Lunes 23 de Noviembre del 2009
Tomás Noches Vera Profesor y ensayista
Muchas veces pensamos que un nombre más o un nombre menos dan lo mismo, pero ¿Qué sucede cuando un nombre designa una identidad o un proyecto? Es cierto que nuestra región es y ha sido conocida por ser la Patagonia, un vocablo que nunca he logrado saber a ciencia cierta lo que significa etimológicamente, pero que encierra en la mente de muchos un conjunto de imágenes naturales que nos indican nuestra región y todas sus bellezas naturales. Es esta palabra la que cobra un significado de lucha por el medio ambiente, como la Patagonia sin represas, por dar un ejemplo… aunque después de la sorpresa que me lleve hace poco, y por la cual escribo el presente artículo, me quedará dando vueltas si realmente la Undécima región es la Patagonia, si aún esta palabra, que atrae a turistas y a más de algún empresario, es propia de nosotros, y aún más ¿Cuáles son los límites por donde empieza y termina la Patagonia?
Les decía que tuve una sorpresa hace poco, y bueno, se trata de que en Osorno este año me he encontrado con afiches gigantes, en la municipalidad y en la oficina de turismo de la ciudad los cuales aseguran que Osorno es la capital de la Patagonia… ¿Ahora entienden mi sorpresa?... sé que más de alguien dirá y bueno, ¿eso qué importa? es sólo un nombre nada más; pero sé perfectamente que Patagonia, más que una palabra es una identidad, y esa identidad, que por años nuestra Undécima región ha tenido y bajo la cual ha entablado los proyectos regionales, nos la están robando en esta ciudad de la décima región.
Lo peor, desde mi punto de vista, es que se aprecia una falta de respeto por una región aislada, la cual se ha sufrido por muchos años el abandono del gobierno, el encarecimiento de los recursos básicos, y el asentamiento de empresas extranjeras que han pretendido explotar a destajo el ecosistema tan único que rodea cada ciudad y pueblo de la región. Y ahora nos encontramos con que una ciudad se confiere ser la capital Patagónica de Chile, una ciudad que aparte de ser zona ganadera no tiene ni siquiera los lugares paradisíacos de nuestra tierra Austral (¿o acaso es paradisíaco tener un río Rahue que huele a fecas, una plaza que también huele a más fecas, pero de pájaro, y un aire que lentamente se vuelve más contaminado?)
Los descuidos muchas veces causan que andemos tropezando una y otra vez con los problemas…la ignorancia y el “Me da lo mismo”, es algo que en nuestra región nos ha causado por años aislamiento, una mala calidad de vida, el abuso del poder económico y peor aún, ser una ciudad hermosa, pero sin progreso, una ciudad medianamente tranquila, pero sin cultura e identidad... somos la hibrides Cancliana, la alteración Orteguiana, y ahora ¿Ya ni siquiera somos lo que siempre fuimos o creímos ser?
Mi intención no es simplemente denunciar este robo de identidad, sino hacer que cada uno de ustedes, que tenga la ocasión de leer este artículo, se dé cuenta de que la actitud hermética con que muchas veces vivimos en la región causa que aquellos que están fuera de este hermetismo hagan y deshagan en torno nuestro… Y como decía un gran pensador Español: Es más peligroso un tonto que un asesino, porque el asesino por lo menos descansa…el tonto jamás…
El Divisadero, Coyhaique
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