Pasadas las 15 horas de ayer llegó al aeródromo Teniente Marsh, en la Base Eduardo Frei de la Fuerza Aérea de Chile, el vuelo que trasladó a dicho continente al príncipe Alberto II de Mónaco y su comitiva, entre ellos un grupo de estudiantes invitados por el Instituto Antártico Chileno. A esa hora, el territorio presentaba una condición climática parcial a nublado, para posteriormente caer una llovizna. Pasadas las 18 horas volvió a despejarse.
En la Base Frei el soberano monegasco fue objeto de una recepción privada, tras lo cual visitó villa Las Estrellas y recorrió bahía Fildes.
Los estudiantes, en tanto, realizaron algunos experimentos en terreno con el investigador de la Umag, Claudio Gómez. Tomaron muestras de diferentes lugares a objeto de ver el nivel de contaminación de la zona. También aprendieron a manejar el GPS y conocieron la iglesia Ortodoxa que funciona en la base rusa Bellinghausen.
Alberto II de Mónaco pernoctó anoche en la Base Frei, al igual que parte de la delegación chilena que lo acompaña; el resto lo hizo en la base Profesor Julio Escudero del Inach.
Lo más anecdótico del viaje ocurrió a bordo del avión Dap que realizó el traslado, luego de que el príncipe dejara su asiento para compartir con los estudiantes, sosteniendo un diálogo distendido con quienes dominaban el inglés.
La Prensa Austral
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