades marinas que se realizan en Venezuela y la Antártida. Éste serviría de enlace entre el Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos -como ente rector en la materia- y la parte científica. Por un lado, estamos trabajando con el Programa Antártico Venezolano, pero ya tenemos que empezar a trabajar con el Programa Marino Venezolano" añadió Malavé.

El Nacional

Plantean nueva hipótesis sobre formación de hielo antártico

Washington, 26 feb (PL) La masa de hielo antártica se formó por una disminución de los gases de dióxido de carbono en la atmósfera hace 33,5 millones de años, transformación que enfrió la temperatura terrestre, divulgó la revista Science.


Según investigadores de la Universidad de Yale, durante la transición climática que llevó a la congelación de la Antártida, la temperatura de la superficie oceánica descendió entre cinco y 10 grados en ambos hemisferios.


La disminución sustancial de las temperaturas en altas latitudes de ambos polos sugiere que hubo una reducción de los niveles de dióxido de carbono, más que a un cambio localizado de la circulación oceánica.


Tales resultados se apoyan en el cálculo de la temperatura de la superficie marina en ese período prehistórico por el análisis de los sedimentos marinos donde se conservan moléculas de plancton.
Según los científicos, el hielo se formó sobre el polo sur en unos 100 mil años, un cambio brusco en términos geológicos.


El equipo piensa que la expansión del hielo en el polo norte no se produjo de forma paralela a la del antártico.


Prensa Latina

Científicos chilenos celebran Año Polar Internacional

SANTIAGO, 26 feb (Xinhua) -- Científicos chilenos se han unido a colegas de más de 60 países en proyectos de investigación árticos y antárticos para celebrar el Año Polar Internacional, en medio de la preocupación general por el derretimiento de los glaciares.


Investigadores del Instituto Antártico Chileno (INACh) y la Universidad de Magallanes, así como del Instituto del Cambio Climático de la Universidad de Maine, Estados Unidos, y la Universidad Federal de Río Grande do Soul de Brasil reciben apoyo de la Fuerza Aérea chilena para sus trabajos en la Antártida.


El glaciólogo del INACh Ricardo Jaña ha explicado a la prensa que el proyecto denominado CASA (Clima en la Antártida y Sudamérica) aportará conocimientos sobre zonas no monitoreadas para develar la evolución climática en el territorio blanco.


Pese a la confirmación del derretimiento de extensas zonas costeras de la Antártida, los científicos sostenían que al menos las tierras interiores estaban fuera de peligro, pero recientes estudios confirman lo contrario.


Investigaciones del profesor Eric Steig, de la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos, demostraron que el calentamiento del planeta igual avanza por todo el continente blanco.


El científico concluyó que el territorio cubierto por hielos que se extiende al oeste de la península, conocido como Antártida Occidental, ha experimentado un aumento de 0,1 grados celcius por década.


Esa zona, situada más allá de las montañas transantárticas y que tiene una elevación de unos 3.000 metros sobre el nivel del mar, se ha mantenido más fría, pero en promedio la temperatura de todo el continente va en alza.


Por el deshielo, la temperatura en la península antártica ha aumentado 2,5 grados en los últimos 50 años, provocando el derretimiento de áreas costeras. El 90 por ciento del hielo que hay en el mundo se encuentra en la Antártida.


La misión de los científicos chilenos, estadounidenses y brasileños contempla desarrollar mediciones durante vuelos sobre la Península Antártica, a fin de medir, entre otras, la plataforma de hielo flotante de Wilkins, que experimentó el colapso de más de 600 kilómetros cuadrados de superficie.


Estos expertos estudian los efectos del calentamiento global sobre la Antártida chilena con sensores de última generación.


El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas consideró que los océanos podrían subir 59 centímetros este siglo como resultado del aumento de las temperaturas y del derretimiento de hielos, si no se hace algo por reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases que generan el efecto invernadero.


Las respuestas a las interrogantes respecto del cambio climático son uno de los objetivos del proyecto denominado Año Polar Internacional, que movilizó a 10.000 científicos y otras 40.000 personas de 60 países para investigar a fondo los fenómenos que se producen en el Artico y la Antártida, con el empleo de rompehielos, submarinos, aviones y satélites.


Los glaciares están descargando sus aguas en el mar más rápidamente debido a que la capa flotante de hielo que habitualmente los detenía, por lo general de 200 a 300 metros de espesor, se fueron derritiendo. Por ello, el calentamiento de la Antártida occidental es una preocupación real.


La temperatura anual promedio de la península ha aumentado en un grado Fahrenheit (0,56 grados centígrados) desde 1957, pero todavía está en 50 grados Fahrenheit bajo cero (45,6 grados centígrados bajo cero), según un reciente estudio de Eric Steig.


Reportes científicos indican que el mayor glaciar antártico, el Pine Island, se está desplazando 40 por ciento más rápido que en la década del 70, diluyéndose más rápidamente en el océano, y el Glaciar Smith se mueve 83 por ciento más rápido que en 1992.


Todos los glaciares del continente blanco están perdiendo conjuntamente unos 103.000 millones de toneladas por año debido a que el derretimiento es mucho mayor que las nevadas.

Antártida: una escuela de vida

La Antártida es un sitio que encierra muchos misterios y un sinfín de peligros. Investigadores de todo el mundo buscan desde hace tiempo desvelar los secretos encerrados en sus entrañas congeladas. La exploración de su vasta diversidad es el principal desafío de los científicos. Los descubrimientos, avances y también los fracasos son difundidos por los más prestigiosos medios de comunicación. Sin embargo, hay un aspecto poco conocido: las relaciones humanas en el continente blanco.

Birgit Obermüller

El Año Polar Internacional se desarrolla desde mayo del 2007 hasta marzo del 2009. En ese marco se viene estimulando la divulgación de las labores que realizan, en diversas disciplinas, los científicos de más de 60 países.


Además, la Antártida constituye un laboratorio -único en su tipo- para el estudio del cambio climático, sobre todo en las capas polares y la banquisa de la península antártica, y el consecuente aumento del nivel de los mares.

Con temperaturas que, en ocasiones, son inferiores a los 80° bajo cero, y con vientos que muchas veces sobrepasan los 200 km por hora, los expertos asumen el desafío de descifrar y sacar a la luz los aspectos arcanos que encierra el continente blanco. Sin embargo, hay un tema del que mucho no se habla: la convivencia humana de estos hombres y mujeres destacados en las bases antárticas.

PasatiemposBirgit Obermüller es bióloga marina. Actualmente realiza estudios con el equipo del British Antarctic Survey en la base de investigación científica de Rothera, Antártida. Este centro está aislado de todo. En el verano cuenta con más personal y con la visita ocasional de algún que otro ingeniero o piloto de avión de carga. Sin embargo, en los oscuros e inhóspitos meses de invierno sólo permanecen unos pocos investigadores en la base. Birgit, integrante del equipo de buceo marino, investiga la microflora bajo el hielo. Desde Rothera, y a través de un teléfono satelital, Birgit Obermüller cuenta a Radio Nederland Wereldomroep cómo se vive en uno de los lugares más recónditos del planeta. ¿Cuál es su pasatiempo favorito? ¿Ayudan los juegos de mesa como las damas, el ajedrez o el monopolio para vencer la soledad?:

"En honor a la verdad, creo que jugué sólo una vez al monopolio. Lo bueno de estar aquí es que tenemos una gran zona de recreación en la que se puede esquiar, hacer snowboard, escalar o salir con los botes. Sería muy simple encerrarte en tu propia habitación y refugiarte en la computadora y no salir hasta que vuelva a salir el sol."

La mentalidad y la actitud desempeñan un papel protagónico. De todas formas, ello no es óbice para que a veces el ánimo decaiga como la propia Birgit admite:

"Claro que sí, por supuesto que a veces se atraviesa por momentos en los que se llega a decir: Dios mío, cómo me gustaría irme de aquí y ver a mi familia por unas semanas. Pero eso se supera. Afortunadamente hay un equipo de personas que te ayuda a salir de esa situación y te levanta el ánimo."

