martes, 28 de abril de 2009

La placa Wilkins, en la Antártida, empieza a desintegrarse


Tras el colapso del frágil puente de hielo que la mantenía unida a tierra firme , el frente de la placa helada Wilkins, en la Península Antártica, está empezando a desintegrarse desgajándose en icebergs. Los científicos lo han observado con satélites. El puente de hielo era una barrera que contenía esa zona de placa Wilkins y tras su colapso, las grietas que ya se habían formado en el hielo se han agrandado, al tiempo que se han formado otras nuevas, según informa la Agencia Europea del Espacio (ESA), cuyo satélite Envisat, dotado de un radar avanzado, está resultando crucial en la observación de estos hielos antárticos.
Hace pocos días, se han observado los primeros icebergs que se han desgajado de la Wilkins. Una primera estimación realizada por los científicos indica que se han perdido ya unos 700 kilómetros cuadrados de la placa. "El retroceso de la Wilkins es el más reciente y mayor de los procesos de este tipo registrados. Ocho placas heladas de la Península Antártica han dado muestras de retroceso en las últimas décadas", explica David Vaughhan, del Servicio Antártico Británico. "Apenas hay dudas acerca de que estos cambios son el resultado del calentamiento de la atmósfera en la región, que es el más rápido del Hemisferio Sur".

La placa Wilkins y el puente que la unía a la isla Charcot venían siendo vigilados desde hace años por la comunidad científica. "Los cambios en esta placa suponen un fabuloso laboratorio natural que nos permitirá comprender cómo las placas heladas responden al cambio climático y qué deparará el futuro al resto de la Antártida", continúa Vaughhan.
Pese a la fractura del puente y los icebergs ya liberados en el frente de la placa, Angélica Humbert de la Münster University (Alemania), considera que no está claro cómo evolucionará la situación allí a partir de ahora. "No estamos seguros de si se formará un nuevo frente estable de hielo con las islas Latady y Dorsey", advierte esta experta.
A.R - Madrid - 28/04/2009
El País

lunes, 20 de abril de 2009

Científicos pronostican que el agujero de la capa de ozono se cerrará sobre 2065


El agujero en la capa de ozono sobre el Antártico se ha estabilizado desde el año 2000, pero aún tardará décadas en regenerarse y cerrarse; como pronto lo hará en el año 2065. Esta es la conclusión que ha ofrecido el climatólogo estadounidense David J. Hofmann, de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EEUU (NOAA).

Pese a la estabilización "no hay señales aún de una recuperación" sobre el polo sur, aunque el experto ha indicado que de seguir la tendencia actual podría comenzar a cerrarse a partir del año 2030.

El agujero se ha estabilizado

Las pruebas con globos sonda demuestran que el agujero de la capa de ozono se ha estabilizado, o como lo ha expresado Hofmann: "El paciente enfermo no está enfermando más". El científico ha asegurado que no está claro si la atmósfera volverá a ser como fue antes de la aparición de ese fenómeno y ha descartado que el agujero tuviera algún impacto en el cambio climático.

"Sabemos que va ser un proceso muy largo, pero es una buena noticia que las cosas no vayan a peor", ha indicado. Las emisiones de gases que tienen un efecto destructor sobre la capa de ozono de la estratosfera llegaron a un paroxismo en el 2000, pero desde entonces esas sustancias se han venido reduciendo lentamente a un promedio del 1% anual.

Alrededor de 9.000 científicos de todo el mundo se reúnen hasta el próximo viernes en Viena en el congreso anual de la Unión Europea de Geociencia (UEG).
Ecodiario