sábado, 29 de junio de 2013

Exposición audiovisual mostrará efectos del cambio climático en la Antártica


Fuente: UdeC
Por sus características particulares, los polos son considerados por los científicos como lugares ideales para estudiar los efectos del cambio global asociado a un alza en las temperaturas.
Se estima que en los últimos 50 años la temperatura en esas zonas ha elevado entre 1 y 3 grados; de ahí el interés por conocer las implicancias de estas alzas en diversos ámbitos.
En esta perspectiva se sitúa el proyecto  Ecofisiología de plantas antárticas: esclareciendo las consecuencias biológicas del cambio climático en las poblaciones vegetales de la Antártica Marítima, que lleva a cabo desde el octubre el año pasado un equipo de investigadores de las universidades de Concepción, de  La Frontera y Mayor, con respaldo de Conicyt y el Instituto Antártico Chileno.
Como parte de este proyecto, el Museo de Historia Natural abrió al público la muestra audiovisual “Cómo afecta el cambio climático a las plantas antárticas”, cuyo objetivo es familiarizar a la comunidad escolar con los hallazgos alcanzados hasta este momento, en el marco de la investigación.
La académica del Departamento de Botánica de la UdeC y coordinadora local del proyecto, Angela Sierra, contó que la investigación está centrada en el área marítima del continente blanco, es decir la península.
“Hemos visto que (en esta zona) el comportamiento es distinto al resto del continente, el proceso es más acelerado. Podría decirse que es más sensible”, dijo, señalando que mientras en el continente la temperatura ha aumentado en 2 grados, en la península –que es la zona donde más crece la vegetación-  se ha elevado en hasta 5 grados.
Como resultado de este cambio en la temperatura las plantas que son parte del estudio,  el pasto antártico (Deschampsia antártica) y el clavelito antártico (Colobhantus quitensis), han encontrado mejores condiciones para su crecimiento. “Las poblaciones de ambas especies han pasado de una distribución discreta de individuos a formar alfombras”, llegando a zonas más cercanas al continente que han perdido hielo.
“Es un fenómeno interesante, porque la Antártica es por definición un lugar donde hay pocas posibilidades de vida, pero muestra que hay mucha vida”, afirmó. Al haber una mayor presencia de vegetación, también la hay de otro tipo de organismos.
“Las plantas  son la base de cualquier sistema natural; de ellas dependen distintos organismos, desde microorganismos e insectos, hasta organismos más grandes”, indicó.
Desde el inicio del proyecto, entre diciembre y febrero, se han realizado tres campañas en la zona del estudio. La primera, explica la doctora Sierra, estuvo orientada a levantar información básica del sitio (en las cercanías de la base antártica polaca Arctowski, Isla Rey Jorge): caracterización y distribución de plantas y aspectos climáticos (medición de temperatura y radiación). Las siguientes expediciones se focalizaron en la instalación, sobre las plantas, de unos sistemas especiales de calentamiento pasivo.
“Son como unos mini invernaderos –abiertos en el extremo superior- que permiten aumentar la temperatura alrededor de la planta”, explicó la académica. Estos experimentos permiten crear condiciones climáticas especiales al interior de las cámaras, para estudiar los efectos que produce el aumento de temperatura en las plantas y hacer comparaciones con la vegetación que crece a la intemperie.
Extra Noticias

jueves, 27 de junio de 2013

Australia duda de los fines científicos de Japón en la caza de ballenas


La Haya, 26 jun (EFE).- Australia dudó hoy en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de los fines científicos del programa de investigación con el que Japón autoriza la caza de ballenas en la Antártica, y aseguró que los objetivos nipones violan resoluciones legales internacionales y persiguen fines comerciales.

La Haya, 26 jun (EFE).- Australia dudó hoy en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de los fines científicos del programa de investigación con el que Japón autoriza la caza de ballenas en la Antártica, y aseguró que los objetivos nipones violan resoluciones legales internacionales y persiguen fines comerciales.

"Australia se opone a cualquier forma de caza de ballenas con fines comerciales bajo la pantalla de búsqueda científica", indicó el vocal de la delegación australiana Bill Campbell en su alegato ante los jueces de la CIJ.

El alto tribunal inició hoy una serie de audiencias en las que Australia y Japón presentarán sus argumentos en el contencioso que les enfrenta ante ese tribunal de la ONU, con sede en La Haya.

Campbell sostuvo hoy que el programa de investigación japonés "simplemente no es ciencia", al tiempo que puso en tela de juicio que se apliquen métodos científicos como la propuesta de hipótesis y la respuesta sistemática, con revisiones periódicas de las mismas.

Japón abandonó la caza de ballenas en 1986 por una moratoria internacional, pero la retomó un año después bajo un programa con fines científicos (JARPA II) autorizado por la comisión ballenera, a pesar del escepticismo de muchas asociaciones y países.

"El objetivo de ese programa es mantener la producción comercial de la industria ballenera" de Japón, aseguró también en la sala del alto tribunal el jurista de la delegación australiana Justin Gleeson.

Australia, que presentó la demanda contra Japón en mayo de 2010, acusa a este país de violar la Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballena (ICRW, por sus siglas en inglés), firmada en 1946 para promover la conservación de estos mamíferos y desarrollar la industria ballenera de manera sostenible.

Para las autoridades australianas, Japón transgrede específicamente su obligación de cumplir el mandato de moratoria total de la caza con fines comerciales que entró en vigor en 1986.

Tokio defiende que su programa está amparado por el artículo VIII de la Convención de 1946, que permite la caza de ballena con fines científicos.

"El artículo VIII concede permisos solamente en circunstancias especiales, para investigaciones nacionales identificadas y con objetivos bien definidos", sostuvo el jurista Gleeson, que negó el "uso de estadísticas" y la aplicación de métodos científicos por parte de Japón.

Australia también criticó que el programa de investigación japonés tenga un carácter indefinido, basándose tan solo en "el control de los cambios en el ecosistema antártico".

"La ciencia obliga a plantear preguntas, proponer hipótesis y métodos para probar esas hipótesis pero Japón no se ha planteado esas cuestiones", añadió el jurista.

Tras los primeros alegatos de Australia, el portavoz de la representación japonesa, Noriyuki Shikata, dijo a Efe que "el programa de Japón tiene una base científica, por lo que las reclamaciones australianas son un despropósito".

Shikata incidió en que "Japón está preparado para discutir contenidos de nuestro programa de investigación y demostrar que se ajusta al tratado" de 1946.

También cazan ballenas o delfines para aprovechar su carne Noruega,Islandia, Islas Feroe y Groenlandia.

Las audiencias en este contencioso, en el que además interviene Nueva Zelanda, se prolongarán hasta el próximo 16 de julio.

