MAR GÓMEZ Los pingüinos han tomado la plaza central del centro comercial Mediterráneo, aunque sólo es por una semana. No se trata de una invasión ni de una consecuencia del cambio climático, sino de una exposición cuyo objetivo es acercar la Antártida y las investigaciones científicas que la Universidad de Murcia lleva a cabo allí a todos los ciudadanos de Cartagena y su comarca.
Para tristeza de la mayoría, los pingüinos no son reales, son de cartón, aunque sí es real el esqueleto de león marino que se expone en esta muestra, que estará abierta hasta el sábado. "Es realmente impresionante porque ves un animal que parece blando y su esqueleto se parece al de un dinosaurio", destacó Fernando Martín, del vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Murcia.
También es bastante real la maqueta de una de las bases españolas en la Antártida y las fotografías que muestran como es la vida en el polo."La Antártida es el mayor laboratorio natural del mundo y no tiene dueño, es de todos. Por eso es necesario que exista una conciencia global de su importancia. Para mí ha sido un auténtico placer estar allí", explica Miguel Mota, profesor de Toxicología de la UMU y uno de los investigadores que viajó el año pasado a la Antártida para llevar a cabo diversas investigaciones.
El público que visite la muestra también podrá contemplar una pequeña muestra de la ropa térmica que se utiliza en aquellas latitudes. "Queremos que la gente conozca como trabajamos allí y, al tiempo, despertar la vocación científica entre los más jóvenes", aclara Mota.
Este científico de la UMU recogió muestras de los pingüinos y corroboró que en su cuerpo, y en especial en sus plumas, hay niveles de contaminación.
"Hemos encontrado niveles medibles de metales pesados. Los niveles son bajos, no preocupantes, pero sí hay que vigilarlos ya que ponen de manifiesto que en una zona teóricamente pura llega la contaminación", señala Miguel Mota.
Entre los causantes de esta contaminación se puede encontrar el desarrollo turístico que ha experimentado esta zona, aunque también influyen las corrientes marinas y los vientos, que llevan los contaminantes desde otras zonas del planeta hasta allí. "En la tierra no hay nada aislado, todo está conectado entre sí, como demuestra la presencia de contaminación en los pingüinos", aclara el científico de la Universidad de Murcia.
Los investigadores de la UMU continúan trabajando en la Antártida, recogiendo muestras que analizan sus compañeros desde las instalaciones de la Universidad. En la exposición del Parque Mediterráneo, que se puede visitar en horario comercial hasta el próximo sábado, se pueden ver imágenes captadas el pasado año durante la visita de alguno de estos investigadores a la Antártida a bordo del buque Las Palmas.
"El viaje es impresionante. Merece la pena. De hecho, yo espero volver", precisa Miguel Mota, mientras contempla con añoranza las imágenes de la Antártida que se muestran en Parque Mediterráneo.
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