Fuentes de la Cancillería informaron a Clarín que el país solicitó ayer a la embajada alemana aclaraciones sobre el experimento de fertilización oceánica LOHAFEX. Además, Cancillería expresó a la representación alemana su preocupación por el impacto ambiental que podría provocar el ensayo. Siempre según fuentes del Palacio San Martín, la embajada alemana contestó que se habían tenido en cuenta las objeciones argentinas, y que el experimento se llevaría a cabo en aguas internacionales, alejadas de los espacios marítimos de nuestro país.
En mayo del año pasado, en Alemania, en la Novena Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica, a la que asistieron más de 4.000 delegados gubernamentales y ONG de todo el mundo, se decidió solicitar que las actividades de fertilización oceánica no se realizaran hasta que haya una base científica adecuada que las justificara. Por eso, la puesta en marcha del experimento LOHAFEX, llevado adelante por Alemania y la India, causó sorpresa.
Mariano Mémoli, director del Instituto Antártico Argentino, dependiente de la Cancillería, le dijo a Clarín: "En la próxima Reunión Consultiva del Tratado Antártico, Argentina va a pedir que se le dé más información acerca de este experimento".
Mémoli confirmó que el proyecto LOHAFEX se lleva a cabo en aguas internacionales, al noreste de las islas Georgias del Sur, y que se inició sin incumplir ninguna normativa internacional. "Sin embargo -señaló el funcionario-, forma parte de las buenas prácticas en este tipo de investigaciones difundirlas y abrirlas a la comunidad internacional; eso, en este caso, no ocurrió".
El Clarín
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