Códigos de comportamiento

Durante el invierno el equipo se reduce al mínimo: 18 hombres y 4 mujeres. No hay nuevos rostros, no hay posibilidad alguna de abandonar la estación durante la constante noche antártica. Esa situación obliga a manejar otros códigos y modificar el comportamiento. Birgit lo aclara:

"Lo importante aquí es no permitir que una discusión acabe en un conflicto, las cosas hay que tratar de resolverlas lo más pronto posible porque estamos aislados, dependemos unos de otros. Necesitamos llevarnos bien entre nosotros. Desde ya que hay situaciones que te molestan o irritan, pero aprendes a aceptar las cosas tal como son, a ser más tolerante y a ayudar a los demás como si no pasara nada."

La presencia, relativamente reciente, de mujeres en la base ha ejercido una beneficiosa influencia en el comportamiento del grupo. Al respecto Birgit confirma:

"Es bueno que haya mujeres en la base, porque levanta la moral. Ha mejorado mucho la forma de tratarnos unos a otros. A pesar de que algunos tradicionalistas, invernando con nosotros, aseguraban que no se debía permitir la permanencia de mujeres en la Antártida, ahora han cambiado de opinión porque todo el mundo está contento de que haya mujeres en la base. Por supuesto, que si les preguntas a los varones te responderán que podría haber unas cuantas más, pero ¡¿Qué puedo hacer yo al respecto?!"(risas)

En este lugar inhóspito y remoto no faltan las risas. La Dra. Birgit Obermüller volverá en abril de 2009 a su mundo europeo luego de haber pasado dos años en Antártida y de haber vivido una de las experiencias más duras y a la vez más gratificantes de su existencia

Marnie Chesterton y Patricia Karpovich
27-02-2009

Radio Netherland

FACh ayuda en traslado de estadounidense grave en la Antártica

El paciente, John Evans, de 46 años, presentaba un cuadro de apendicitis aguda que requería de una inmediata evacuación hacia Punta Arenas.


PUNTA ARENAS, febrero 27.- Personal de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) colaboró para evacuar desde la base antártica "Palmer", de los Estados Unidos, a un ciudadano en grave estado de salud de ese país y trasladarlo hacia la base chilena "Presidente Eduardo Frei Montalva".


Personal de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) colaboró para evacuar desde la base antártica "Palmer", de los Estados Unidos, a un ciudadano en grave estado de salud de ese país y trasladarlo hacia la base chilena "Presidente Eduardo Frei Montalva".


El paciente, John Evans, de 46 años, presentaba un cuadro de apendicitis aguda que requería de una inmediata evacuación hacia Punta Arenas.


El operativo se inició a las 07:20 horas de hoy viernes, cuando un avión Twin Otter del Grupo de Exploración Antártica Nº19 se trasladó hacia la base Palmer, ubicada en la Isla Anvers, a 372 kilómetros al sur de la base Frei, para rescatar al paciente.


La rápida reacción de las tripulaciones permitió que a las 11:15 horas la aeronave aterrizara en la pista Teniente Rodolfo Marsh, con el ciudadano a bordo, quien de inmediato fue atendido por personal de la FACh, para luego ser derivado en un avión dispuesto por la Empresa Aérea Regional DAP, hacia la ciudad de Punta Arenas.


Fuente: UPI

miércoles, 25 de febrero de 2009

La Antártida esconde una cordillera del tamaño de los Alpes


Mapa del lugar en el que se ubica la 'cordillera Gamburtsev'
- BRITISH ANTARCTIC SURVEY

Se derriten rápidamente los glaciares de la Antártida

Se derriten rápidamente los glaciares de la Antártida

Los glaciares de la Antártida se están derritiendo más rápidamente y en una superficie mucho mayor que lo que se suponía, dijeron varios científicos el miércoles. La situación podría causar un aumento sin precedentes en el nivel del mar.


Los glaciares de la Antártida se están derritiendo más rápidamente y en una superficie mucho mayor que lo que se suponía, dijeron varios científicos el miércoles. La situación podría causar un aumento sin precedentes en el nivel del mar.


Un informe de miles de científicos para el Año Polar Internacional 2007-2008 concluyó que el sector occidental del continente se está calentando, y no solamente la península antártica.
Anteriormente se suponía que la mayor parte del calentamiento ocurría en la estrecha península que apunta a Sudamérica, dijo Colin Summerhayes, director ejecutivo del Comité Científico sobre Investigación Antártica y miembro del comité del Año Polar Internacional. Pero los datos de los satélites y las estaciones meteorológicas automáticas indican otra cosa.


"El calentamiento que vemos en la península se extiende totalmente hasta lo que se denomina Antártida occidental", dijo Summerhayes a la Associated Press. "Es inusual e inesperado".
Para el Año Polar Internacional, científicos de más de 60 países han efectuado intensas investigaciones árticas y antárticas en las dos últimas estaciones veraniegas: en el hielo y el mar y con vigilancia mediante rompehielos, submarinos y satélites.


El mayor glaciar antártico, el Pine Island, se está desplazando un 40% más rápido que en la década del 70, diluyéndose más rápidamente en el océano, agregó. Y dijo que el Glaciar Smith, también en Antártida occidental, se mueve 83% más rápido que en 1992.


Todos los glaciares de la zona están perdiendo conjuntamente unos 103.000 millones de toneladas por año debido a que el derretimiento es mucho mayor que las nevadas, explicó.
"Eso equivale a la pérdida de masa de toda la capa de hielo de Groenlandia", agregó Summerhayes, y dijo que la descarga de agua de los glaciares contribuía significativamente al aumento en los niveles del mar. "No sabíamos que avanzaba tan rápido".


Los glaciares están descargando sus aguas en el mar más rápidamente debido a que la capa flotante de hielo que habitualmente los detenía _por lo general de 200 a 300 metros (650 a 980 pies) de espesor_ se está derritiendo.


El calentamiento de la Antártida occidental es una preocupación real.

"Algunos temen que éstos sean los primeros signos de un colapso inminente de la capa de hielo de la Antártida occidental", dijo Summerhayes.


La temperatura anual promedio de la Antártida ha aumentado en 1 grado Fahrenheit (0,56 grado centígrado) desde 1957, pero todavía está en 50 grados Fahrenheit bajo cero (45,6 grados centígrados bajo cero), según un reciente estudio de Eric Steig, de la Universidad de Washington.
Summerhayes dijo que los niveles del mar subirán más rápidamente que lo pronosticado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, un grupo establecido por las Naciones Unidas.


Un informe del Panel en el 2007 pronosticó un aumento en el nivel del mar de 18 a 58 centímetros (7 a 23 pulgadas) para fines de siglo, lo que inundaría las zonas bajas y desplazaría a millones de personas. El grupo dijo que otro aumento de 10 a 20 centímetros (3,9 a 7,8 pulgadas) era posible si continúa el reciente y sorprendente derretimiento de la capa de hielo polar.


Prodigy msn México

El hielo se va, los turistas vienen

Carlos Duarte, jefe científico del proyecto ATOS, que estos días relata para ABC la campaña a bordo del Hespérides, analiza hoy el inminente colapso de la plataforma Wilkins y narra la ayuda que tuvieron que prestar a un buque turístico varado

El buque de turismo polar Ocean Nova varado en las rocas en la Bahía Margarita, Península Antártica



CARLOS M. DUARTE

18 de Febrero de 2009. Por fin pudimos volar a la Isla del Rey Jorge, en la Antártida, donde el buque Las Palmas, de la Armada Española, nos recogió y nos llevó, en inmejorable compañía, al encuentro del Hespérides, que abordamos hacia las 3 de la madrugada en las proximidades de la Isla Decepción.


