miércoles, 27 de febrero de 2008

Expedición Última Patagonia 2008






CANAL TRINIDAD




Durante los días 6 y 13 de febrero, el equipo formado por Alan, Buldo, Zape, Stef, Pierre, Samuel, Fernanda, Sebastián y Marta, estuvieron reconociendo la costa Norte de Madre de Dios.
A las 12 de la noche el barco los dejó con dos zodiacs, material y comida para 4 días al fondo del seno Egg.




El día 7 amaneció excepcional. No lo desaprovecharon. Recorrieron desde el seno Egg, donde tenían montado el campamento, hasta la entrada del Seno Barros Luco, justo hasta el cabo vertical, donde se dividieron y cada zodiac reconoció una de las playas de arena blanca con porches interesantes al fondo.


El tiempo maravilloso rápidamente dio paso a un fuerte viento en aumento con sus respectivas olas, con lo que por la tarde, la salida de las playas con las zodiacs fue … interesante.
Durante el resto de los días pudieron reconocer los senos más importantes de esta zona norte, revisando todos los abrigos interesantes que se encontraron en:
Seno entre monte Harbour y Sierra Tudor.
Seno Cramer y parte del Walsey, el mal tiempo impidió su reconocimiento completo.
Senos Lamero y Egg.
Pequeños canales con dirección a brazo Lastarria.

Se buscaron posibles accesos al karst de altura, cosa bastante complicada por la abundante vegetación que lo rodea o, cuando no hay bosque, las enormes paredes verticales que caen directamente al mar.




Los geólogos chilenos, Fernanda y Sebastián, recogieron varias muestras y anotaron datos importantes que no estaban registrados en el mapa geológico de la zona.




De todos los abrigos que se encontraron, destacar el “abrigo de la Nutria” y el porche de la “Cueva de los Piratas”, ambos con gran cantidad de conchas de lapas y mejillón, así como huesos de nutria, encontrándose 3 de ellas momificadas.




Las cuevas a destacar: la cueva de los piratas, situada en el acantilado de una playa al oeste del campamento, al fondo del seno Egg. En ella se consiguieron 370 metros de topo con un desnivel de 43 metros, no sin esfuerzo, ya que la temperatura dentro era extremadamente fría: 4ºC con fuerte corriente de aire en todas las galerías, con lo que realizar la topografía resultó particularmente penoso ¡ pingüino muerte!





En otra de las playas cercanas al campamento, ésta al sur, se encontró la “cueva de los 7 ríos”, formada por una red de galerías paralelas con diferentes aportes de agua que van uniéndose hasta llegar a la zona de inundación, en la resurgencia al exterior se observan 1000 l/seg en período de no mucha lluvia.



Se verificó la conexión entre uno de los estrechos canales al sur del seno Egg y el Lastarria en Barros Luco. Separados tan sólo por 100 metros de tierra.



En esta incursión se tuvo que sortear algún que otro problema. En la última parte del canal, intentando sortear una zona poco profunda, se optó por un brazo paralelo que tenía más profundidad, cuando al grito de “un delfín, un delfín” todos miraron a la izquierda, y fue demasiado tarde para sortear una piedra que acechaba traidora en medio del canal. Consecuencia: Marta, que estaba situada en la proa, ante el impacto de la embarcación, hace triple salto mortal con tirabuzón aterrizando de espaldas en las frías aguas del canal ¡mujer al agua ¡ rápidamente aparece de pie sobre la gran piedra haciendo equilibrio, “estoy bien, tranquilos, aquí no ha pasado nada. Jo, no me dio tiempo a ver el delfín”, desatando la risa entre los compañeros.



Bernard, que pilotaba la zodiac se llevó un fuerte golpe en la mandíbula. En la quilla del barco se hizo un agujero.



La cosa no quedaría ahí. Consiguieron pasar por el canal con el motor levantado, remando y una cascada ascendente de 5 metros les impidió continuar hasta el punto deseado, por lo que ataron la zodiac y siguieron caminando, bordeando el seno. Al volver, la marea había bajado más de lo previsto, dejando la zodiac de unos 700 kilos de peso, sobre las piedras. Estaban bloqueados hasta que subiera la marea dentro de 6 horas.



Samuel observó que el río estaba encauzado en su parte izquierda. Había una acumulación de piedras que no era natural. Posteriormente se confirmaría la hipótesis de que fue construido por los kawesquar para arrastrar sus canoas en este tramo, en su paso de barros Luco a la zona Este de la isla. Ahora sólo le dio la idea para hacer lo mismo, y construyeron un “canal” para arrastrar la embarcación hasta el agua, quitando las piedras más grandes y ayudándose de madera para desplazar la ya castigada quilla.



Entre tanto, se había contactado por radio con los compañeros que habían ido a otra zona ese día. Los esperaron antes de la parte poco profunda. Habían tomado la ruta para volver hasta el campamento con el GPS y dejado una luz en el campamento, lo que posibilitó el regreso en plena noche navegando por los oscuros canales.



El día 10 tenía que venir el “Del-Mar II” a buscarlos pero un fuerte temporal con olas de 7 metros le impide salir de Barros Luco, donde está con otro equipo y los Kawesquar.
Esa noche el viento rompe la tienda comunitaria y entre las 2 y las 5 de la mañana luchan por conservarla y por no perder todas las cosas que se guardaban en ella, entre ellas a Bernard y Stef, que dormían ahí…


El día 11 les vuelven a confirmar que siguen sin poder recogerlos. Empiezan las bromas, mil y una ideas sobre supervivencia. Se acabó el café ¡oh, catastrofa! Y escasea todo los demás, aunque tenían calculado para tres días más por si pasaba ésto precisamente…pero no saben cuánto tiempo seguirán bloqueados. La infusión de orégano no se la recomiendan a nadie. Cuando el día 12 se acaba el tabaco, los no fumadores esconden la última bolsa de té.

El tiempo está horrible ¡Ayayema ten Piedad! La lluvia constante, el fortísimo viento, la mar impracticable, el campamento está convertido en la auténtica “ciénaga de shrek”, o paraíso de la familia Adams-monster.

El día 13, el viento había parado, sólo quedaba la incesante lluvia. Eran las 10 de la mañana y pocos se habían animado a salir de las tiendas. A la voz de Alan: “¡¡en dos horas el barco está aquí!!” el campamento se despierta y olvida la lluvia y el barro y una renovada energía les ayuda a recoger todo para partir, al fín, hacia el ansiado refugio de Guarello.

Fuente: Expedición Última Patagonia 2008

No hay comentarios: