Florent Pagny, rey de la Patagonia

En Francia es famoso y es uno de los cantantes mejor pagos, pero él vive en la Patagonia.

El nuevo disco de Florent Pagny está en todas las disquerías del país. Se llama "Amar & Amar" y está en nuestro idioma. Rara situación para un francés que en el 2003 fue el cuarto artista mejor pago en toda Francia y ganó 2,3 millones de euros, según el diario "Le Figaro"; que además ha superado la barrera de los diez millones de placas vendidas en Europa y entre nosotros aún tiene que dar a conocer su nombre y su frondosa trayectoria. Decir inquieto es poco. Mejor torbellino, flaco, vehemente al hablar, atento hasta en los mínimos detalles, Pagny dialogó con "Río Negro" en las oficinas de Universal Music en Buenos Aires. Hombre que además cría ovejas, anda a caballo y en una chata Toyota, en uno de sus campos cerca de Cholila, Chubut, con Azucena Caamaño, ex modelo, actual pintora y los dos hijos de la pareja.

En "Amar & Amar", grabó "No para nada" a dúo con la española Chenoa; Raúl Paz, cubano que vive hace mucho en París, volvió recientemente a Cuba y le escribió el autorretrato "C´est comme ça", tras una tarde entera de charla con Florent; Diego Torres aceptó un dúo con él y compuso "Te puedo acompañar". Total, quince temas originales más "Que nadie sepa mi sufrir", cantada alternando con la versión original de "La Foule" que dio la vuelta al mundo en la voz de Edith Piaf, y "Vuelvo al Sur", tango escrito en Francia por Astor Piazzolla. Un salto no sólo idiomático, también en expresividad y soltura.

"La música me permite eso. Cada estilo, cada tipo musical lleva un sonido diferente. Yo soy un intérprete puro, no compongo más. Y un instrumento se usa según sea? Cuando se toca guitarra para hacer flamenco o acompañar tango, se utilizan cuerdas de nailon y una caja de madera que dé un sonido bien redondo, bien caliente; cuando haces rock se usan con micrófonos y suenan más agresivas. Con la voz se puede tener el mismo comportamiento, si tienes la suerte de que se adapte. Yo la tengo y la aprovecho", dice.

- Pero lo que llaman música latinoamericana, tiene muchas diferencias regionales e incluso locales, y en tu caso no suena cantada por un francés...

- Porque hace casi quince años estoy en Argentina; paso mi tiempo entre Francia, Miami, México o Cuba, ahora, y Patagonia. Cada lugar tiene su onda pero me permiten hablar español, castellano, poder entender, contestar y cantar. Tengo dos couchs enormes, mi nena de diez años (Ael) y mi niño de trece (Inca). Ella, apenas hay un error, algo que no va, me lo corrige, ¡pero ya! No me deja pasar un milímetro? Este disco lo hice en tres partes. La primera como un demo, una maqueta, para ver cómo me iban las canciones; grabé más de las que quedaron. Descubrí que todavía no puedo cantar salsa, es un ritmo en que yo me pierdo y cuando eso sucede nunca más vuelvo.

Suelta la risa. "Lo aprendí con lástima porque me gusta la salsa. Debo trabajar mucho más? Después de que identificamos lo mejor, canté otra vez para corregir todo y?

- Soltarte.

- ¡Voilà! Para hacer este compacto usé tres veces más tiempo que en los anteriores. Costó bastante. Nos organizamos con Universal (Music) para no gastar demasiado pero se invirtió mucha plata durante un año y medio fuera, trabajando, estudiando muchas músicas. Quisimos hacerlo bien, un buen trabajo con buenas personas. Nunca trabajo solo, necesito siempre equipo y lo mejor, por favor. Para tener todo eso, no lo hicimos rápido, para ver qué pasa. Para los franceses lo latino es todo igual, no se ven diferencias entre un pop mexicano y uno argentino. Yo sé, con el tiempo, que no es así, hay diferentes culturas regionales. Entonces, hice este disco con ganas de poder pasar de un lado a otro y lograr el relieve que me permite estar feliz haciéndolo. Nunca pienso qué le va a gustar al público, lo hago para estar feliz yo. De naturaleza humana soy como todos, en particular con el gusto musical. Si a mí me gusta puede ser que les guste a otros.

- Aparece otra cuestión. El vínculo afectivo con tus compañeros músicos, con Chenoa, con Diego, con la tierra nuestra en el sur?

- ¡Sí, claro! Y con Julio (Reyes) y Raúl (Paz). Es lo que fui a buscar para tener mi identidad, mi raíz y motivar a todos. Fue eso que me ayudó a tener buenas personas, buenos equipo y lugar y conseguir poco a poco la buena canción. La de Diego lo es en música y letra. Habla de que cada uno, acompaña al otro y permite que lo conozcan.

-¿Cómo te enamoraste del lugar en Cholila, donde tenés tu casa?

-¡Ahhh! Mi señora es de Comodoro Rivadavia. Cuando llegué para saludar a su padre y madre, hicimos un viaje enorme en 504, hace diecisiete años, de Comodoro hasta Ushuaia, por caminos de ripio sus papás, mi señora con tres meses de conocernos? Y fue una maravilla que aún recuerdo. Ahí supe que estaba con alguien con quien iba a vivir muchas cosas, con gente que me encantó y con un país de locos. Cuando llegué acá, venía de vivir en Francia, en Europa, un tiempo de fama en el que se puede pasar del otro lado del espejo. Crecen mucho las cosas y cambia tanto todo que un día no sabés más y (chifla) saltás al otro lado y mirás a todos como una estrella. La Patagonia me permitió volver, quedarme del buen lado y ser todavía un humano normal con una actividad de famoso, con un trabajo raro de cantar canciones. En medio del campo las ovejas me miran pero no me piden nada, ni un autógrafo?" (carcajadas)

- Un cable a tierra para descargar tanta energía acumulada.