Tras ser recibidos a bordo por mis amigos Jordi Dachs, Jefe Científico de la expedición ATOS-2, y el Capitán de Fragata Pedro Luis de la Puente, Comandante del Hespérides, nos incorporamos al ritmo de la expedición que se dirigió al Sur, acompañado por buena mar y tiempo razonable, por aguas del Mar de Belinghausen, bordeando la costa occidental de la Península Antártica.
Esperábamos encontrar el frente de la banquisa de hielo, hielo de origen marino formado por congelación de agua de mar, hacia 65º S donde estaba hace tan solo dos semanas, pero las imágenes de satélites que recibíamos indicaban que el frente de hielo había retrocedido hasta el paralelo 70 º S. Esto significa que en dos semanas se han fundido más de 500 kilómetros lineales de frente de hielo, lo que corroboraban las altas temperaturas, de casi 4 ºC, inusuales para esta latitud, y la baja salinidad, de 33.4 por mil que indicaban la presencia de aguas de deshielo, de las aguas del Belinghausen.


Las imágenes de satélite revelaban algo más, la desaparición de la banquisa permitía la salida de los cientos de icebergs en los que se había fragmentado parte de la Placa Wilkins, surcada por grietas desde hacía semanas, evento del que se hacía eco este diario (ABC, 18/2/09). La vertiginosa desaparición de la banquisa y la navegación por estas aguas surcadas de enormes icebergs sobrecogían. La fuerte mar que se levantó al segundo día de trabajo en esta zona nos obligó a abandonarla por el peligro de las colisiones de los hielos contra el casco.

Nuestro plan de campaña se vio bruscamente alterado por la llamada de socorro del buque de turistas Ocean Nova, varado en la Bahía Margarita, junto a la base antártica argentina San Martín. Como buque más próximo al siniestro, el Hespérides navegó al encuentro del Ocean Nova. Su situación, muy encajonado en las rocas y con icebergs cerrando la salida y las malas condiciones de la mar impidieron el rescate, así que nos mantuvimos a la espera de poder asistir al persona embarcado y ayudar al rescate del buque.


Afortunadamente, el tiempo mejoró y el video submarino realizado por el Segundo Comandante del Hespérides, Capitán de Corbeta Jose Luis Barón Touriño, entusiasta buceador antártico, resolvió la forma de salir de la varada, liberándose el buque al fin de la tarde. En el puente del Hespérides aún esperan la llamada del Ocean Nova a dar las gracias...


El turismo antártico, un sector elitista, está creciendo de manera casi incontrolada. Los ricachones que pagan precios desorbitados por navegar por la Antártida exigen aventuras en proporción a lo pagado, forzando que los buques asuman riesgos que desencadenan episodios como el del Ocean Nova. Los rescates de buques de turistas vienen siendo ya ingredientes habituales en la investigación antártica. Es en esos momentos cuando más me alegro de estar a bordo del Hespérides, que además de un buque muy bien equipado para la investigación oceanográfica es un buque cuya seguridad está garantizada por la profesionalidad de su dotación y los depurados protocolos de actuación de la Armada Española.


En este nuevo reencuentro hallé al buque Hespérides, castigado con largas navegaciones en aguas difíciles, en un magnífico estado. Su comandante actual el Capitán de Fragata Pedro Luis de la Puente, cuyo mando concluye este verano, merece una felicitación de todos -el Hespérides es de todos los españoles- por el excelente estado en el que lo dejará a su relevo. En Bahía Margarita, Península Antártica (68° 08.62´ Sur, 67° 06.86´ Oeste).

ABC

Investigarán ictiosaurios en la Patagonia


Marcelo Leppe, a cargo del proyecto que tiene como principal finalidad rescatar fósiles estos animales prehistóricos, informó en una conferencia que la iniciativa se realizará en conjunto con la Deutsche Forschungsgemeinschaft, el Instituto Antártico Chileno, la Universidad de Heidelberg, el Museo de Historia Natural de Karlsruhe y la Corporación Nacional Forestal (Conaf).


Los ictiosaurios o grandes reptiles marinos, se extingieron unos 25 millones de años antes que los dinosaurios, y por ello la importancia de conservarlos. El principal ejecutor de esta idea, Marcelo Leppe, comentó a Pingüino Radio que el análisis de estos animales en Torres del Paine, específicamente en el Lago Tyndall, busca también estudiar su taxonomía, es decir, de dónde proviene este ser antiguo.


Leppe manifestó también que los fósiles, que serán enviados al extranjero para su investigación , volverían a Chile al cabo de 2 años y podrían ser recibidos en Torres del Paine o bien, en el nuevo Museo Antártico.
El Pinguino

martes, 24 de febrero de 2009

¿Se ha inventado el CSIC el desprendimiento de hielo en la Antártida?

¿Cómo puede ser que varios científicos que disponen de satélites no puedan medir una placa de hielo desprendida de la Antártida o ponerse de acuerdo en si la placa existe o no? ¡Peculiaridades de la ciencia!


El desprendimiento de un bloque de hielo equivalente a dos Euskadis, una provincia de Sevilla o el archipiélago de Hawai en la Antártida que anunció el CSIC el día 17 y apareció en todas las telelvisiones, radios, periódicos de papel y digitales ES MENTIRA según varios científicos alemanes y chilenos.


Tal como cuentan la prensa iberoamericana y algunas páginas en inglés, varios científicos alemanes y chilenos han comprobado que no se produjo ese desprendimiento achacado -¡cómo no!- al calentamiento global.


Aquí hay varias informaciones al respecto: La Jornada, de México, El Comercio, de Perú, Venezolana de Televisión...


Reproduzco la información del periódico chileno La Tercera, publicada el miércoles 18:
Varios investigadores alemanes aseguraron hoy que los satélites colocados en la Antártida no han detectado pruebas del desprendimiento de un bloque de hielo de 14.000 kilómetros cuadrados de la plataforma Wilkins, como aseguró el martes el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC).


Ni en las imágenes del satélite alemán Terrasar, ni en las del europeo Envisat pueden verse ningún desprendimiento en la plataforma Wilkins, en la Antártida, subrayó la experta Angelika Humbert, de la Universidad alemana de Münster.


"No puede saberse todavía cuando se romperá", agregó por otra parte. Según sus estimaciones, cuando se produzca la descomposición, el bloque de hielo desprendido podría ser de entre 500 y 3.800 kilómetros cuadrados.


Tampoco el profesor Heinrich Miller, del Instituto Alfred-Wegener de Bremerhaven, en el norte del país, cree que se haya producido el desprendimiento del que alertan los expertos del CSIC.
"Según mi valoración de las imágenes de los satélites, desde hace un año, unos 2.500 metros cuadrados se encuentran en proceso de deshielo", dijo.


Tampoco la organización ecologista Greenpeace ha detectado un empeoramiento dramático en la plataforma Wilkins.


Una página web en inglés describe así el hallazgo español:


Even the alarmist group Greenpeace said today [día 18] there was no information on the alleged massive event reported by the Spanish in the South Pole. What was larger than Hawaii, in fact, became an embarrassing ice cube.


¡Ni Greenpeace acepta el descubrimiento de los científicos españoles Jordi Dachs y Carlos Duarte.


El CSIC no ha respondido a estas protestas. En su página web sólo está colgada la nota de prensa que desencadenó la sorpresa masiva. Las tres notas de prensa posteriores sólo hablan de la mineralización de los huesos, de un gen que intervienne en la floración de una planta y de una explosión de rayos gamma. Lo único que ha hecho es matizar que en vez de las dos Euskadis fue una provincia de Álava, la séptima parte.


Ayer hablé con el departamento de prensa del CSIC. Me dijeron que ellos transmitían lo que les decian los científicos: "No entramos al trapo de disputas morales y científicas. Estamos al servicio de los investigadores y difundimos lo que nos cuentan". Los profesionales de comunicación insisten en que Jordi Dachs y Carlos Duarte les han dicho que el 25% de la plataforma de Wilkins se ha resquebrajado del resto mientras que el 75% restante muestra grietas.