La decisión de la CIJ, además de solucionar la disputa entre las partes, creará un precedente que servirá como marco jurídico para la interpretación de la ICRW.

(Agencia EFE)

miércoles, 19 de junio de 2013

Antártica oriental de Áreas Marinas Protegidas/A Proposal for a Representative System of Marine Protected Areas in the East Antarctic Planning Domain



Una propuesta para un sistema representativo de áreas marinas protegidas en el dominio de Planificación Antártida Oriental



Ubicación de las Áreas Marinas Protegidas propuestas (AMP)

La Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) está considerando la adopción de las áreas marinas protegidas (AMPs) en el Océano Austral. Hay dos propuestas presentadas a la Comisión - una propuesta de un sistema representativo de áreas marinas protegidas en la Antártida Oriental presentada por Australia, Francia y la Unión Europea y la propuesta de un AMP en el Mar de Ross presentado por Nueva Zelandia y los Estados Unidos. Ambas propuestas serán consideradas por la CCRVMA en una reunión especial en Bremerhaven, Alemania, en julio de 2013.
El sistema propuesto de AMP sería conservar las áreas representativas de la diversidad biológica en las latitudes altas del sector indio del Océano Austral. Las áreas contienen distintivos flora y la fauna de aguas profundas y el apoyo papeles importantes de los ecosistemas, tales como zonas de alimentación de los mamíferos marinos, pingüinos y otras aves marinas. Las áreas marinas protegidas propuestas también proporcionar zonas de referencia para la comprensión de los efectos de la pesca fuera de las zonas marinas protegidas, así como las consecuencias del cambio climático en la Antártida y los ecosistemas del Océano Austral.
Hay muchas diferentes regiones biogeográficas en el Océano Austral y AMP jugarán un papel importante en la conservación de porciones representativas de cada uno.
El proyecto de propuesta recomienda siete áreas para la declaración como AMP - cada uno con valores biogeográficas distintas. Prevé planes integrales de gestión, investigación y seguimiento de la gestión de múltiples usos, incluyendo la pesca, dentro de las áreas marinas protegidas y para el perfeccionamiento del sistema en el futuro. La propuesta es patrocinado conjuntamente por Australia, Francia y la Unión Europea.

¿Cuál es la base para el sistema de AMP?

La Antártida AMP Oriente se desarrollaron en 2010 el uso de los principios de integridad, idoneidad y representatividad y fueron aprobados por el Comité Científico de la CCRVMA en la reunión de 2011, que contiene la mejor evidencia científica disponible.
  • La integralidad requiere que las áreas combinadas deben ser de tamaño suficiente para abarcar todos los tipos de ecosistemas, en particular los de vista ecológico provincias distintas.
  • Adecuación refiere al tamaño y ubicación de las áreas necesarias para mantener la biodiversidad dentro de las áreas marinas protegidas, así como proporcionar la capacidad de recuperación y adaptación a los impactos del cambio climático.
  • La representatividad se asegura de que toda la biodiversidad está representada y se conserva en el sistema de MPA.
Las siete áreas marinas protegidas propuestas combinadas son representativos de la biodiversidad de la Antártida dominio de la planificación del Este, y debe ser adecuada para mantener la biodiversidad representada. Estas áreas albergan procesos ecológicos importantes, tales como las zonas de cría de bacalao y el krill, y las zonas de alimentación de los mamíferos marinos y pingüinos, y pueden ser vulnerables a las perturbaciones.Reconociendo que una multitud de procesos como el cambio climático tiene impactos sobre el medio marino, se proponen tres de las siete áreas como áreas de referencia científica.

Áreas de referencia científica

El D'Urville Mar-Mertz , Drygalski y MacRobertson AMP proporcionan importantes áreas científicas de referencia para la medición de la variabilidad natural y cambios a largo plazo de los recursos vivos marinos antárticos y los ecosistemas, esenciales para el logro de la pesca sostenible y para la estimación de las necesidades de conservación a largo plazo de la región.
Ellos son los sitios de monitoreo a largo plazo de los mamíferos marinos, aves marinas y la formación de Agua de Fondo Antártico, así como las áreas importantes para la comprensión de los impactos del cambio climático en los ecosistemas del Océano Austral y procesos sin interferencias. El mayor tamaño de estas áreas es determinado por el verano importantes requisitos de mamíferos marinos, pingüinos adelia y emperador, y otras aves marinas durante los períodos de cría críticos y por su valor para el seguimiento de los procesos de los ecosistemas a gran escala de forrajeo.

Objetivos de las áreas marinas protegidas propuestas

Las siete áreas marinas protegidas tienen como objetivo proteger áreas representativas de mar abierto y la biodiversidad del fondo marino de la Antártida oriental.
El Gunnerus se propone zona por su singular canto continental y cuenta con montes submarinos, junto con una representación de la biodiversidad relacionada con los ecosistemas del fondo marino estante del cañón y la pendiente. Estas características del fondo marino se cree para apoyar una mayor diversidad de la vida marina de los hábitats circundantes.
El Enderby área se propone como la única representación de los moluscos endémicas únicas - las relaciones de caracoles y almejas - en la provincia biogeográfica moluscos de "Antártida oriental Enderby Land '. Enderby Tierra también tiene características del fondo marino importantes como la plataforma, cañón y la pendiente que puedan apoyar a los ecosistemas de los fondos marinos distintos.
El MacRobertson zona es representativa de bandas altamente productivos costeras y oceánicas de alimentos, donde los mamíferos marinos y los pingüinos adelia y emperador de forraje durante el verano. Esta área también incluye un conjunto diverso de los ecosistemas del fondo marino de la plataforma, talud y montes submarinos que representa la Provincia de la India Central. El tamaño de la zona ha sido determinado por los requisitos de alimentación de los pingüinos adelia, sobre todo durante la época de cría crítico. También abarca la zona de alimentación de las colonias de pingüinos emperador locales.
El Prydz se propone área para una serie de características únicas, incluyendo que es la más meridional ensenada en la región de la Antártida oriental y tiene valores únicos del fondo marino. También se considera una importante zona de cría para el kril antártico y negra.
El Drygalski zona es importante por su ambiente diverso fondo del mar en la plataforma y talud, especialmente en relación con cañones y plataformas de hielo. Cubre la cadena alimenticia costera adyacente a las placas de hielo, así como la mayor red alimenticia oceánica, incluyendo junto a la Gran Meseta de Kerguelen, que es la única representación de este tipo de red de alimentos en las zonas marinas protegidas propuestas, incluyendo importantes áreas de alimentación para los pingüinos adelia y los pingüinos emperador, los mamíferos marinos y otras aves marinas.
La Wilkes área representa el fondo marino único de la provincia de Wilkes Sub. Es la única área que es representativa de la biodiversidad que habita en ecosistemas de la plataforma, del cañón y de la pendiente en la región. Además de tomar en cuenta las diferencias de potencial de biodiversidad de la zona, el Wilkes MPA se propone proporcionar una cierta duplicación de tipos de medio ambiente en toda la amplitud de la provincia. Se puede utilizar como zona de referencia para la evaluación de los efectos de la pesca de fondo en las zonas adyacentes.
El D'Urville Mar-Mertz zona es un área importante para nuestra comprensión del cambio climático, como un lugar de formación de agua inferior antártica, que impulsa la circulación oceánica global y trampas de gases de efecto invernadero. Debido a este proceso, la zona es compatible con una gama de hábitats que no se encuentran en ningún otro lugar. Sus valores del fondo marino se compone de un conjunto diverso de hábitats en la plataforma y talud, especialmente en relación con los cañones, las plataformas de hielo y el Mertz polinia. Sus otros valores incluyen redes costeras y oceánicas de alimentos, área de vivero de diablillo antártico, y las zonas de alimentación de mamíferos y aves marinas, como los pingüinos adelia y emperador pingüinos. Esta área también ha registrado los ecosistemas marinos vulnerables de la CCRVMA.

