martes, 12 de febrero de 2008

ESCALARON LAS TRES TORRES DEL PAINE


Vista de las Torres del Paine, Patagonia chilena.
Foto: Col. V. Rozov/mountain.ru


Crónica de Jonathan Trango desde Patagonia





El alpinista andaluz nos envía la crónica de su sobresaliente actividad junto a Antonio Urbaneja en Patagonia, donde ascendieron las tres torres del Grupo del Paine en menos de dos semanas, en libre ¡y con un menisco destrozado!





Jonathan Trango nos envía su crónica sobre la actividad que les ha llevado a convertirse en los segundos españoles que coronan las tres torres del Paine en una misma temporada (el primero era Pedro Cifuentes, sólo unos días antes). Además, fieles a su estilo, Jonathan y Antonio Urbaneja, excepto el largo clave de la ruta en la Torre Central, completaban en libre y a vista todo lo demás. Al habla, Jonathan.

"Llegamos a Chile el día 24 de enero y el tiempo en Patagonia era buenísimo. Por lo visto llevaba así unos cuantos días, luego no podíamos perder ni un minuto, y así lo hicimos.

Los tres vuelos Málaga – Madrid – Santiago de Chile – Punta Arenas los hicimos de manera continua. En el aeropuerto de Punta Arenas cogimos el autobús directo a Puerto Natales, llegando a las 21:30 entrando con rapidez al supermercado donde compramos todo lo que pudimos antes de que cerrasen a las 22:00; lo que debía ser comida para 35 días resultó rídicula y faltaron la mayoría de cosas... pero valió la pena.

A las 7:00 del día siguiente ya estábamos en el autobús dirección al Parque Nacional Torres del Paine, donde llegamos a las 12:00, arreglamos con celeridad el permiso y empezamos la aproximación, llegando al Campo Base a las 22:00. Cena rápida y a dormir.

El día siguiente despertamos a las 8:00 y el tiempo parecía todavía estable. Sin dudar, partimos hacia nuestro primer objetivo. Ligeros ligeros, hacemos rápida la aproximación, llegando a las 12:00 a pie de pared.

El día es bonito pero hace mucho viento y frío. Lo aguantamos y escalamos lo más ágilmente que podemos. Resolvimos dos largos difíciles y fríos donde en un paso delicado el viento casi me arranca de la pared, pero luego el terreno se volvió más fácil. Avanzamos en ensamble y a las 14:00 del día 26 de enero conseguimos la cumbre de la Torre Norte, como quien dice, “en un empuje desde Málaga sin parar”.

La prisa valió la pena. A las 20:00 ya estábamos de vuelta en el CB.

El día siguiente era para tomarse un descanso de verdad, pero el que le seguía despertamos a las 2:00 para mirar el tiempo. Las estrellas estaban claramente a la vista, pero el viento sonaba por todo el bosque. Decidimos que aquello merecía un intento… y a las 3:00 partimos desde el Campo Base otra vez..

Llegamos a pie de pared de la Torre Central a las 8:00, otra vez con viento fuerte, pero decidimos que aguantable. Para calentar: fisura vertical de 30 metros totalmente vertical. No sentía mucho las manos pero salió a vista y me fui animando...

Segundo largo de 6b, tercero de 6b+, cuarto de 6b... pero la clave era el sexto largo. La vía original es totalmente artificial pero la variante es de 7a+, lo que no sabíamos es que también era 7a ¡obligado! El largo era buenísimo, serio y atlético. Y después de dos caídas en el paso clave, lo sacamos y llegamos a la reunión.

El séptimo largo era de 6c+/7a, el octavo otro 6c en diedro rojo de granito perfecto. La via es 5 estrellas. Después de este largo las dificultades bajan a los sextos bajos y a los quintos y a las 18:00 cumplimos y nos plantamos en la cumbre de la Torre Central. ¡Olé!

Rapelamos con rapidez los 650 metros verticales y empezamos la larga caminata de vuelta, donde descubro que la rodilla me duele mucho… Más tarde descubriríamos que me había roto el menisco de la rodilla derecha. Llegamos al Campo Base a las 2:00. ¡23 horas de actividad non-stop!

Dos torres, dos cumbres y sólo llevamos tres días. Fue entonces cuando acabó la racha de buen tiempo.

Al día siguiente casi no podía andar, pensamos que al descansar se pasaría, pero cuando hacemos un primer intento a la Torre Sur, varios días más tarde, nos damos cuenta de que no puedo andar mucho tiempo y, mucho menos, rápido. La cosa pinta seria y parece que la Torre Sur en esta situación es inalcanzable…

A pesar de todo me motivo y asumo que estoy dispuesto a sacrificar ciertas cosas…

El día 7 de febrero nos lanzamos a otro intento a la Torre Sur. La jornada parece buena después de una semana de lluvia y viento. Hacemos la aproximación de noche, cruzamos el glaciar y nos plantamos al pie de la pared más alta de las tres torres a las 7:00, con temperatura bajo cero. Empezamos a escalar con muchísimo frío, pero el tiempo parece estable. Los primeros 6 largos son los difíciles y los serios al ser sobre muy mala roca. Lo sacamos todo a vista, muchos largos de sexto hasta 6c. La estrategia era no parar y mantenernos calientes siempre. Y funcionó.

A las 11:30 llegamos a la parte soleada de la arista y seguimos escalando con mucha prisa porque el clima iba empeorando rápido… A 300 metros de la cumbre el viento empieza a soplar con fuerza, las nubes han cubierto todas las cumbres y empieza a nevar… nos miramos uno al otro… todavía tenemos tiempo… ¡y corremos! Nunca en mi vida escalé tan rápido y con tantas ganas… y a las 14:30 pisamos la cumbre de la Torre Sur. No faltaron los gritos de emoción. Fotos y "pabajo"

900 metros verticales de pared, 30 rápeles, y luego horas y horas de sufrimiento por el dolor de mi rodilla al regresar al Campo Base, pero... ¡¡¡Objetivo cumplido!!!"

Fuente: Desnivel.com

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