Los científicos partidarios del calentamiento global y de la teoría de la evolución afirman que ellos se basan en pruebas y en datos irrefutables. ¿Cómo puede ser entonces que el descubrimiento del Hespérides sea discutido de esta manera, en que llega a negarse ¿Alguien miente? ¿Quién y por qué?


Ya sabemos que cuando aparecen datos o informaciones que refutan la creencia en el cambio climático, se ocultan. ¿Es esto lo que está pasando aquí?¿DOS SEMANAS O DOS DÍAS?
En la nota de prensa difundida por el CSIC a los medios de comunicación españoles, y que éstos se han tragado de un bocado sin masticar, hay otor punto sorprendente.


El segundo párrafo contiene esta frase:

El equipo de investigadores del CSIC se encuentra analizando, desde el pasado domingo [día 15], el impacto del colapso sobre el ecosistema del Mar de Belinghausen (al oeste de la península antártica).


Y en el tercer párrafo

El equipo científico, que trabaja en el marco del proyecto ATOS, con el que España cierra su participación en el Año Polar Internacional, ha presenciado asimismo durante estos días cómo el frente de hielo del Mar de Belinghausen retrocedía (se fundía) 550 kilómetros en dos semanas.


Si el martes 17, el Hespérides llevaba dos días junto a la plataforma Wilkins, que se encuentra en el Mar de Belinghausen, ¿cómo es que había visto el retroceso del frente de hielo del Mar de Belinghausen en las dos últimas semanas? ¿Se trata de un error de redacción o...?
CODA: El cambio climático como refugio de los tontos y los sinvergüenzas:


(...) cuando terminó la primera reunión en Moncloa entre el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y los principales banqueros del país. Por aquello de coordinar medidas ante la crisis, ZP se despidió de sus invitados con una frase para el futuro: la crisis -vino a decir-, no es para tanto, "lo verdaderamente importante es el cambio climático, porque nos afecta a todos".


Periodista Digital

Satélite que debía medir el CO2 cayó cerca de la Antártica

La nave "no alcanzó su órbita y probablemente cayó en el océano Pacífico cerca de la Antártica", indicó por su parte John Brunschwyler, director de programa del Taurus XL


WASHINGTON, febrero 24.- El satélite "Observatorio Orbitador del Carbono" (OCO), lanzado hoy desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea de EEUU en California, cayó en el océano Pacífico cerca de la Antártica, después de un fallo en su cohete portador Taurus, informó hoy la NASA.


"Los revestimientos de protección que envolvían al satélite como las dos conchas de una almeja no se separaron apropiadamente y eso, aparentemente, causó el fallo de la misión", dijo en una rueda de prensa Chuck Dovale, director de lanzamientos de la NASA.


La nave "no alcanzó su órbita y probablemente cayó en el océano Pacífico cerca de la Antártica", indicó por su parte John Brunschwyler, director de programa del Taurus XL.


Los expertos de la NASA explicaron que el fallo en el cohete portador se produjo a los tres minutos del despegue, que tuvo lugar a las 09.55 GMT.Brunschwyler reconoció que éste es un "enorme revés" para la comunidad científica.


El OCO, resultado de casi una década de diseño, desarrollo y construcción y que costó 274,3 millones de dóalres, debía haber alcanzado una órbita casi polar sincrónica del Sol a unos 705 kilómetros de la Tierra, para recolectar mediciones globales precisas de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.


Los científicos debían usar esa información para mejorar la comprensión de los procesos naturales y las actividades humanas que regulan la abundancia y distribución de este gas que contribuye al calentamiento atmosférico global.


Fuente: EFE

La Antártida esconde unos Alpes bajo el hielo

Un investigador extrae hielo en la base científica de Noruega en la Antártida. Efe
También han encontrado lagos de agua líquida a 4.000 metros bajo el hielo


Una cordillera de montañas escarpadas al estilo de los Alpes ha sido cartografiada bajo el casquete helado de la Antártida, dando pistas acerca de del continente y de cómo podría afectar a la subida del nivel del mar la fusión de una parte del hielo que guarda.


Usando sensores de radar y gravedad, un equipo internacional de investigadores ha realizado el primer mapa detallado de las montañas subglaciares de Gamburtsev, originalmente detectadas por científicos rusos hace 50 años en el corazón de la parte oriental del casquete polar.


"Lo más sorprendente no es sólo que la cordillera tenga una extensión del tamaño de loa Alpes, sino sobre todo que tenga un aspecto muy similar al de las altas montañas del corazón de Europa, con picos elevados y valles profundos", dice Fausto Ferraccioli, un geofísico del British Antarctic Survey que participa en la investigación.


El experto cree que las montañas habrían sido erosionadas y prácticamente reducidas a una zona plana si el hielo antártico se hubiera formado de una forma lenta, pues éste habría tenido tiempo de morder la roca. Sin embargo, la presencia de picos afilados indica que el hielo se formó rápidamente, sumergiendo el paisaje bajo un manto de cuatro kilómetros de espesor de agua helada.


Ferraccioli cre que los mapas que su equipo acaba de finalizar son "la primera página de un nuevo libro", que en último término puede ayudar a predecir cómo van a reaccionar los glaciares del Polo Sur ante el cambio climático.


El continente antártico, que tiene una superficie terrestre mayor que Estados Unidos, ha estado cubierto por hielo durante al menos 35 millones de años y contiene suficiente agua en forma de hielo como para elevar el nivel de todos los mares de la Tierra 57 metros si alguna vez llegara todo a derretirse. Tal cantidad de hielo supone que incluso el derretimiento de una pequeña fracción implicaría graves afecciones a las costas de todo el planeta.


Lagos bajo el hielo

"Aunque tenemos un conocimiento básico de cómo funcionan los casquetes helados, es difícil diseñar cualquier tipo de modelo predictivo que calque plenamente la realidad", añade Ferraccioli. El IPCC (Panel Intergubernamental de la ONU para el Cambio Climático) considera que la emisión de gases de efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles, traerá más olas de calor, inundaciones y sequías y provocará una subida del nivel del mar.


El equipo de expertos de Australia, Gran Bretaña, Canadá, China, Alemania, Japón y Estados Unidos que ha realizado el mapa detallado de las montañas que yacen bajo el hielo antártico también han hallado agua líquida bajo el hielo. La investigación ha supuesto más de 120.000 kilómetros de vuelo a bordo de un avión equipado con aparatos de medición.


"Las temperaturas de nuestro campamento llegaba a 30 grados bajo cero, pero a tres kilómetros de profundidad bajo nosotros, justo en el fondo del grueso manto de hielo que cubre el continente, nuestros aparatos captaron la presencia de agua líquida en los valles", afirma Robin Bell, del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty Earth Observatory de la Universidad de Columbia. De hecho, muchos lagos de este tipo, llamados 'subglaciales" han sido descubiertos en la Antártida en los últimos año.


Los geólogos saben que las montañas del tipo de los Alpel o el Himalaya se forman por las colisiones entre las placas tectónicas de los continentes. La última vez que la Antártida estuvo expuesta a presiones de este tipo fue hace 500 millones de años. El misterio aquí es que los Alpes sólo tienen 50 o 60 millones de años de antigüedad, mientras que en la Antártida tenemos una cordillera que quizá tenga hasta unos 500 millones de años de antigüedad" pese a lo cual muestra un perfil poco erosianado... bajo el hielo.

El Mundo

lunes, 23 de febrero de 2009

La Antártida en mil pedazos

Los enormes icebergs resultantes del colapso de la placa de Wilkins. efe
Científicos españoles en el Polo Sur ven desprenderse 14.000 kilómetros cuadrados de hielo de la placa Wilkins


Madrid / Oviedo, Agencias / Ch. N.

