jueves, 29 de enero de 2009

Guardaparques en la Antártida


29/01/09 (APP) Los guardaparques Mariano Spisso y Emilio Daher, del Parque Nacional Los Glaciares, permanecerán hasta el año que viene en la Base Orcadas comisionados por la Dirección Nacional del Antártico para colaborar en tareas de investigación científica en la mayor área protegida del mundo.
Desde 1990, los guardaparques nacionales realizan tareas de relevamiento biológico de esa base, convirtiéndose Argentina en el primer país que envió profesionales de la conservación a la mayor área protegida del mundo.
En 1991 la Administración de Parques Nacionales (APN) firmó el convenio con la Dirección Nacional del Antártico, coincidiendo con la renovación del Tratado Antártico, que reafirmó la soberanía argentina en el continente blanco. A partir de este convenio, se realizan campañas integradas por dos guardaparques, de un año de duración aproximadamente.
Los guardaparques son seleccionados por el Instituto Antártico Argentino después de analizar la trayectoria de quienes se postulan para este desafío. Posteriormente, se establece el orden de mérito de los todos los candidatos propuestos.
Dentro de las tareas que realizan los guardaparques durante su estadía en la Base Orcadas se incluyen los relevamientos, toma de muestras y observación de especies de aves y mamíferos marinos. Todas esas muestras se congelan y se envían a la Dirección Nacional del Antártico, donde se compararán con otras muestras para establecer la situación real del ecosistema.
Los datos de este laboratorio científico se comparten con otros países y se cotejan con los acumulados, dando así un panorama de la calidad del medio ambiente de este lugar del planeta.
De esta manera, los Guardaparques Nacionales en representación de la APN y la Dirección Nacional del Antártico, colaboran cada año en la investigación científica con los objetivos de intentar conocer mejor el ecosistema antártico, y así contribuir en implementar mejores acciones de Conservación de un ambiente tan único y maravilloso como imprescindible para la vida en el resto de los continentes.
Base Orcadas, primera ocupación humana en la Antártida
En 1903, William Bruce, decidió organizar una expedición científica a la Antártida. Embarcó en un viejo ballenero noruego -cuyo nombre cambió por el de “Scotia”- acompañado de 7 científicos y 25 tripulantes. El propósito principal era realizar observaciones y estudios oceanográficos en el Mar de Wedell, explorando además el archipiélago de las Orcadas del Sur, su flora y fauna.
Al llegar a dichas islas, separadas por un mar congelado, el buque quedó atrapado por el hielo en la isla Laurie, hasta casi fin de año. Cuando se liberó del hielo, parte de la tripulación permaneció en la isla en una precaria casa de piedra, construida con parte de los materiales de la embarcación y piedras del lugar. Se denominó “Casa Omond” (Omond House)”, en homenaje a uno de los contribuyentes que financió la expedición. La otra parte del grupo se embarcó rumbo a Buenos Aires para reaprovisionarse e intentar la transferencia al Estado argentino de esa construcción junto con el observatorio magnético, con el objetivo de conseguir recursos para proseguir con la campaña.
El gobierno aceptó esta propuesta, dando inicio a la primera investigación científica, apoyada por un decreto del Presidente Julio A. Roca y las gestiones del perito Francisco Pascasio Moreno, en ese momento diputado nacional.
Es así, como en 1904, nace la Base Orcadas con la instalación de la primera estafeta postal, a cargo de Hugo Acuña y un observatorio magnético y meteorológico, atendido por personal de la Oficina Meteorológica Nacional y de la Armada Argentina. Ese fue el primer acto de soberanía argentina en la Antártida y la primera base en el continente blanco. –(DIRECCIÓN DEL ANTÁRTICO)

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