El uso múltiple de las AMP

El proyecto de la Medida de Conservación permite el uso múltiple de las AMP. Es decir, actividades que no afecten a las zonas marinas protegidas logro de sus objetivos de conservación y científicos serán permitidos. Un proceso, de forma similar a los procedimientos de la CCRVMA bien establecidos existentes, proporciona los mecanismos para permitir que estas actividades, protegiendo al mismo tiempo los valores de las zonas marinas protegidas.

Próximos pasos

CCRVMA se comprometió a cumplir con la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible objetivo de establecer un sistema representativo de áreas marinas protegidas para el año 2012 y en 2011 la CCRVMA adoptó un marco para el establecimiento de áreas marinas protegidas.Mientras que la CCRVMA no ha podido llegar a un consenso en 2012, se reconocía la importancia de las áreas marinas protegidas y acordó celebrar una reunión especial en Alemania en julio de 2013 para el progreso de la Antártida oriental y el Mar de Ross propuestas de AMP. Australia, Francia y la Unión Europea , junto con otros defensores de la AMP estarán trabajando para lograr un resultado exitoso en la Sesión Especial.

Una visión 3-D de la Gunnerus Cordón con los limites de la AMP propuesta en rojo (Fuente: ETOPO1 Modelo Global Relief

CEAMARC (Foto: Martin Riddle / MR)

Corrientes del Océano Austral y el clima (Graphic: Steve Rintoul)


The Commission for the Conservation of Antarctic Marine Living Resources (CCAMLR) is currently considering the adoption of marine protected areas (MPAs) in the Southern Ocean. There are two proposals before the Commission – a proposal for a representative system of MPAs in East Antarctica put forward by Australia, France and the European Union and a proposal for an MPA in the Ross Sea put forward by New Zealand and the United States. Both proposals will be considered by CCAMLR at a special meeting in Bremerhaven Germany in July 2013.
The proposed system of MPAs would conserve representative areas of biodiversity in the high latitudes of the Indian sector of the Southern Ocean. The areas contain distinctive deep water flora and fauna and support important ecosystem roles, such as feeding areas for marine mammals, penguins and other seabirds. The proposed MPAs would also provide reference areas for understanding the effects of fishing outside the MPAs as well as the consequences of climate change on Antarctic and Southern Ocean ecosystems.
There are many different biogeographic regions in the Southern Ocean and MPAs will play a significant role in conserving representative portions of each.
The draft proposal recommends seven areas for declaration as MPAs – each one with distinct biogeographic values. It provides for comprehensive management, research and monitoring plans for managing multiple uses, including fishing, within the MPAs and for refining the system in the future. The proposal is jointly sponsored by Australia, France and the European Union.

What is the foundation for the system of MPAs?

The East Antarctica MPAs were developed in 2010 using the principles of comprehensiveness, adequacy and representativeness and were endorsed by the Scientific Committee of CCAMLR at the 2011 meeting as containing the best scientific evidence available.
  • Comprehensiveness requires that the combined areas must be of sufficient size to encompass all types of ecosystems, particularly those from ecologically distinct provinces.
  • Adequacy concerns the size and location of areas required to sustain the biodiversity inside the MPAs, as well as providing for resilience and adaptation to climate change impacts.
  • Representativeness ensures that all biodiversity is represented and conserved in the MPA system.
The seven proposed MPAs combined are representative of the East Antarctic planning domain’s biodiversity, and should be adequate to sustain the represented biodiversity. These areas host important ecological processes, such as nursery areas for toothfish and krill, and foraging areas for marine mammals and penguins, and may be vulnerable to disturbance. Recognising that a multitude of processes including climate change have impacts on the marine environment, three of the seven areas are proposed as scientific reference areas.

Scientific Reference Areas

The D’Urville Sea-MertzDrygalski and MacRobertson MPAs provide important scientific reference areas for measuring the natural variability and long term changes in Antarctic marine living resources and ecosystems, essential for achieving sustainable fisheries and for estimating the long-term conservation requirements of the region.
They are the sites of long term monitoring of marine mammals, seabirds and the formation of Antarctic Bottom Water, as well as areas important for understanding climate change impacts on Southern Ocean ecosystems and processes without interference. The larger size of these areas is determined by the important summer foraging requirements of marine mammals, Adélie and Emperor penguins, and other seabirds during critical breeding periods and by their value for monitoring large scale ecosystem processes.