En los últimos cincuenta años, la península antártica ha experimentado el mayor aumento de temperatura registrado en el planeta: 0,5 grados centígrados por década, y el mundo científico ha ido viendo desgajarse inmensos bloques de hielo. En la zona más afectada, la plataforma Wilkins, al suroeste de la Antártida, el deshielo empezó a detectarse hace un año, con placas de 400 a 1.300 kilómetros cuadrados, desgajándose en miles de icebergs. Ayer, científicos españoles presenciaron un nuevo hito, un sector de 14.000 kilómetros cuadrados, un cincuenta por ciento más que la superficie de Asturias, que se fragmentó en dicha zona como consecuencia del calentamiento global.


Así lo explicó ayer el equipo de investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas que a bordo del buque de investigación oceanográfica «Hespérides» analiza en la placa Wilkins el impacto del colapso sobre el ecosistema del mar de Belinghausen.


El equipo científico, con el que España cierra su participación en el año polar internacional, ha presenciado también durante estos días cómo el frente de hielo del mar de Belinghausen retrocedía 550 kilómetros en dos semanas. Un espectáculo de dimensiones titánicas ante el que Carlos Duarte, uno de los coordinadores del proyecto en el que se enmarca esta expedición, se expresaba de forma dramática: «El año polar internacional que ahora se cierra, en marzo, ha visto, lamentablemente, la mayor pérdida de hielo documentada hasta el momento, tanto en el Ártico, donde se perdió una importantísima cantidad de hielo en 2007, como en la Antártida, donde estamos asistiendo a una pérdida dramática de hielo». «Todos los que hemos compartido estas experiencias, científicos y dotación de la Armada, estamos fuertemente impactados por lo que hemos visto en estos dos años».


Las consecuencias de este monumental deshielo se notarán en todo el planeta. Los rayos solares afectarán más al globo, incrementando así el calentamiento global, y el nivel del mar aumentará al fundirse los bloques desgajados. Aunque los icebergs resultantes del colapso de la placa de 14.000 kilómetros sólo se notarán en unos pocos milímetros en las costas de todo el planeta, el deshielo de la Antártida podría inundar Nueva York. Desde otro punto de vista, estos bloques estimulan el plancton y la vida animal en la Antártida.


La Nueva España

Nueva estación científica alemana en la Antártida

BERLIN (AFP). Una nueva estación científica alemana, “Neumayer III”, que servirá para investigaciones sobre el clima, será inaugurada el viernes en la Antártida, anunció el miércoles el Instituto Alfred-Wegener de investigación en los polos y en los mares (AWI).







La estación servirá durante “los próximos 25 ó 30 años”, indicó a la AFP el director logístico de AWI, Hartwing Gernandt.


Instalada a una altura de seis metros sobre la superficie de la Antártida, “Neumayer III” reposa sobre un sistema de pilotes hidráulicos que subirán progresivamente para compensar la acumulación de nieve.


La nueva estación está situada en la Tierra de la Reina Maud, a más de 4.200 km al sur de El Cabo (Sudáfrica) y a algunos kilómetros de sus predecesoras, la estación Georg von Neumayer, bautizada en 1981 con el nombre de un explorador polar y científico alemán, y Neumayer II (1992).


Contrariamente a éstas, la nueva estación, que derivará aproximadamente unos 157 metros por año, no dejará residuos en el hielo después de su explotación.


La AWI, basada en Bremerhaven (norte de Alemania), realiza investigaciones sobre el clima, la evolución de la capa de ozono y la composición química de la atmósfera.


abcdigital

La Argentina profundizará su presencia en la Antártida

La iniciativa oficial implica la reconstrucción de la base Jubany, la renovación del sistema de comunicación en las bases y la contratación de especialistas. Hoy el acto oficial, en Cancillería


El Gobierno planea reconstruir la base Jubany, renovar el sistema de comunicación entre las bases antárticas y contratar más científicos para profundizar la presencia argentina en la Antártida, en el marco del 105 aniversario del desembarco nacional en ese continente celebrado este domingo.


Los proyectos nacionales serán anunciados hoy por el canciller Jorge Taiana en un acto oficial para conmemorar el Día de la Antártida Argentina, que se cumplió este domingo, en la sede de la Cancillería, en el barrio porteño de Retiro.


La ceremonia, que se realizará a las 12, en el auditorio Manuel Belgrano de la Cancillería, contará con la presencia del primer argentino que llegó al Polo Sur por vía terrestre en 1965, el general retirado Jorge Leal, y la ministra de Defensa, Nilda Garré.


Taiana anunciará, en ese marco, los planes nacionales de reconstruir la base Jubany que depende de la Cancillería y la renovación de todo el sistema de comunicaciones de las bases argentinas, con la instalación de antenas, teléfonos satelitales, banda ancha y línea telefónica gratuita.


Además, según fuentes gubernamentales, se prevé la contratación de nuevos científicos y la regularización del resto del plantel de especialistas.


Argentina es uno de los países pioneros en la actividad antártica y tiene presencia permanente e ininterrumpida allí desde hace 105 años.


La bandera argentina fue izada por primera vez en el continente blanco el 22 de febrero de 1904, en la primera base antártica permanente del mundo, en las islas Orcadas del Sur.


Estos hechos consolidaron la presencia nacional en regiones antárticas desde la época de los foqueros criollos, desde 1817.


Infobae.com

Historia de una conquista que comenzó antes de Cristo


Imagen histórica de la colonización argentina

La ley 20.827 -proyecto del diputado nacional Ernesto M. Campos- fijó como celebración el 22 de febrero de cada año como Día de la Antártida Argentina, recordando el acontecimiento producido en la isla Laurie de las Orcadas del Sur el 22 de febrero de 1904 y que, sintéticamente, lo recordamos en sus facetas ya históricas. El continente de frío, nieve, hielo y soledad, según una leyenda fueguina, cuenta que los primeros pobladores de las islas llegaron del "país de los hielos" como 600 años a C; Herodoto hizo una aproximación y el filósofo griego Crates (300 años a C) con su Antípodas tuvo la "primera concepción hipotética de la Antártida y su primera representación cartógrafica". Después, por el Tratado de Tordesillas (1494) las tierras hasta el Polo Sur, en el hemisferio austral, pasan a jurisdicción española y según algunos autores Américo Vespucio (1502) estuvo cerca de los hielos antárticos.


Posteriormente varios veleros y sus capitanes fueron escribiendo e inscribiendo sus nombres y procedencias -nada más que acercamientos- en las tierras del perpetuo silencio: Esteban Gómez, desprendido de la expedición Magallanes (1520); Francisco de Hoces de la similar de Jofré de Loayza (1526); Juan de Villalobos de la expedición Pedro Sarmiento de Gamboa (1580); Pedro Fernández de Quirós (1606); Gregorio Jérez (1756); José de Bustamente (1794) y otros en años sucesivos hasta llegar al 7° Congreso Internacional de Geografía concretado en Berlín en 1899, impulsor de expediciones científicas antárticas a comienzos del siglo XX para lo cual varios países europeos prepararon naves, marinos y científicos con meta hacia el Polo Sur a fin de hurgar en su geología, conocer flora y fauna, meterle números a las temperaturas, profundidades, hielos, nieve, vientos y otros aspectos de la vida antártica. De parte Argentina no tuvo éxito un proyecto del Instituto Geográfico Argentino en 1896 por medio de la corbeta "Uruguay".

