Durante su permanencia recorrieron los terrenos junto a destacados científicos antárticos y compartieron el vuelo con el Príncipe de Mónaco. Con las mochilas repletas de experiencias inolvidables y maravillados con el laboratorio natural más grande del mundo, regresaron desde el continente helado los estudiantes ganadores de la Feria Antártica Escolar 2008.Estuvieron cuatro días allá, alojaron en la base científica Profesor Julio Escudero del Instituto Antártico Chileno (Inach) y recorrieron el terreno que los dejó asombrados, en donde no solo observaron los paisajes de ensueño. Al regresar a Punta Arenas, los jóvenes científicos no escatimaron palabras para destacar el hecho de poder visitar la Antártica. Sin duda, lo que más asombrados les dejó fueron las salidas a terreno con clases de geología y paleontología con científicos del Inach y la Universidad de Magallanes (Umag).
Parte de los profesionales que apoyaron a la Expedición Antártica Escolar 2009 fueron el Dr. Marcelo Leppe (paleobiólogo), Dr. Stefan Kraus (vulcanólogo), el Dr. Claudio Gómez (Umag) y el explorador Alejo Contreras.
Cabe señalar que los estudiantes también compartieron el vuelo con el príncipe Alberto II de Mónaco, quien a su vez se dirigió hasta el continente helado, para visitar diferentes bases antárticas internacionales. El grueso de la delegación emprenderá rumbo a sus respectivas ciudades el próximo sábado 10 de enero, esperando poder compartir sus vivencias con sus compañeros.
TESTIMONIOS
“Realmente fue un experiencia maravillosa en donde todo lo que vivimos fue demasiado lindo. Resultó interesante la ida a este continente, ya que no fue sólo un viaje: aprendimos cosas nuevas acerca del territorio y los animales que ahí habitan. La relación que tuvimos con los científicos en terreno fue genial; ojalá se puedan dar las cosas a futuro para estudiar Geología”.
Makarena Sandoval Molina (Liceo B-13 Las Araucarias, Curacautín).
“De este viaje existen muchas cosas que rescatar, pero sin duda una a destacar es el hecho de que los jóvenes se sintieran aportando algo a la ciencia. Se podía observar esa llama en los ojos cuando estuvieron trabajando con los fósiles y esa cercanía que tuvieron con los científicos en terreno, es algo tremendamente enriquecedor”.
Lya Astudillo, profesora (Colegio República del Brasil, Concepción).
Radio Polar
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