Objectives of the proposed MPAs

The seven MPAs aim to protect representative areas of open ocean and seabed biodiversity in East Antarctica.
The Gunnerus area is proposed for its unique continental ridge and seamount features, along with a representation of biodiversity related to the shelf, canyon and slope seafloor ecosystems. These seafloor features are thought to support a greater diversity of marine life than surrounding habitats.
The Enderby area is proposed as the only representation of the unique endemic molluscs – relations of snails and clams – in the molluscan biogeographic province of ‘East Antarctic Enderby Land’. Enderby Land also has important seafloor features such as the shelf, canyon and slope that are likely to support distinct seafloor ecosystems.
The MacRobertson area is representative of highly productive coastal and oceanic food webs, where marine mammals and Adélie and Emperor penguins forage during the summer. This area also includes a diverse set of seafloor ecosystems on the shelf, slope and seamounts representing the Central Indian Province. The size of the area has been determined by Adélie penguin foraging requirements, particularly during the critical breeding period. It also encompasses the foraging area of local Emperor penguin colonies.
The Prydz area is proposed for a number of unique features, including that it is the southern most embayment in the East Antarctic region and it has unique seafloor values. It is also considered to be an important nursery area for Antarctic krill and toothfish.
The Drygalski area is important for its diverse sea floor environment on the shelf and slope, particularly in relation to canyons and ice shelves. It covers the coastal food web adjacent to the ice shelves as well as the greater oceanic food web, including adjacent to the Greater Kerguelen Plateau, which is the only representation of this type of food web in the proposed MPAs, including important foraging areas for Adélie and Emperor penguins, marine mammals and other seabirds.
The Wilkes area represents the unique seafloor of the Wilkes Sub province. It is the only area that is representative of the biodiversity that inhabits shelf, canyon and slope ecosystems in this region. As well as taking account of the potential biodiversity differences in the area, the Wilkes MPA is proposed to provide some replication of environmental types across the breadth of the province. It can be used as a reference area for evaluating the effects of bottom fishing in adjacent areas.
The D’Urville Sea-Mertz area is an important area for our understanding of climate change, as a site of Antarctic Bottom Water formation, which drives global ocean circulation and traps greenhouse gases. Due to this process, the area supports a range of habitats not found anywhere else. Its seafloor values include a diverse set of habitats on the shelf and slope, particularly in relation to canyons, ice shelves and the Mertz Polynya. Its other values include coastal and oceanic food webs, a nursery area for Antarctic silverfish, and the foraging ranges of marine mammals and birds, such as Adélie and Emperor penguins. This area also has registered CCAMLR vulnerable marine ecosystems.

Multiple use of MPAs

The draft Conservation Measure allows multiple use of MPAs. That is, activities that will not affect the MPAs achieving their conservation and scientific objectives will be allowed. A process, similar to existing well-established CCAMLR procedures, provides the mechanisms for allowing these activities, while protecting the values of the MPAs.

Next steps

CCAMLR made a commitment to meet the World Summit on Sustainable Development target to establish a representative system of MPAs by 2012 and in 2011 CCAMLR adopted a framework for establishing MPAs. Whilst CCAMLR was not able to achieve consensus in 2012, it did recognise the importance of MPAs and agreed to hold a Special Meeting in Germany in July 2013 to progress East Antarctica and Ross Sea MPA proposals. Australia, France and the EU, together with other proponents of MPAs will be working towards a successful outcome at the Special Meeting.

lunes, 10 de junio de 2013

.Mundo tecnológico: expedición de ultrabooks en la Antártica

Dos exploradores pondrán a prueba la resistencia de un par de ultrabooks en la Antártica, Amazon abre su tienda digital en la India y un equipo de la Universidad de Minnesota desarrolla un programa informático para controlar dispositivos con la mente.

La XXVII Campaña Antártica del Ejército toma el relevo


Proceden en Zaragoza a la apertura de los contenedores del material repatriado
 
La XXVII Campaña Antártica ya está preparada para tomar el relevo y comenzar su preparación para emprender una nueva misión del Ejército de Tierra en el continente blanco. El primer paso ha sido reunirse los días 5 y 6 de junio con componentes del anterior contingente en las sedes de la Brigada Logística -donde se ubica la oficina de la Campaña Antártica- y la Agrupación de Apoyo Logístico nº 41, en Zaragoza, para proceder a la apertura de los contenedores del material repatriado.

De esta forma, siete de los miembros de la anterior misión, junto con personal de la oficina de la Campaña Antártica, han mostrado a los integrantes del nuevo contingente el material para su revisión, reparación o porque ha finalizado su vida útil allí.

El equipo integrante de la XXVII Campaña estará a las órdenes del comandante Juan Navarro, del Grupo de Operaciones Especiales "Maderal Oleaga" XIX. Además del jefe de la campaña, a la Antártida viajarán los comandantes José I. Pavón, de la Academia Militar General (Logística), Javier Castro, del Centro Militar de Veterinaria de la Defensa (Medio Ambiente), y Gonzalo Fuente, del Regimiento de Especialidades de Ingenieros nº 11 (Medicina); el teniente José R. Salas, de la Unidad de Transmisiones del Mando de Artillería Antiaérea (Transmisiones); los brigadas Juan C. Rodríguez, del Grupo de Operaciones Especiales "Tercio del Ampurdán" IV (Navegación y Movimiento), y David Salvador, del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros (RPEI) nº 12 (Mantenimiento de Instalaciones); el sargento primero Jesús Durán, del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros (RPEI) nº 12 (Motores); los sargentos Rubén Becerra, del Grupo de Cuartel General del Mando de Operaciones Especiales (Motores), y Juan A. Revuelta, del Regimiento de Transmisiones nº 1 (Comunicación); el cabo 1º Bermúdez Aguilera, de la Jefatura del Mando de Adiestramiento y Doctrina (Alimentación); y la soldado Silvia Frey, del Regimiento de Infantería Mecanizada "La Reina" nº 2 (Alimentación). Todos ellos altamente cualificados y seleccionados de entre 215 voluntarios.

Durante los próximos meses, todos ellos se instruirán en los procedimientos a desarrollar durante las actividades de vida y trabajo en la Isla Decepción -donde se ubica la base "Gabriel de Castilla"- y de apoyo a los investigadores científicos.

Ejercito de tierra

jueves, 6 de junio de 2013

Bedmap 2: el nuevo mapa más preciso de la Antártida. NASA's IceBridge Mission Contributes to New Map of Antarctica



La NASA destacó ayer el nuevo mapa Bedmap2, el cual da una idea más clara de la superficie de la Antártida y que fue desarrollado por científicos de la British Antartic Survey. (Video)
"Da una comprensión más detallada de lo que está por debajo de la capa de hielo más grande del mundo", señala la NASA.




La agencia estadounidense explicó que el sistema de imágenes desarrollado por estos científicos, llamado Bedmap2 "aumenta nuestro conocimiento sobre el medio ambiente subglacial y será una ayuda a las futuras investigaciones sobre la capa de hielo antártica".

El amplio uso de los datos de GPS de las encuestas más recientes, sumado a décadas de diferentes estudios sobre el continente blanco mejoró aún más esta precisión del nuevo conjunto de datos.
“El volumen de hielo total y la contribución del nivel del mar siguen siendo similares a los cálculos utilizando el Bedmap original, pero la profundidad media de la Antártida, y las estimaciones de los puntos de grosor y el hielo más profundo han aumentado”,dijo Peter Fretwell, científico y autor principal de un estudio sobre el mapa, según cita la NASA.

"Va a ser un recurso importante para la próxima generación de los modeladores de la capa de hielo, oceanógrafos físicos y geólogos estructurales", dijo Agnès López Gay, otro de los científicos.
Con los primeros datos del mapa, el 8 de marzo pasado, los científicos revelaron que el volumen de hielo en la Antártica es 4,6% mayor de lo que se pensaba.