El rescate antártico de la expedición sueca del doctor Otto Gustavo Nordenskjöld con la nave "Antarctic" por tripulantes de la corbeta argentina "Uruguay" (construida por Laird Hermanos de Liverpool, Inglaterra), adaptada al viaje antártico, expedición en la que sobresalió el alférez de fragata José María Sobral de 21 años, tuvo mucha repercusión en el país y especialmente en Buenos Aires al arribo de la expedición salvadora. Casi de inmediato el escenario de las Orcadas del Sur aproximadamente a 1200 kilómetros de Tierra del Fuego, una expedición escocesa, -principal actora y motivo de éste aniversario- al mando del doctor William S. Bruce experimentado explorador a bordo del "Scotia" había salido de Edimburgo el 2 de noviembre de 1902, expedición organizada por la Real Sociedad de Geografía de Escocia con propósito de explorar el mar antártico y realizar trabajos científicos: "observaciones magnéticas, meteorológicas, geofísicas, biológicas, etc." complementada con la citada de Nordenskjöld, la inglesa de Scott con el "Discovery", alemana de von Drygalsky con el "Gauss" y la francesa de Charcot, embarcados en "Le Francais".

Bruce, luego de recalar en Malvinas llegó al archipiélago de las Orcadas y fondeó en la bahía de la isla Laurie, bahía que bautizó con el nombre de su velero, isla de 24 kilómetros de largo y ancho muy variable. Decidieron invernar allí, construyendo pequeña casilla de madera llamando al lugar "Omond House". También construyeron otra pequeña casilla de madera "para depósito del instrumental de magnetismo terrestre, además de pequeños abrigos para observaciones meteorológicas instalados en la playa". Así nació el primer observatorio argentino en la Antártida. Producido el deshielo, Bruce viajó con el "Scotia" a Buenos Aires para reaprovisionarse. En "Omond House" quedaron seis hombres a cargo del meteorólogo Robert C. Mossman para proseguir trabajos. Mossman había actuado en su profesión en Edimburgo y en la superintendencia del observatorio de Ben Nevis, Escocia.

La Oficina Meteorológica Argentina -antecesora del actual Servicio Meteorológico Nacional- dependía del ministerio de Agricultura y lo dirigía Gualterio Davis y a él se dirigió Bruce ofreciendo en venta las instalaciones e instrumental de la isla Laurie en cinco mil pesos, poniendo como condición que la venta no se hiciera pública, "figurando como donación hecha por él a nuestro gobierno en retribución por la cooperación que le prestara la armada nacional durante su viaje a Buenos Aires". Davis consideró muy conveniente la oferta y se la trasmitió al subsecretario de Agricultura Dr. Carlos Ibarguren, quién se entusiasmó con la propuesta, mereciendo también la aprobación del ministro Wenceslao Escalante y presidente Roca. Iribarren redactó el decreto de 2 de enero de 1904 (llamativamente no tuvo número), expresando: "Considerando: Que es de alta conveniencia científica y práctica extender a dichas regiones las observaciones que se hacen en la isla de Año Nuevo y en el sur de la República... Artículo 1° -Autorízase al jefe de la oficina Meteorológica Argentina para recibir la instalación ofrecida por el señor William S. Bruce en las Islas Orcadas del Sur, y establecer un nuevo observatorio meteorológico y magnético en las mismas... Roca. Escalante".

Como la "Uruguay", luego del rescate de la expedición Nordenskjöld, se encontraba reparándose y no había otra nave adecuada para el viaje antártico, Bruce ofreció el "Scotia" para trasladar el personal que se designara, siendo ellos: Edgar C. Szmula, empleado de la Meteorológica, Hugo A. Acuña de la División Ganadería -convertido luego en primer estafetero antártico- y Luciano H. Valette de la oficina de Zoología, quiénes trabajarían bajo la dirección de Mossman que había aceptado quedarse en Laurie un año más, lo mismo que el cocinero William Smith.

El 22 de febrero de 1904, hace 105 años, en sencilla ceremonia la bandera escocesa con el león fue reemplazada por la azul y blanca, fecha que luego sería motivo para declarar y celebrar el Día de la Antártida Argentina. Tácitamente fue un reconocimiento británico a la soberanía argentina sobre esos territorios, pese a que después hubo algunos entredichos protocolares. Pero esa es otra historia.

HECTOR PEREZ MORANDO (*)
(*) Periodista. Investigador de historia patagónica.

EcoEncuentro Patagonia 2009

Del 26 de febrero al 3 de marzo

Se trata de una experiencia para compartir puntos de vista y conocimientos que abarcarán diversas disciplinas, todas con las mismas premisas: conciencia de la situación del planeta, del pueblo, y difusión de tecnologías socialmente apropiadas y espiritualidad.


La idea del encuentro es "iluminar un cambio de actitud que nos comprometa a lograr una mejor calidad de vida, vinculando y compartiendo un caudal de saberes útiles en áreas esenciales como la educación, la salud, la vivienda, la alimentación y estilos de vida que vibran en armonía con el desarrollo del planeta, nuestra casa".


Se trata de la Espiritualidad ecológica, "para sentir que estamos espiritualmente vivos y que el mundo es un lugar sagrado", informaron desde la organización, y agregaron que "con reverencia por la vida y por todo lo que hay en el universo. Sanar a la Tierra es la tarea espiritual y material de nuestra época. La tragedia es la extinción de nuestra especie". Bajo la premisa “Nos unimos con una misma intencion y nos dirigimos hacia la accion”, el EcoEncuentro Patagonia 2009 tendrá lugar a partir del próximo jueves con el objetivo de vincular actores sociales en torno a las problemáticas y sus soluciones.


A lo largo de la semana se realizarán proyecciones de videos que amplían la temática y con posterior intercambio de ideas, habrá stands con profesionales y organizaciones idóneas (Salud Espiritual, Plantas Silvestres Comestibles, ONG\'s ambientalistas, Parques Nacionales y Municipales).


Con ésta primera acción del año, los organizadores apuntan a reafirmar que el estilo de vida ciudadano puede mejorar con diversas propuestas que abarcan la construcción, educación, medicina, cocina, consumo, producción, el uso del agua, la energía, plantas para la salud y alimentación, salud espiritual, jardinería, etc.


Las actividades se distribuirán a lo largo de los días en el Centro Cívico -Sala de Prensa, Sala Chonek del Museo de la Patagonia, Salón Quintral del Hotel Edelweiss, Sala de Parques Nacionales-.


Charlas, conferencias y debates:

-Javier Grosfeld: "Los Bosques Protectores de Bariloche: ¿Para qué? ¿Hasta cuando?".

-Claudio Chehebar: "Prácticas de bajo impacto en la naturaleza".

-Fabián Iribas y Roberto Gracias: "El caso de los refugios".

-Eduardo Rapoport y Luz Rapoport: "Plantas Silvestres Comestibles".

-Ana Wieman: "La contaminación de los lagos".

-Rosa Compagnucci: "Cambio climático". ref. http://rhcompagnucci.com.ar/

-Florencia Burton: "Sanación de las aguas".

-Valeria Ojeda: "Biodiversidad".

-Luciano Signori (Subsecretario de medioambiente): "La basura".

-Grace de Haro: "Los humedales".

-Gerardo Pereiro: "Espiritualidad y salud".

-Debate abierto sobre los distintos usos de la basura con la presencia de organizaciones y gente idónea en el tema.


Además, el 28 en el escenario del Centro Cívico habrá locutores, artistas y diversos actores sociales expresándose.

Algunas voces que suman:

- Muestra fotográfica permanente de Nicolás González.

- Pablo Randazzo, pintura en vivo.

- Baile árabe.

- Mailoc.

- Escuela de Danza de Mónica Vega.

- Espiritualidad y amor por el planeta. (Martín Gray).

- Gaby Panicello con cuencos de cuarzo.

- Marcela Weil, licenciada en nutrición.

- Tres dedos deformento.

- Almas del Sol.

- Instalación con Reciclados (Agustín Pecchia).

- Comunidad del Limay.

- Árbol de Pie.