- Para poder salir del vértigo de la fama europea, con todo lo que supone, y tener un poco de equilibrio. La Patagonia sí da eso. Después hay que tener la onda de la naturaleza, de su cuidado. Lo bueno es que yo veo todo lo que hicimos mal en Europa. Entonces al llegar a esta tierra virgen aún en muchas partes, sabés que no hay que empezar por lo malo, sino por lo que aprendimos y ver cómo se arman las cosas bien. Hay que dejarlas en su onda, arreglar pero no tirar la casa y levantarla con otro estilo.

- Qué mostrás en los clips de tus canciones.

- Les encanta a quienes los ven y se pegan. Eso fue un poco la causa de que si llegás a Francia y dices Pagny, te contestan Patagonie. Hoy, allá, soy el rey de Patagonia.

- Ya hubo uno que quiso serlo por 1860.

-Francés. Sí, lo conozco muy bien. (Orellie) Antoine de Tounens. El loco escribió en Francia una carta diciendo que acá hay un territorio hermoso que está para nosotros. Y los franchutos tontos se rieron de él y la publicaron en los diarios para que los parisinos hicieran lo mismo. Unos ciento cincuenta años después, yo soy el francés que dice: manga de estúpidos, si en esta época te interesa más vivir, tienes aquí un paraíso. Vivir allí te cambia los valores. Para mí es una riqueza. Yo sé lo que es del otro lado: correr, correr, estar siempre bajo una constante energía y presión. Mirá todo el tiempo que gastamos en eso con todo lo que hay? ¿Cuál es el porcentaje de felicidad, de alegría, que logramos? Se reduce cada vez más porque estamos dentro de una espiral que te traga y te da miedo de la muerte, te pones en problema con la plata, los impuestos, la inseguridad. Bueno... En la Patagonia no siento eso.

- ¿Cuánto influyó en este cambio, tu mujer?

- Hace diecisiete años que estamos juntos. Para un cantor eso es bueno. Yo la voy a guardar hasta el fin de mis días. Es la más bella que nunca vi en mi vida. Yo la dibujé cuando era chico. Es una hermosura. La naturaleza le dio, como a mí la voz, a ella la belleza. Encima somos complementarios. Peleamos, gritamos todo el día, ya vez cómo yo hablo, pero? Somos uno. Una pareja que se encontró en un momento bueno. Las historias de amor tienen dos parámetros, hay que estar hechos para vivir juntos y encontrarse oportunamente. No hay otra. Sin estas dos cosas, no puede andar. Fue eso? Fuimos hechos para vivir juntos y nos encontramos. Llevamos diecisiete años y me parece que la conocí la semana pasada.

Nace Florent en Châlon sur Saône, hijo de Odile y Jean Pagny, y a los cinco años llega a la música. Estudia canto en el conservatorio de Levallois-Perret, pero su carrera artística comienza como actor en "L´inspecteur Labavure, l´as des as". Filma con Daniel Auteuil y Philippe Leotard en "Les fauves" (84), y con Jean Paul Belmondo. Participa en más de cincuenta filmes para cine y televisión. Su primera canción "N´importe quoi" la escribe en 1987 y permanece diez semanas primera en el top 50. En el 89 gana el premio Revelación Masculina del año. En 1990 lanza su primer álbum "Merci" y vende 310 mil placas. Su segundo compacto "Réaliste" no tuvo tanto éxito aunque vende 290 mil. Jean-Jacques Goldman compone tres canciones para el álbum "Rester" que marca el comienzo de su carrera como intérprete. "Bienvenue chez moi", una semi-compilación, tiene gran difusión y alcanza el millón y medio de ejemplares vendidos. Canta con Luciano Pavarotti en Italia y con Johnny Hallyday en el Stade de France.

6.11.1961
En el 97 sale su álbum "Savoir aimer", en el que Pagny cuenta con los compositores Erick Benzi, Jacques Veneruso y Pascal Obispo. Vende dos millones de discos. Después edita "Récréation" en 1999, con arreglos electrónicos, suma 600 mil. El siglo empieza con "Châtelet les Halles" y sigue con "2" (01), álbum de dúos; "Ailleurs Land" (03)", "Été 2003 à l´Olympia - live", "Baryton" (04), 800 mil placas, y "Baryton - live" (05), "Abracadabra (06) y "Florent Pagny chante Brel" (07), cada uno con 400 mil unidades vendidas. Diecisiete trabajos discográficos en veinte años de carrera y más de diez millones de discos vendidos para un desconocido en América Latina. Con "Amar & Amar" se atreve hoy a lo que ningún cantante francés antes: conquistar el mercado hispanohablante con un compacto de canciones originales en español, enteramente latino. Para ello, en septiembre de 2007 se estableció en Miami con su mujer e hijos y trabajó con Julio Reyes, productor colombiano de los últimos álbumes de Jennifer López y Marc Anthony, que participó en el de la canadiense-portuguesa Nelly Furtado. (ER)

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