La profundidad promedio del lecho de la Antártida midió de 95 metros, lo que fue 60 metros menos de lo estimado.

Se descubrió que el volumen de hielo que se sumerge bajo el nivel del mar es 23% mayor de lo pensado y el punto más profundo, el cual está bajo el glaciar Byrd, tiene cerca de 400 metros de profundidad.

Según la British Antartic Survey, con Bedmap2 se estima que hay una mayor cantidad de hielo susceptible a un derretimiento rápido, y el derretimiento global de la Antártica significa un aumento global de 58 metros del nivel de mar.

Peter Fretwell destaca que el mapa “tiene detalles sin precedentes” además de que muestra “un paisaje complejo de montañas, colinas, planicies onduladas, valles y profundas depresiones”.
Para el desarrollo del mapa, los investigadores recopilaron mediciones geofísicas, tales como medidas de elevación de superficie de hielo de la NASA, los niveles de elevación de la tierra vía el satélite ICESat y datos de espesor de hielo recogidas por la Operación IceBridge.


Antártida con Bedmap2, que quita el hielo y ejemplifica la superficie original. (NASA's Goddard Space Flight Center)

La Gran Epoca

NASA's IceBridge Mission Contributes to New Map of Antarctica


A new dataset called Bedmap2 gives a clearer picture of Antarctica from the ice surface down to the bedrock below. Bedmap2 is a significant improvement on the previous collection of Antarctic data—known as Bedmap—that was produced more than 10 years ago. The product was a result of work led by the British Antarctic Survey, where researchers compiled decades worth of geophysical measurements, such as surface elevation measurements from NASA's Ice, Cloud and Land Elevation Satellite, known as ICESat, and ice thickness data collected by Operation IceBridge.


 
These images depict the differences between Antarctica's ice sheet with its underlying topography. Click and drag the white bar to compare the images. (Vertical scale has been magnified by a factor of 17 to make terrain features such as mountains and valleys more visible.) The topography map, called Bedmap2, was compiled by the British Antarctic Survey and incorporates millions of new measurements, including substantial data sets from NASA's ICESat satellite and an airborne mission called Operation IceBridge.
Credit: NASA's Goddard Space Flight Center
 
With effects ranging from influencing ocean currents to raising sea level, Antarctica plays a large role in the global climate system. Researchers are using a variety of methods to understand how Antarctica will react to a changing climate, but limited information on ice thickness and what lies beneath the ice makes this work challenging. Now, thanks to work led by the British Antarctic Survey published recently in the journal The Cryosphere, scientists will have a new detailed map of the frozen continent.



Our understanding of what lies beneath the world's biggest ice sheet has taken another leap forward. This video strips away Antarctic ice to reveal a new, and much more detailed map of the bedrock below. This map, called Bedmap2, was compiled by the British Antarctic Survey and incorporates millions of new measurements, including substantial data sets from NASA's ICESat satellite and an airborne mission called Operation IceBridge.
Credit: NASA Goddard's Scientific Visualization Studio
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A Better Map


Bedmap2, like the original Bedmap, is a collection of three datasets—surface elevation, ice thickness and bedrock topography. Over the past decade there have been many Antarctic surveys, which vastly increased the amount of available data. Researchers used data from satellites, aircraft and surface-based surveys to build a data product with higher resolution, greater coverage and improved precision. Both Bedmap and Bedmap2 are laid out as grids covering the entire continent, but with a tighter grid spacing, Bedmap2 includes many surface and sub-ice features too small to be seen in the previous dataset. The millions of additional data points in Bedmap2 also cover a larger percentage of Antarctica. Additionally, the extensive use of GPS data in more recent surveys improves the precision of the new dataset. Improvements in resolution, coverage and precision will lead to more accurate calculations of ice volume and potential contribution to sea level rise.

Total ice volume and sea level contribution remain similar to calculations using the original Bedmap, but Antarctica's average bedrock depth, deepest point and ice thickness estimates have all increased. Peter Fretwell, BAS scientist and lead author, said the new dataset increases our knowledge of the sub-glacial environment and will be help future research on the Antarctic ice sheet. "It will be an important resource for the next generation of ice sheet modelers, physical oceanographers and structural geologists," said Fretwell.

 
 
 
These images depict the differences between the original Bedmap topography (left) and the new Bedmap2 (right). Click and drag the white bar to compare the images. (Vertical scale has been magnified by a factor of 17 to make terrain features such as mountains and valleys more visible.) Bedmap2 was compiled by the British Antarctic Survey and incorporates millions of new measurements, including substantial data sets from NASA's ICESat satellite and an airborne mission called Operation IceBridge.
Credit: NASA's Goddard Space Flight Center
 

A Better Model


Ice sheet modeling is an area that will likely make heavy use of Bedmap2 data. Ice sheets are thick, dome-shaped formations of ice that cover large areas of land. There are two major ice sheets on Earth, one covering Greenland and one over Antarctica. Ice sheets are formed as snow accumulates and is compacted into ice over many years. "Ice sheets grow because of snow, and like honey poured on a plate, spread outward and thin due to their own weight," said Sophie Nowicki, an ice sheet scientist at NASA's Goddard Space Flight Center in Greenbelt, Md.

Ice sheet researchers use computer models to simulate how ice sheets will respond to changes in ocean and air temperatures. An advantage of these simulations is that they allow testing of many different climate scenarios, but the models are limited by how accurate the data on ice volume and sub-ice terrain are. "In order to accurately simulate the dynamic response of ice sheets to changing environmental conditions, such as temperature and snow accumulation, we need to know the shape and structure of the bedrock below the ice sheets in great detail," said Michael Studinger, IceBridge project scientist at NASA Goddard.

Knowing what the bedrock looks like is important for ice sheet modeling because features in the bed control the ice's shape and affect how it moves. Ice will flow faster on a downhill slope, while an uphill slope or bumpy terrain can slow an ice sheet down or even hold it in place temporarily. "The shape of the bed is the most important unknown, and affect how ice can flow," said Nowicki. "You can influence how honey spreads on your plate, by simply varying how you hold your plate." The vastly improved bedrock data included in Bedmap2 should provide the level of detail needed for models to be realistic.

Disparate Data


Creating such a detailed map required researchers to collect and analyze large sums of data from a variety of sources. NASA contributed significant amounts of data on surface elevation, ice shelf limits and ice thickness. For example, measurements from three Operation IceBridge airborne campaigns make up about 12 percent of the 25 million ice thickness data points gathered by more than 200 airborne campaigns over the past 50 years.

