Por Rob Taylor
CANBERRA (Reuters) - El primer ministro australiano, Kevin Rudd, estableció noviembre como plazo para que Japón detenga la caza de ballenas cerca de la Antártida, o tendrá que enfrentar una demanda legal internacional, al tiempo que Tokio pidió una instancia de diálogo.
La caza de ballenas ha sido un problema permanente entre los dos grandes socios comerciales, a pesar de que ambos gobiernos habían prometido en el pasado que el tema no afectaría sus lazos.
Rudd realizó las declaraciones en la víspera de una visita del ministro de Relaciones Exteriores japonés Katsuya Okada.
El primer ministro dijo que aunque Australia prefería encontrar una solución diplomática a su disputa con Tokio sobre la matanza selectiva de ballenas cerca de la Antártida, aún mantenía la amenaza hecha dos años atrás de llevar el enfrentamiento a una corte internacional.
"Si eso falla, entonces iniciaremos acciones en los tribunales antes de que comience la temporada de caza de ballenas en noviembre del 2010. Esa es la fecha límite y estamos siendo bien claros ante los japoneses, eso es lo que pensamos hacer", dijo el funcionario a la televisión australiana.
Ambientalistas han acusado a Rudd de retractarse con la amenaza de presentarse ante la Corte Internacional de Justicia para no dañar las relaciones comerciales de 58.000 millones de dólares con Japón, y el hasta ahora lento progreso de llegar a un acuerdo de libre comercio.
"El primer ministro (Rudd) habló cuidadosamente, diciendo (que se irá a la corte) 'sólo si no se resuelve a través del diálogo' (...) Resolver esto a través del diálogo es la base y no creo que tengamos mayores diferencias", dijo Okada en una conferencia de prensa en Tokio.
"Japón y Australia tienen lazos de amistad muy importantes y a mi me gustaría conversar de este tema tranquilamente en base a esos lazos", añadió.
Expertos legales dicen que la matanza selectiva de ballenas viola leyes internacionales, tales como el Sistema del Tratado Antártico. Llegar a tribunales daría lugar a la llamada orden provisional para que Japón detenga inmediatamente la caza antes de una audiencia.
La caza comercial de ballenas fue prohibida en 1986, pero Japón aún lo lleva adelante alegando que es base para investigaciones.
El capitán del barco Sea Shepherd Conservation Society, de línea dura, está detenido en un buque ballenero y podría enfrentar cargos judiciales en Japón tras abordar la nave en el mar como protesta el 15 de febrero.
Okada comenzará el sábado una visita de dos días a Australia, en la que mantendrá conversaciones con Rudd y el ministro de Relaciones Exteriores Stephen Smith sobre la caza de ballenas, seguridad y las estancadas negociaciones del acuerdo de libre comercio.
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