SIDNEY (Reuters) - El grupo contra la cacería de ballenas Sea Shepherd dijo que se ha visto obligado a abandonar temporalmente su persecución de la flota ballenera japonesa en la Antártica mientras su nave recarga combustible.
Paul Watson, fundador del grupo con base en Estados Unidos, dijo en un comunicado publicado en la página en internet del grupo (www.seashepherd.org) que su barco Steve Irwin recargará combustible en el puerto más cercano y regresará a la persecución.
Watson dijo que la operación de dos semanas en el Océano Antártico ha tenido éxito debido a que ha disminuido la cantidad de ballenas asesinadas por la flota japonesa.
La flota ballenera de Japón están en la Antártida por su cacería anual para capturar a 900 ballenas. A pesar de la moratoria internacional sobre la cacería de ballenas vigente desde 1986, Japón justifica sus actividades afirmando que tienen propósitos científicos.
La mayor parte de la carne de ballena termina en vitrinas de supermercados y locales de comida.
"Los hemos perseguido, hemos detenido sus actividades de cacería por dos semanas y los hemos expulsado con éxito de las aguas territoriales antárticas australianas", dijo el viernes Watson en un comunicado.
"Ahora regresamos a tierra para recargar combustible. No tenemos el lujo de recargar en el mar como lo hace la flota japonesa", agregó.
Sea Shepherd dijo que ha perseguido a la flota japonesa por dos semanas y que la hizo salir de las aguas que Australia reclama como parte de su territorio antártico.
Los japoneses dicen que están en aguas internacionales
El Instituto de Investigación de Cetáceos de Japón, que dirige la cacería anual, ha acusado de Sea Shepherd de "ecoterrorismo" y de embestir y poner en riesgo a las naves japonesas, acusaciones que Watson rechaza.
(Editado en español por Ricardo Figueroa)
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