IceBridge uses an ice-penetrating radar instrument known as the Multichannel Coherent Radar Depth Sounder to gather data on ice thickness and subglacial topography. MCoRDS, operated by the Center for the Remote Sensing of Ice Sheets at the University of Kansas, sends radar signals down through the ice and records the angle and timing of returning waves to image the ice surface, internal layering and the bedrock below.

Researchers also used a large amount of ICESat data to build the surface elevation grid in hard-to-measure areas. Satellite radar altimetry, which makes up a large portion of Bedmap2, works best in flat areas. Mountainous and steeply sloping areas call for other methods, and data from ICESat's laser altimeter helped researchers build an accurate map in these regions. In addition, the Bedmap2 team used IceBridge altimetry data to verify the accuracy of the combined surface datasets.

A significant portion of the data in Bedmap2 was collected by NASA's Operation IceBridge. Flight paths from the 2009, 2010 and 2011 Antarctic campaigns are shown here as dark green lines. NASA DC-8 flights originated from Punta Arenas, Chile, on the left side of the image. Flight lines in East Antarctica represent surveys flown by the Institute for Geophysics at the University of Texas at Austin, one of IceBridge's partnering organizations.
Credit: NASA Goddard's Scientific Visualization Studio
IceBridge data also played a big role by providing data on parts of Antarctica where there have been few to no measurements before. One such area is the Recovery Ice Stream, which IceBridge essentially put on the map with data from its 2011 Antarctic campaign. Both NASA and the U.S. National Science Foundation have invested a great deal of time and money in radars like MCoRDS and airborne campaigns like IceBridge over the years.

NASA's contributions go beyond merely collecting this data. By making its data freely available to researchers, NASA is leading a positive trend with researchers. "We hope that other partners will also go down this road," said Fretwell. Collecting radar sounding data over Antarctica is an expensive effort, which has led some researchers to be understandably protective. This could change, however, as more researchers make use of freely available data.

"More and more people in the research community realize the tremendous value of making data freely available," said Studinger.
NASA

ANTÁRTICA: “Con el IceCube vemos las estrellas no en luz sino en neutrinos”. Entrevista a Francis Halzen


A raíz del artículo comparto esta entrevista publicada el año pasado y que complementa la información entregada.

 
El físico teórico dirige un detector de hielo ultrapuro a 800 metros del polo Sur

“Fue una idea loca, necesitábamos una capa helada de tres kilómetros”

“Hubo que hacer 86 perforaciones y costó 77 millones de euros”

“No fue fácil convencer a los políticos. Hay miedo a arriesgarse”

“No he estado en la Antártida. Soy el jefe y tengo que dar ejemplo”


Francis Halzen dirige el más extraño telescopio que uno casi pueda imaginar: es un kilómetro cúbico de hielo ultrapuro de la Antártida, a 800 metros de distancia del mismísimo polo Sur. En el hielo profundo están atrapadas 86 líneas de un kilómetro de largo, con 60 sensores de luz cada una, como cuentas de un collar, y forman un enorme y único detector de neutrinos. Se llama IceCube y fue idea de este físico teórico que empujó el proyecto desde el inicio y que es plenamente operativo desde hace un año y medio. “El IceCube es como un ojo con el que puedes ver las estrellas en neutrinos, en lugar de verlas en luz”, explica este científico de la Universidad de Wisconsin, en Madison (EE UU). “Los astrónomos, cuando miran el cielo en diferentes colores de luz ven cosas distintas, y este telescopio de neutrinos toma imágenes del cielo que nunca se han tomado antes”, añade. Halzen, estadounidense de 68 años, impartió ayer una conferencia en Madrid, en la Fundación BBVA sobre esa insólita cacería de neutrinos cósmicos, procedentes de fuentes lejanas desconocidas, con el telescopio de hielo ubicado en uno de los lugares más inhóspitos del planeta.


Pregunta. ¿Cómo funciona el IceCube?

Respuesta. Los neutrinos apenas interactúan con la materia, pero de vez en cuando uno choca con un átomo y provoca una especie de explosión nuclear que produce partículas cargadas, que viajan por el hielo transparente, emitiendo luz azul, y eso es lo que vemos con los sensores.


P. ¿Por qué en el polo Sur?

R. Es que allí mismo hay una estación científica, la Amundsen-Scott, de Fundación Americana para la Ciencia, con instalaciones, laboratorios y residencia. El IceCube fue una idea loca: se trataba de construir un detector de un kilómetro cúbico de material con cuyos átomos interaccionasen de vez en cuando los neutrinos y pensamos en agua, pero luego surgió la idea del hielo. Necesitábamos una capa helada de tres kilómetros: uno y medio de profundidad hasta el detector, que mide un kilómetro, y otros 500 metros debajo, hasta la roca. Ese hielo en el polo Sur es nieve compactada de hace 100.000 años, y es totalmente transparente, la luz viaja por él cientos de metros.


P. ¿Cómo se construyó?

R. Hubo que hacer 86 perforaciones de 2,5 kilómetros de profundidad fundiendo el agua y en el último kilómetro de cada una, con el agua líquida, se colocaba una fila de 60 sensores de luz que se quedaban atrapados inmediatamente, en cuando se congelaba de nuevo el agua. En total, el kilómetro cúbico es una gigatonelada de hielo.


P. ¿Cuánto ha costado?

R. Unos cien millones de dólares [77 millones de euros] en diez años: 60 millones de detector y 40 de infraestructuras, construcción y personal. Es mucho más barato que un detector del CERN. En cuanto a gente, somos unos 300, incluido un centenar en Wisconsin, donde se desarrolló y construyó detector. En el proyecto participan expertos de 38 universidades y laboratorios de una decena de países.


P. ¿Qué fue más difícil: convencer a los políticos para que dieran luz verde al proyecto y el dinero, o construir el IceCube?

R. Mucho más difícil ha sido construirlo, aunque no fue fácil convencer a los políticos. A veces en ciencia se tiene demasiado miedo a hacer cosas arriesgadas y eso no es bueno.


P. Hay otros detectores de neutrinos en el mundo. ¿Por qué este es especial?

R. Porque es mucho más grande, y cuanto más grande, más neutrinos detectas. Otros telescopios se centran más en obtener muchos detalles de los neutrinos que ven, pero nosotros lo que queremos es ver más cantidad.


P. ¿Y cual es su objetivo?

R. Queremos ver neutrinos procedentes de fuentes lejanas en el universo y captamos solo dos o tres de estas partículas por año, así que si lo hubiéramos hecho diez veces más pequeño, tardaríamos mil años en captar un solo neutrino de este tipo.