- Costas libres.

anbariloche

Cartografía para desconfiar



Además de ser analista político, periodista e historiador, Rosendo Fraga se dedica a coleccionar mapas antiguos y libros de enseñanza de geografía del siglo XIX. Da sus razones: "Llego a los mapas a través de mi interés por la historia. Siempre tuve cierta inclinación por los nexos entre geografía e historia: creo que no se puede avanzar en una disciplina sin la compañía de la otra.
Los mapas antiguos, junto con los catecismos de geografía, que tienen una metodología similar a la de los catecismos de religión, permiten formar una idea coherente de la historia. Pero hay que tener cuidado: la historia es la condición necesaria, pero no la condición suficiente para hacer análisis político. No se puede reducir el análisis político a la historia", advierte Fraga, delante de un enorme planisferio del National Geographic que decora su escritorio del barrio de San Telmo.
Entre una colección de bayonetas históricas con uso estrictamente decorativo, libros antiguos y una cantidad de bastones de estoque, los mapas se destacan. "Colecciono mapas antiguos y catecismos de geografía desde hace 15 años, que voy consiguiendo en remates y librerías de viejo. Hasta ahora, tengo 16 mapas y 14 catecismos. Si bien tengo varios planisferios, mi prioridad es América del Sur", detalla, y se ufana de su adquisición más rara: "Es un mapa de América del Sur que conseguí en Londres. Ahí, el cajón de América latina era el más barato de todos, comparando Europa, Asia, Africa, Oceanía y América del Norte", recuerda divertido. Su mapa más antiguo: uno francés de América del Sur, de 1560. Su catecismo más viejo data de 1854.
Aunque con nombre típicamente religioso, los catecismos de geografía no tienen nada que ver con la religión, pero sí con la enseñanza mediante la estructura pregunta y respuesta, con el objetivo de incorporar más fácilmente los contenidos. El catecismo de la foto es el primero en donde la Patagonia aparece como parte de la Argentina. "En otros mapas que tengo, la Patagonia aparece como un país independiente. Tanto los mapas de la Argentina como los de Chile la señalaban como una región o país diferente. Recién en este catecismo de geografía de 1873, publicado durante la presidencia de Sarmiento, aparece integrado al país", dice, mientras sostiene la evidencia. Y cuenta que, en ese mismo año, en el catecismo de geografía de Barros Arana editado en Chile, la Patagonia aparece como... chilena.
Aunque los atesora, Fraga desconfía de sus mapas: "Es común que en los mapas antiguos aparezcan errores, ya que la cartografía de la época no era tan precisa. Como la Argentina dependió de Asunción del Paraguay hasta 1616, se encuentran muchos mapas donde todavía aparece formando parte de esa gobernación. Incluso de épocas posteriores, como uno que tengo, de 1731". También se puede ver, en un mapa inglés del siglo XVIII, que la gobernación del Paraguay se extiende hasta Buenos Aires, Montevideo y parte de Rio Grande do Sul.
Fernando Castro Nevares
La Nación, Argentina

Autoridades de la Patagonia argentino –chilenas se reúnen en Ushuaia

En el año del 30 aniversario de la mediación papal que puso fin al conflicto por el Beagle y a 25 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad, el gobierno de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur propuso el desarrollo del Festival Regional por la Integración Austral (FRIA) que será lanzado el 7 de Marzo, en Ushuaia, con la presencia de autoridades de las regiones, provincias y municipios de la Patagonia Austral argentino-chilena.

Al lanzamiento de FRIA fueron invitados los Gobernadores de Santa Cruz, Chubut y de las XII Región Chilena, los intendentes municipales de Río Gallegos, Río Turbio, Puerto Natales, Punta Arenas, Timaukel, El Calafate, 28 de noviembre, Cerro Sombrero, Puerto Williams, Primavera y de las locales Ushuaia, Tolhuin y Río Grande, entre otros.


El FRIA propone que cada una de las autoridades estatales de los centros urbanos ubicados en la zona de influencia del Beagle, se comprometa a realizar al menos un encuentro cultural de carácter regional al año, a los efectos de “fortalecer la integración entre los pueblos de la zona y favorecer el desarrollo regional”, señala el objeto del proyecto que impulsa la gobernadora Fabiana Ríos.


“Los abrazos presidenciales generan un clima propicio para la integración, pero son insuficientes; la integración será más genuina y duradera cuando se sostiene desde la cultura de los pueblos, con la intervención directa de los artistas y actores culturales”, señaló un portavoz del gobierno anfitrión.


El lanzamiento de FRIA se realizará el sábado 7 de marzo, a las 9, en el Hotel Las Hayas, de Ushuaia, para el que han sido invitados los gobernadores, alcaldes, intendentes y secretarios de Cultura de las provincias, regiones y municipios de las ciudades y comunas de la Patagonia Austral, entre otros funcionarios.


La propuesta central de la reunión es la firma del acta compromiso por el que cada municipio se suma a sus vecinos para generar los escenarios que hacen propicio el intercambio y la interacción entre actores culturales de la región con el fin de facilitar la conformación de contactos, microrredes, alianzas y otras formas de asociación que puedan ayudar a la construcción de lazos duraderos en la región.


“Sabemos que desde hace años se vienen realizando acciones culturales de alcance regional en la zona, pero la ejecución del FRIA coloca a los estados en un rol activo para potenciar estas actividades, donde el objetivo de la integración estará por encima del hecho artístico convocante”, señaló el subsecretario de Cultura del gobierno fueguino, Silvio Bocchicchio.


El FRIA tiene seis objetivos específicos: la protocolización del Festival que ocurrirá el 7 de Marzo, la conformación de una agenda binacional de acciones culturales, un fuerte trabajo en la comunicación de masas que de visibilidad al proceso, el fortalecimiento de las industrias culturales locales con contenidos regionales, la capacitación y complementación técnica con actores de la región, y la búsqueda de financiamiento para solventar esta iniciativa.


“Lo bueno de FRIA es que se potencia en la medida que cada municipio o provincia lo adopta como propio, por lo tanto, estamos ante un proyecto que carece de dueño, no es la iniciativa de tal o cual Gobierno, sino un marco de acuerdo regional inédito que requiere de la iniciativa de todos para que pueda funcionar y generar beneficios a la región”, agregó Bocchicchio.


El Periódico Austral

sábado, 21 de febrero de 2009

Retorno de vacaciones

Un saludo para los que ingresan cotidianamente a este blog.

Estamos de retorno en Santiago, depués de haber pasados unas muy buenas vacciones y como pueden haberse dado cuenta, en esta última semana, no estuvimos en ninguno de los blogs y ni siquiera vimos internet, por lo que fue un descanso total. También estuve unos días por la tierra natal, Punta Arenas.

Tuvimos vacaciones, hasta de nosotros mismos.

Un abrazo a todos y ya comenzamos a revisar lo que ha pasado. Estaré colocando los posts correspondientes.

Buen fin de semana para todos

Roberto

sábado, 14 de febrero de 2009

Odisea en la Antártida

Una exposición en Madrid recupera la temeraria misión del explorador Ernest Shackleton, que fracasó en su empeño de llevar a cabo la primera travesía a pie de punta a punta del continente austral .

"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura retorno con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito". Durante más de año y medio, los 27 intrépidos que acudieron a esta llamada sólo encontraron la nívea desolación del hielo antártico, hiriéndoles las pupilas cuando el sol brillaba y clavándoles copos afilados en los días de ventisca. Y sobrevivieron.


El autor de este reclamo para suicidas era sir Ernest Shackleton, un héroe expedicionario con quien se embarcaron en el buque Endurance en los primeros días de agosto de 1914, recién declarada la Primera Guerra Mundial, y que les rescató en Isla Elefante dos años más tarde, a finales de agosto de 1916.


La historia de esta expedición a la Antártida es uno de los últimos mitos románticos y procede de la enorme determinación y el espíritu inconformista y valiente de ese explorador de origen irlandés que, derrotado en la conquista del Polo Sur por el explorador noruego RoaldAmundsen en 1911, quiso devolver la grandeza a su país.


