El crucero a la Antártida debe contarse entre los más singulares paseos del mundo marítimo.
Los barcos deben ser especiales para maniobrar entre témpanos y en mares bravíos, por lo que su lujo no es lo primero.
"Son barcos relativamente pequeños, con poco espacio en su interior", explicó a Télam el director general de Puertos de Ushuaia, Gustavo Robles.
En viaje a la Antártida estas embarcaciones hacen sentir a sus pasajeros por momentos abandonados por Lord Jim en plena tempestad, pero con la misma emoción al pisar la costa antártica, rodeada de hielo y volcanes del fin del mundo.
Los pasajeros bajan en algunas apacibles bahías, en paseos estrictamente regulados para buscar el mínimo perjuicio ecológico.
La Antártida es el continente más "limpio" del planeta y los suscriptores del Tratado Antártico trabajan permanentemente en su protección.Las temperaturas no son tan rigurosas y en verano rondan entre los 5 grados bajo cero y los 2 o 3 sobre cero. Para marzo descienden hasta 10 grados bajo cero.
También allí es especial cada jornada por la extensión del día solar. Recién se "hace de noche" -una penumbra casi luminosa- a las 24 y amanece a las 4 de la madrugada.
Dicen que cuesta lo que vale: una excursión a la oscila entre los 2.500 a casi 9.000 dólares por pasajero.
Telam
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