P. ¿Qué neutrinos son esos?

R. Sabemos que hay fuentes en el universo que producen partículas muy energéticas, rayos cósmicos que emiten neutrinos, pero nadie sabe qué los origina. Nuestro objetivo número uno es dar con las fuentes de esos rayos cósmicos a través de los neutrinos. Claro que nos interesa mucho también todo lo que sea inesperado. Pero tenga en cuenta que los rayos cósmicos se descubrieron hace ahora cien años y que conocemos muchos detalles de ellos, excepto su origen. En IceCube Tenemos ya un par de detecciones que pueden ser estos neutrinos cósmicos.


P. Se produjeron neutrinos también en el Big Bang.

R. Sí, sin duda, pero no sabemos cómo captarlos. Está más allá de nuestras posibilidades actuales porque tienen una energía demasiado baja y malamente interaccionan con nada.


P. Los que ve el IceCube son, entonces, muy energéticos.

R. Si. Imagínese que la energía del acelerador LHC, junto a Ginebra, es 7 de teraelectronvoltios (TeV) y puede producir neutrinos de 5 TeV. Pues bien, nosotros captamos neutrinos de miles de TeV de energía, que no sabemos de dónde vienen.


P. ¿Los neutrinos que interactúan con el hielo de la Antártida vienen de todas las direcciones, incluso atravesando la Tierra desde el polo Norte?

R. Sí, los captamos desde todas las orientaciones.


P. ¿Ha estado usted en la Antártida?

R. No, lo más cerca que he estado es Nueva Zelanda, desde donde se hace la logística. En la base Amundsen-Scott hay varios grandes proyectos en marcha y la cantidad de gente que se puede movilizar es limitada.


P. ¿Y el jefe no es imprescindible allí mismo?

R. No. Y yo tengo que dar ejemplo, porque todo el mundo quiere ir a la Antártida. La construcción estaba organizada como un ballet, todo sincronizado, de manera que uno lleva los equipos, hace su trabajo y se va. Podíamos tener como máximo en el polo Sur 50 personas, de ellas 40 para hacer las perforaciones, y solo se podía trabajar en diciembre y enero, porque el resto del año hace allí demasiado frío.


P. ¿Cuánta gente está en la Antártida ahora, para la operación del IceCube?

R. Solo dos personas para vigilar los ordenadores, los equipos... Los datos van del detector a la base, donde un centro de computación hace el primer análisis y los datos interesantes se envían vía satélite a la Universidad de Wisconsin, donde se analizan. Por cierto, una de las dos personas que están allí ahora acabando el turno es un físico español, Carlos Pobes, de la Universidad de Zaragoza.


Alicia Rivera, Madrid
31 de octubre de 2012
El Pais

Buque pesquero Betanzos sufrió avería en la Antártica

Fach apoya a buque Betanzos ante complicada avería en la Antártica
 
 
Es la única nave de bandera chilena, autorizada a operar en dicho continente bajo el tratado de la Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos.
 
Un fundamental apoyo en el tema antártico prestó la Fuerza Aérea de Chile, al buque de pesca chileno Betanzos, que el 20 de mayo presentó una emergencia en su sistema de propulsión que mantiene paralizadas sus faenas de pesca en aguas antárticas.

De acuerdo a información de la Cuarta Brigada Aérea, la nave permanece fondeada en la caleta Potter en el sector de bahía Fildes, en la isla Rey Jorge, y ya ha contado con el apoyo de buzos argentinos. Estos han ayudado a retirar los elementos enredados en su eje y hélice del sistema de propulsión. No obstante, dada la complejidad de la maniobra se hizo necesario el trabajo de personal especializado en mantenimiento submarino a través de buzos comerciales de la empresa Nautilus, que se desplazaron al sector en un avión de Aerovías Dap.

Dadas las importantes restricciones de carga de esta aeronave, se hizo necesario el apoyo de la Fuerza Aérea para trasladar hasta dicho sector el equipo de respaldo de los buzos: un compresor de 120 kilos, cuatro tanques dobles de buceo y una caja de herramientas de mantenimiento submarino. El miércoles 29 dicha carga fue embarcada en la Base Aérea Chabunco, viajando ese día hasta la base Presidente Eduardo Frei Montalva en un avión Hércules C-130.

Enrique Le Dantec, ejecutivo de la empresa armadora, destacó el apoyo de la Fach, ya que al carecer de sistema de propulsión, la tripulación de la nave debe soportar las bajas temperaturas del sector. Pese también a tener controlada la situación, no se descarta del todo que la embarcación pueda quedar varada. Esto, especialmente cuando lo que se necesita aquí es actuar con rapidez y eficacia, y el medio aéreo es el único que puede proporcionar esas variantes.

El buque factoría Betanzos es la única nave de bandera chilena, autorizada a operar en aguas antárticas bajo el tratado de la Convención para la Conservación de Recursos Vivos Marinos Antárticos, CCRVMA, creada en 1982 para conservar la flora y fauna marina de la Antártica. Esto, como reacción al creciente interés en la explotación comercial del krill antártico, componente esencial del ecosistema de ese territorio.
 
La Prensa Austral
 
 
 

 
Personal de la Base Científica Carlini auxilió a un buque pesquero chileno varado en la Antártida hace 15 días
 
 

El buque pesquero de bandera chilena tiene 25 tripulantes y 25.000 litros de combustible en sus tanques, y desde hace 15 días se hallaba varado en la zona antártica de Caleta Potter, tras sufrir una avería en su sistema de propulsión.

"Sesenta metros de red de kril estaban trabando los timones de dirección de popa y la hélice de propulsión

Se trata del buque pesquero Betanzos, perteneciente a la empresa Antartic Sea Fisheries, que el 17 de mayo sufrió una avería en su sistema de propulsión y comando, al quedar enredada en su timón y hélice una red de pesca (acorbatamiento).
El jefe de la Base Científica Carlini, teniente coronel Néstor Fabián Argüello, dijo a Télam que tras el percance, el barco Betanzos fue remolcado hasta caleta Potter, a la altura de AREA 2 -frente a la Base Carlini- por el Buque ´Adventured´ de bandera coreana.

El Betanzos se encontraba pescando en la zona de la Isla Trinidad, sobre el Estrecho de Gerlache, a unas cien millas náuticas al sudeste de la Base Carlini.

Ante la avería en su sistema de propulsión, el capitán del buque chileno, Héctor Martínez Soto, solicitó una inspección y mantenimiento del casco del mismo, tras lo cual se organizó un equipo de rescate y auxilio de la nave en emergencia desde la Base Carlini.

El grupo de trabajo estuvo integrado por el capitán Fernando Gallardo, encargado de la supervisión y seguridad (EA), y los buzos teniente primero Julián Díaz (EA), sargento ayudante Ariel Vázquez (EA), sargento ayudante Nemecio Arana (EA), sargento primero Fernando CUMIL (EA).