"Desde el punto de vista sentimental, es el último gran viaje polar que puede emprenderse. Será un viaje más importante que ir al Polo y creo que corresponde a la nación británica llevarlo a cabo, pues nos han derrotado en la conquista del Polo Norte y del Polo Sur. Queda el viaje más largo e impresionante de todos: la travesía a pie del continente", anunció el explorador.


Por entonces, Shackleton ya disfrutaba del título de sir concedido por la Corona británica, después de haberse quedado a 1.198 kilómetros del Polo Sur en la expedición Discovery, capitaneada por Robert Scott en 1901, y de haber dirigido la misión Nimrod, en 1908, abortada de nuevo, esta vez a 156 kilómetros del objetivo. Localizado el logro con el que desagraviarse, publicó un anuncio en los periódicos para reclutar a su tripulación. Y, a pesar de advertir de que era una misión insensata, respondieron más de 5.000 personas, con más aprecio al posible honor que a su propia vida.


El ‘Endurance' se hace a la mar

Un grupo de 27 elegidos se hizo a la mar en el Endurance, en un empeño que Shackleton quiso rentabilizar económicamente fundando la TransAntartic Film Sindicate para la explotación de los derechos de la expedición. Esa circunstancia permitió que subiera a bordo el fotógrafo australiano Frank Hurley, dispuesto, según sus compañeros, a cualquier hazaña para captar una buena instantánea.


Ya en ruta, el barco se abrió camino por el inhóspito Mar de Wedell, donde su travesía encontraría el problema fundamental de la misión, el que determinaría su suerte: el 18 de enero de 1915, a un solo día de su destino, quedaron atrapados por el hielo cuando se encontraban a apenas 160 kilómetros del continente helado. Durante los meses siguientes, aguantaron a bordo con estoicismo, matando el tiempo con actividades tan dispares como los partidos de fútbol documentados por la cámara de Hurley.


Pero la presión de la deriva de los bloques flotantes fue resquebrajando imparablemente la estructura del barco, abandonado minutos antes de su colapso definitivo, el 27 de octubre de ese año, después de que Shackleton izara la bandera azul entre las ovaciones de quienes habían sobrevivido a la navegación sobre sus maderas.


En ese momento, el líder de la expedición pensó en ganar a pie la tierra, situada a 460 kilómetros, pero la realidad de los paisajes congelados hizo imposible la travesía, obligándoles a crear el campamento Océano, donde esperarían el acercamiento provocado por la deriva del hielo. "Es imposible concebir, incluso para nosotros -escribió en su diario el fotógrafo- que estamos viviendo en una colosal balsa de hielo y que sólo cinco metros de agua helada nos separan de 3.000 metros de océano, mientras viajamos al capricho del viento y las mareas hacia Dios sabe dónde".


La debilidad del hielo les llevó a desistir de su empeño e inaugurar un nuevo hogar, el campamento Paciencia, poético anticipo de lo que les esperaba. Desde allí, partieron en tres botes salvavidas, el 9 de abril de 1916, a Isla Elefante, una de las etapas finales. El 24 de ese mes, Shackleton abandonó de nuevo sus costas en el bote James Caird, acompañado por los cinco marineros más experimentados y dejando atrás a los 22 miembros restantes de su grupo bajo las órdenes de Frank Wild, su segundo de a bordo y hombre de confianza. Su destino eran los centros balleneros de Georgia.


Un rescate milagroso

En una de las mayores hazañas de la navegación universal, tocaron tierra en Georgia del Sur 17 días más tarde. Tras un peligroso recorrido de 800 millas náuticas a pie por las zonas glaciares de un territorio sobre el que no existían mapas aún, alcanzaron el objetivo deseado y, reagrupados ya con los dos hombres que habían dejado al otro lado de la isla, comenzaron a organizar el rescate del resto de la tripulación del Endurance. Cuatro meses y varias intentonas fallidas más tarde, a finales de agosto de 1916, llegaron de nuevo hasta Isla Elefante, donde milagrosamente se mantenía con vida la totalidad de los hombres que completaban el grupo.


Su peripecia puede revivirse, hasta el 22 de marzo, en la exposición Atrapados en el Hielo, organizada en el Jardín Botánico de Madrid por la Obra Social de Caixa Catalunya, en colaboración con el Museo de Historia Natural de Nueva York.


La exposición, compuesta por 167 fotografías originales, varios documentos cinematográficos y una amplia variedad de complementos interactivos, permite al espectador hacerse a la idea de las condiciones en las que estos hombres sobrevivieron durante dos años. Así, podrá comprobar cómo es la luz del territorio antártico y el paso de sus estaciones, las peculiaridades de la navegación con sextante o las particularidades de la dieta de estos aventureros. Podrán, incluso, componer un menú con los víveres de su despensa, conocer sus valores nutricionales y compararlos con los de la alimentación actual.


Todo ello acercará al visitante a la figura de Ernest Shackleton, explorador incansable a quien la muerte sólo pudo alcanzar en el puente de mando de su barco, el 5 de enero de 1922, cuando se dirigía de nuevo a Georgia del Sur, donde permanece enterrado su cuerpo, para mejorar la cartografía de la Antártida.


Su figura es un paradigma del aventurero y de sus diarios emergió la imagen alucinada de quien se sentía acompañado por alguien irreal en sus largas travesías a través del hielo, recogida más tarde como inmortal tributo por el Premio Nobel de Literatura T. S. Elliot en La tierra baldía, un epitafio definitivo: "¿Quién es ese tercero que camina siempre a tu lado? / cuando cuento, sólo somos dos, tú y yo, juntos / pero cuando miro delante de mí sobre el camino blanco / siempre hay otro que marcha a tu lado".

Público.es

La vuelta al polo en una «zanahoria voladora»

Dar una vuelta completa al planeta tierra en barco, aunque sea por su parte más estrecha, es un reto que sólo está al alcance de unos pocos, pero hacerlo en solitario y con la única fuerza de los brazos es algo que únicamente un loco intentaría hacer. Pues bien, ese loco tiene nombre y apellidos: Oliver Hicks. un aventurero inglés que se ha propuesto convertirse en el primer hombre en completar una vuelta a la Antártida a bordo de una pequeña embarcación de remos que él mismo ha bautizado como «Flying Carrot» (Zanahoria voladora).


A pesar de su aparente fragilidad, el barco de Hicks es una pequeña obra de ingeniería. Fabricado en fibra de cristal, su casco está diseñado para enderezarse automáticamente en caso de vuelco y dispone de paneles solares y de un generador eólico para poder utilizar el sofisticado equipo que tiene instalado a bordo: teléfono vía satélite, portátil, dos sistemas de GPS...


Después de que las autoridades neocelandesas le negaran el permiso para partir de sus costas por la peligrosidad del viaje, la aventura de Hicks se trasladó a la isla de Tasmania (Australia) donde comenzó el pasado 24 de enero y donde, si todo va bien, finalizará dentro de 22 meses. En ese tiempo, el inglés se alimentará a base de peces y de comida deshidratada, una dieta austera, pero repleta de las vitaminas necesarias para aguantar las nueve horas diarias que tiene previsto remar. La media que espera recorrer en cada jornada son 48 kilómetros, aunque esa distancia dependerá de muchos factores. Y es que, en su particular singladura alrededor del mundo, Hicks tendrá que hacer frente a vientos de 25 nudos (55 kilómetros por hora) y esquivar los grandes bloques de hielo que se desprenden del continente antártico. La «Zanahoria voladora» se tomará un descanso a mediados de año en Georgia del Sur para aprovisionarse y dejar pasar la peor parte del invierno antes de completar la vuelta al mundo.


A pesar de sus 27 años, Hicks no es un principiante en este tipo de aventuras. A los 21 corrió seis maratones en el desierto del Sahara, después se lanzó en bicicleta para atravesar las islas británicas y hace cuatro años se convirtió en la primera persona en remar en solitario de Oeste a Este por el Atlántico Norte.


ABC