El trazado de la segunda jornada tuvo que variarse para evitar que los vehículos atravesaran un camposanto de la tribu de los tehuelches
Son pocos, apenas cinco mil y menos de la mitad conservan intactas sus costumbres, miran al cielo en busca de ayuda, apelan a la tierra pidiendo auxilio, incluso le rezan al fuego. Los indios tehuelches son los aborígenes de la Patagonia, están aquí antes de que llegaran Juan de Garay o Solis Cerro, mucho antes de que Argentina se convirtieran en esa magnífica mezcla de culturas y migraciones que ha moldeado a sus habitantes. Aún hoy, los tehuelches honran a sus muertos en lugares casi inaccesibles, en los que parece no haber nada, pero donde se hallan sus antepasados.
Son los cementerios que obligaron a cambiar el recorrido de la etapa de ayer, la segunda del Dakar que pasaba por el norte de la provincia patagónica. Así lo confirmó uno de los policías de la provincia, el sargento Morales: "Se temía algún tipo de manifestación por parte de grupos que defienden los derechos de los indios, de arqueólogos y también de ambientalistas porque la etapa podía cruzar camposantos y dañarlos, por lo que se cambió el recorrido".
Morales es uno de los casi trescientos policías de la provincia de Chubut que vigila la caravana. Además de la Policía, también la Gendarmería Nacional, un cuerpo que podríamos equiparar a la Guardia Civil, vela por la seguridad de la prueba. El sargento Krakowiechi confirmó el problema con los indios: "Es difícil saber exactamente cuánto se varió el recorrido, pero no fueron muchos kilómetros. Lo que sí es cierto es que se ha tenido que ir por pistas en vez de campo a través, que es como estaba previsto. También hubo quejas de los dueños de algunas tierras".
Julio Escobar, operario de la empresa de seguridad, explicó la amalgama de aborígenes de Argentina: "Están los onas, en el sur que visten con pieles; los pampas, en el centro; los matacos, en el norte; los guaraníes, en el este y los comechingones, en el sureste, aparte de los que provocaron el problema aquí en la Patagonia". Se refiere a los tehuelches, casi negros, muy bajitos, que aún viven en chozas y se alimentan de capones (ovejas capadas) y guanacos, una especie de llamas.
AS
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