La "Ballena" durmió bajo la tienda, y no van que el día siguiente. Durante la noche, el lago aún subió más, y cuesta tres horas de esfuerzo cruzarlo; es largo, de un kilómetro, con bastantes rodeos por un bosque que tapa a veces dolinas y grietas. Nos recuerda Papúa Nueva Guinea... Durante este tiempo, los que fueron a la playa atraídos, seguramente, por la arena blanca, han abierto un paso aéreo en una pendiente caliza cubierta de vegetaciones cuya única cosa buena es que amortigüa las caídas...
Laurent y Stéphane en lo alto de la playa de la ballena
A las 13:00, están sobre la playa: desde luego no necesitan crema solar... están empapados; exploran y topografían una gran cavidad de 20 x 30 m. con 500 m de desarrollo, bautizada "Gruta 10h10", siguiendo un extraño planteamiento de Stéphane, cuya entrepierna muy irritada por estas marchas forzadas bajo la lluvia, le provoca fuertes dolores... Por la noche, instalan su vivaque bajo el porche de la gruta con los vestigios de hábitat, y emprenden una observación detallada del lugar: ¡extraño descubrimiento, hay huesos humanos desperdigados sobre la arena, y en la cavidad un cráneo invertido está adherido al suelo por la calcita! ¡He aquí una nueva gruta sepulcral! Como el equipo de la ballena guardó el único teléfono satélite, nos obligamos por seguridad a frecuentes contactos de radio. La lluvia que cae inquieta a Richard, que nos convence de no intentar el descenso hacia la gruta de la ballena, y acampamos mal que bien en el refugio de los Albatros, sin ver más allá de 100 m a causa de la niebla.
Cráneo humano
24 de febrero
El tiempo está más tranquilo. La niebla sigue presente, una pequeña lluvia fina riega todo, pero nos atrevemos a ir al porche de la Ballena. Un momento de emoción para Marc, que puede disfrutar la visión desde la parte más alta de este porche magistral. A las 14:00, un fuego crepita en la gruta: cuestión de perseverancia, Luc llega a hacer arder las ramas muertas de los arbustos que componen el pequeño bosque a la entrada de la Ballena, aunque sus cortezas estén húmedas. En una media hora, estamos secos; una media hora más tarde probamos un plato caliente, ya que recuperamos la comida dejada por Richard en el último acceso marítimo en la gruta... Satisfechos, nos ponemos manos a la obra: Marc y Richard hacen la topografía de la circunferencia de la sala, señalando en la medida de lo posible, las osamentas, mientras que Luc hace un inventario específico de cada osamenta de ballena fotografiándolas desde diferentes ángulos, y midiéndolas una a una.
Hacia las 22:00, nos encontramos todos en la gruta del Albatros; el equipo de la playa hizo una relación muy precisa del yacimiento arqueológico, y fotografió los huesos humanos encontrados.
25 de febrero
Milagro, no llueve. Pequeños rayos de sol iluminan la montaña. Para Laurent y Marc, que no habían estado aquí antes y hasta ahora no habían podido ver mucho por la maldita niebla, es una revelación. Un lugar espléndido y salvaje. Decidimos volver a Guarello, aprovechando esta tregua del tiempo. El cielo vuelve a convertirse rápidamente en gris ceniza, pero esperamos que el nivel del lago haya bajado ¡Error fatal, aún subió un metro y medio más! Esto termina en “operación comando”, los pies buscando la punta de algún bloque para no mojarnos, agarrados a las ramas que se rompen socarronamente... En un paso de escalada, una rama cede y Luc se lleva un baño gratis en el lago. Cansados de caminar con tanto esfuerzo... al llegar al campamento del Lago, nos lanzamos a la comida ¡Desaparece todo en unos minutos! Es necesario recoger todo el campamento, añadir a nuestras ya pesadas mochilas, tiendas y demás material de vivac y reanudar el camino a Guarello... 20:00 horas, llegamos por fin al puerto, después las 9 de la mañana en marcha. Ramón, el simpático camarero de Guarello, nos apremia para que comamos antes de nada, que ya nos lavaremos después... y francamente, es la pura felicidad comer sentados y secos, mientras afuera, la lluvia vuelve...
El resto del equipo que quedó en Guarello prosigue con las prospecciones costeras en zodiacs, a pesar de la lluvia, la crecida deja ver nuevas surgencias bajo el mar.
Al sur de Guarello se sitúa un antiguo campamento (reciente) de Kawésqar...
En la Banda de arenisca de Madre de Dios, (que en realidad se trata de roca volcánica según los geólogos), descendieron algunos pozos que no dieron grands resultados. Será un sector a explorar en una próxima expedición.
En la Banda de arenisca de Madre de Dios, (que en realidad se trata de roca volcánica según los geólogos), descendieron algunos pozos que no dieron grands resultados. Será un sector a explorar en una próxima expedición.
Stéphane realizando topografía
Se prospecta la isla Caracciolo, perdida en el canal Oeste, entre Madre de Dios y Duke de York. Se sube hasta la zona de contacto granito-caliza y se rodea toda su costa.
En cuanto a la sima de la Detente y a su continuación que nos hacía esperar una nueva marca de profundidad para Chile, un equipo fue para desequipar y desmontar el campamento... el mal tiempo no nos ha dado tregua este año. No se ha podido llegar al fondo en los dos meses. Seguirá siendo uno de los objetivos para los primeros días de buen tiempo de la próxima expedición!
Y hoy 26 de febrero, un tiempo terrible nos despertó; un viento brutal y trombas de agua azotan la isla. Es realmente imposible salir de la base de Guarello.
Todos los campamentos de altura están desequipados, se comienza a lavar y secar el material para llenar el contenedor el 28 de febrero. Todo el mundo trabaja ultimando los informes, las últimas topografías, los estudios científicos, la numeración de las muestras... ¿saldrá algún día “mediobueno” para poder hacer alguna última salida? Nadie se arriesga al menor pronóstico...
Gustavo y Gerd desequipando la Detente
Fuente: Expedición Última Patagonia 2008
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