viernes, 29 de febrero de 2008

Expedición Última Patagonia 2008


Jean-Marc ante un champiñón mineral al lado del campamento de la Detente
¡ Lo nunca visto ! casi 20 días de lluvia sin descanso y cuando la lluvia para un rato, un fuerte viento la reemplaza. Madre de Dios nos muestra su cara más oscura. Tenemos objetivos para llenar sin problemas todo el tiempo que queda antes del fin de la expedición, pero se van deshaciendo con este clima. Debíamos seguir la exploración de la “sima la Détente”, que se dejó en 2006 a -300m. de profundidad debido a los riesgos de crecidas. Debíamos prospectar la banda de arenisca y empezar la exploración de algunas entradas localizadas. Debíamos volver a la cueva del Pacífico para continuar las observaciones sobre la pinturas rupestres. Richard está disgustado porque su programa científico no se cumple con los días de mal tiempo y Luc sueña con acabar un montón de secuencias necesarias para finalizar la filmación de su película ¡ Pero así es la Patagonia ! aquí es el clima el que maneja el juego.

Queda, sin embargo, un objetivo científico y filmatográfico que estamos decididos a alcanzar: volver a la “Cueva de la Ballena”, siguiendo la ruta por tierra abierta el mes pasado hasta la playa de la Ballena. La cueva y la playa están sólo a unos 500m, pero no se puede pasar directamente de la una a la otra sin volver a subir por las montañas. El 21 de febrero la lluvia es fortísima (tendríamos que conocer los datos del pluviómetro instalado por Laurent y Stéphane, pero apostamos que la cantidad de lluvia de las últimas 24 horas superan los 20 cm). Decidimos ir la ballena por tierra cualquiera que sea el clima.

22 de febrero

Gran reunión. El tiempo es muy malo para un acceso marítimo hacia la Ballena, será pues "la venganza de los caminantes", según palabras de Richard. Dos equipos se ponen en marcha bajo un tiempo de perros, con ráfagas de 100 a 120 km/h ... Franck, Stéphane y Laurent se dirigirán a la playa. Richard, Marc y Luc Henri irán a la gruta de la Ballena con la idea de pasar luego hacia la playa, si el tiempo lo permite. Llegados al campamento del lago, dos sorpresas: la buena, es que las tiendas subidas hace un mes están intactas: ¡Gracias The North Face! La mala, es que los ríos que llegan al lago están en crecida, será necesario pasar por el bosque de fuerte pendiente, el nivel del lago es tal que será necesario pasar a menudo por el agua y realizar escaladas delicadas. Los que van a la playa caminan con ímpetu. Una llamada de radio nos dice que no tardaron más que una hora treinta en bordear el lago, y que van a dormir en la gruta del Albatros, sobre la bahía de la Ballena.
Fuente: Expedición Última Patagonia 2008

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