También integraron el equipo el teniente médico Rafael López Dale (EA), y el conductor de botes, cabo primero Roberto Carlo Da Silva (PNA).

Una vez en el lugar donde se encontraba el buque, el personal de la Base Carlini determinó que “aproximadamente sesenta metros de red de kril estaban trabando los timones de dirección de popa y la hélice de propulsión”.

En tanto y al relatar el percance que sufrió el buque pesquero, el teniente coronel Argüello dijo que todo ocurrió por una mala maniobra del primer oficial (un coreano) que estaba al mando de la nave. “Cuando se empieza enredar la red en la hélice, en vez de izar rápido la red y darle máquinas, cometió un error y se produjo un gran acorbatamiento”.

“El ´acorbatamiento´ (enredo en la jerga marina) fue de tal magnitud, que las redes tomaron todo el timón y la hélice imposibilitando tener movilidad propia al barco”, indicó.

Argüello comentó que los buzos de la Base Científica trabajaron a destajo durante 15 días para liberar al buque de esa situación “con temperaturas de casi 20 grados bajo cero, y vientos helados que superaban los 60 kilómetros por hora”.

“El buque soportó un temporal importante que lo llevó a casi 30 metros de la costa. Incluso se corrió el riesgo de un daño ecológico, puesto que la nave carga en sus tanques 225.000 litros de combustible y otros 2.500 litros de aceite”, detalló.

El teniente coronel Argüello ponderó luego la sacrificada tarea de los hombres de la base para auxiliar al buque pesquero.

“Misión cumplida, hemos hecho un trabajo solidario que nos enorgullece como argentinos, prestamos nuestra ayuda ante la emergencia de un buque de bandera chilena. Hoy el personal retiró la totalidad del material que impedía la navegación al buque”, agregó.

Por último reiteró que los buzos y el personal técnico de la Base Carlini “realizaron un esfuerzo muy importante durante estos 15 días para liberar al barco pesquero del encorbatamiento".

TELAM

miércoles, 5 de junio de 2013

El hielo de la Antártida ‘atrapa’ 28 neutrinos de alta energía




El telescopio IceCube capta sus primeras partículas de origen cósmico

Los físicos estudian si proceden de rayos cósmicos, agujeros negros o estrella

El observatorio polar tiene más de 5.000 módulos ópticos

Un total de 28 neutrinos, esas partículas elementales abundantísimas en el universo pero que apenas se dejan detectar por lo poco que interaccionan con la materia, constituyen el primer triunfo científico del peculiar telescopio IceCube, incrustado literalmente en el hielo supertransparente del Polo Sur. A diferencia de los neutrinos que se detectan en otras instalaciones, los 28 captados en la Antártida entre mayo de 2010 y mayo de 2012, son de alta energía y, probablemente, proceden de fuera del sistema Solar. Los científicos no saben aún qué proceso en el universo los emitió, pero podrían ser agujeros negros, estallidos de rayos gamma, estrellas en formación o explosiones de supernovas. Dos de esos 28 neutrinos, además, son de altísima energía (superior a un petaelectronvoltio), lo que significa miles de veces más energéticos que los neutrinos generados en los aceleradores de partículas.


Tan importantes son para los científicos de IceCube, que han dado apodo a estos dos neutrinos superenergéticos, Ernie y Bert (Epi y Blas en EE UU), aunque reconocen que aún son pocos para sacar conclusiones rotundas.


“Dado que raramente interaccionan con la materia y no se ven afectados por la gravedad, los neutrinos pueden llevar información acerca de los fenómenos de mayor energía y más lejanos del universo”, explican los expertos de la Universidad de Wisconsin-Madison, responsables del telescopio polar. Recuerdan que la inmensa mayoría de los millones de neutrinos que atraviesan la Tierra cada segundo (el IceCube detecta unos 100.000 al año) se generan o en el Sol o en la atmósfera por efecto de los rayos cósmicos.


El IceCube está formado por más de 5.000 módulos ópticos incrustados en un kilómetro cúbico de hielo bajo la base antártica de EE UU Amundsen-Scott, en el Polo Sur. Para montarlo, los ingenieros hicieron 86 perforaciones con agua caliente y, antes de que se congelara de nuevo, introdujeron a profundidades de entre 1,45 y 2,45 kilómetros hileras de detectores, como si fueran perlas, con todos los cables y los dispositivos electrónicos. Pero el observatorio no ve directamente los neutrinos: cuando uno choca con el núcleo de un átomo de hielo produce un destello que captan los detectores ópticos. Participan en este experimento 260 científicos de 36 instituciones de ocho países.


“Hasta ahora solo se habían detectado neutrinos cósmicos en el caso de la supernova 1987A, que estalló en la Gran Nube de Magallanes, a 170.000 años luz de la Tierra, y que se vio aquí en 1987”, recuerda Carlos Pobes, físico español que, aunque no es directamente miembro del equipo de IceCube, se ha ocupado durante un año cuidando del telescopio en el Polo Sur y está muy al tanto de los resultados que va generando. “Estos neutrinos que se presentan ahora son 100 millones de veces más energéticos que los de la supernova 1987A”, añade. Y Pobes pone un ejemplo muy gráfico de por qué se captan tan pocas de estas partículas de alta energía: “Es como cuando se rompe un vaso, que tienes muy pocos cristales grandes y muchos pequeños”.


Lo que está claro, a la espera de más datos y más análisis que enriquezcan la información de los primeros 28 neutrinos de alta energía que ahora se presentan en la revista Physical Review Letters, es que el IceCube funciona. “Nunca imaginaría que la ciencia pudiera ser más emocionante que construir este instrumento”, ha declarado su líder, el físico estadounidense Francis Halzen.
“El IceCube es apropiado para hacer un nuevo tipo de mapa del cielo, porque algún día, además de los mapas ópticos del universo en diferentes frecuencias, habrá algunos hechos con neutrinos y otros con ondas gravitatorias”, comenta Belén Gavela, catedrática de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid. “Es otra forma de mirar el cielo”.


Con el éxito del IceCube emerge la conveniencia de hacer un telescopio de neutrinos equivalente en el hemisferio norte. Y no aprovecharía el hielo, sino cinco kilómetros cúbicos de agua del Mediterráneo. El proyecto se denomina KM3NeT y su prototipo Antares ya funciona cerca de Tolón (Francia). “La ventaja del Antares y el KM3NeT es que pueden observar de forma más sencilla que el IceCube en dirección al centro de la Vía Láctea. Ya que están situados en el hemisferio Norte”, adelanta Juan José Hernández Rey, investigador del Instituto de Física Corpuscular (CSIC-Universidad de Valencia).
 
Alicia Rivera, Madrid
El País