Víctor Gabriel Andino integra la campaña que ocupa la Base Manuel Belgrano 2, en la Antártida Argentina.
En una noche eterna, adornada de coloridas auroras, este sanjuanino habla de su tierra natal, su familia y el orgullo de haber llegado al lugar más austral de la Argentina.
VIOLETA MARCOVICH - DIARIO DE CUYO
En su Jáchal natal no se imaginó jamás que llegaría el momento de semejante experiencia. Rodeado de hielo, nieve y con una noche polar de 4 meses, Víctor Gabriel Andino integra la campaña que ocupa la Base Manuel Belgrano 2, en la Antártida Argentina. Quizás como un modo de acortar la distancia con sus familia, Víctor se confiesa asiduo lector de DIARIO DE CUYO on line y por eso quiso compartir con este medio su historia, cuánto extraña a Paola, su mujer, y a su pequeño hijo de cuatro años, Franco.
Víctor tiene 32 años y es radio operador del Ejército Argentino. Siendo muy joven y con una clara vocación por la carrera militar partió a Campo de Mayo a la Escuela de Suboficiales para General Lemos. La fascinación por la Antártida no se hizo esperar y este sanjuanino se dio cuenta que conocer el territorio más austral de la Argentina era la aventura que quería vivir.
Durante siete años estuvo destinado en el RIM 11 General Las Heras de Tupungato, Mendoza. Desde allí mandó la solicitud de voluntario y fue elegido para cubrir el único puesto de radio operador de la base Manuel Belgrano 2. Así, con enorme expectativa, el 28 de diciembre de 2008, este jachallero partió del puerto de Buenos Aires en un buque polar ruso rumbo a la base más austral del territorio argentino, donde llegó el 15 de enero del 2009.
La adaptación no fue traumática, y este sargento, bien cuyano, se adaptó rápidamente a las condiciones extremas de este lugar conocido como "fin del mundo". "La noche polar dura 4 meses, con fuertes vientos, un clima muy difícil y rodeado de hielo por donde se mire", cuenta Víctor a DIARIO DE CUYO.
La base está ubicada en el Nunatak Bertrab (afloramiento rocoso en un glaciar), frente al Mar de Weddell, a unos 1.300 km del Polo Sur. Por la latitud, este lugar tiene cuatro meses de día y cuatro meses de noche polar, donde son características las "auroras australes" y la temperatura oscila entre los 5° y 48° bajo cero.
Víctor tiene la función de mantener los sistemas de comunicaciones de la base desde donde se envían datos científicos a distintos países del mundo, y también a la Universidad Nacional de San Juan.
El 16 de diciembre, Víctor regresará al continente y a Mendoza, donde vive con su familia. Pero San Juan se extraña, dice, "por el clima, la tranquilidad, y el paisaje de la montaña, que creo que es lo mejor que tiene San Juan, su naturaleza", asegura. Y por eso visita la provincia todos años, para reencontrarse con sus padres y hermanos que viven en Rivadavia y en Jáchal.
Cuando la aventura antártica llegue a su fin, este jachallero asegura que estará contento por "cumplir el desafío" y también por ver a su familia. Pero la tristeza también lo embargará. "Dejaré este lugar tan magnífico, dedicado a la paz y a la ciencia, sabiendo que puede ser la última vez que pise esta parte del territorio antártico", escribe Víctor Gabriel Andino, el jachallero más austral del mundo.
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