Conjunto latinoamericano Sol Menor viene trabajando desde hace varios años en esta obra que mezcla el arte con la convicción de legar un territorio digno a los ayseninos. · Puesta en escena se realizará en distintas localidades rurales de la zona sur de Aysén, con la participación de músicos regionales, nacionales y las propias comunidades.
Coyhaique-. Una titánica tarea artística se está fraguando en la Región de Aysén. Se trata de “Cantata en la Patagonia”, una obra que a través de la música busca “la defensa de nuestras tierras, de nuestros ríos, de nuestra gente, sus costumbres y sus formas de vivir a través del llamado a la conciencia”, explica el director del conjunto latinoamericano Sol Menor de la Patagonia, Marcos Navarro, impulsor de esta travesía musical. Será ésta la culminación del intenso trabajo que el grupo inició hace siete años y que hace tres comenzó a fraguarse lentamente.
Desde 2007 Sol Menor ha recorrido diversas localidades de Aysén, con el fin de “llevar música y cultura a los lugares apartados de nuestra región, con el propósito de aportar a nuestra sociedad con un granito de arena, con lo que nosotros sabemos hacer, que es música” expresa Navarro. De esta forma en noviembre de 2008, movilizando a más de 30 personas, los músicos llegaron hasta Puerto Río Tranquilo, Bahía Murta, Villa Cerro Castillo y Puerto Ingeniero Ibáñez, como parte de la iniciativa “Semillas Culturales para Aysén”. En la ocasión se presentó la obra musical “Huellas en la ruta”, registrada por el creador audiovisual Claudio Vergara, y cuyo material sirvió para la producción del documental homónimo que se presentó en el Segundo Festival de Cine de la Patagonia, realizado en abril del 2010 en Coyhaique.
Fue cuando cumplieron con éxito su cometido que sentaron las bases para acometer una nueva y ambiciosa empresa musical que les permitiera avanzar en la “unificación de criterios entre nosotros y los pobladores a quienes visitábamos” recuerda Navarro. Explica el director que querían poner en práctica métodos para que “nuestros pobladores se involucren de verdad en lo que nosotros les proponíamos, cómo hacer para mantener esto en el tiempo y que éstos no decayeran en su entusiasmo, cómo hacer para que nos crean y qué caminos hay que tomar para llegar al final de este proyecto”.
Así pasan de un trabajo en el cual “presentan” sus creaciones al público a uno mucho más interactivo, que busca “incorporar a las localidades en algo que se viene tejiendo desde hace algún tiempo, y esto es la composición, el montaje y la presentación de una cantata” señala.
En la creación de “Cantata en la Patagonia” se han involucrado unas 70 personas de zonas rurales, una orquesta sinfónica y dos grupos de renombre nacional e internacional. La tarea no estuvo exenta de inconvenientes, como “la falta de recursos, ya que una entidad pública no apoyará una iniciativa de estas características por considerarla de corte político”. Ante esto, “la única posibilidad que estamos barajando hoy es recibir el apoyo de alguna empresa privada”.
“El propósito que perseguimos como grupo es el crecimiento mediante la experiencia de las personas que logren participar plenamente en la construcción de este sueño. Hay muchas instituciones y muchos músicos a los cuales estamos invitando a formar parte de esto” explica.
Hoy por hoy el conjunto está trabajando en la producción de la puesta en escena de la obra, con varias empresas relacionadas con las inquietudes y requerimientos del grupo.
La cosecha
Como una forma de llevar la obra a las localidades de Aysén, el grupo tiene contemplado viajar en primera instancia a Puerto Río Tranquilo, montando un escenario en la plaza o a orillas del lago General Carrera. Mediante luces cambiará el color de los entornos para potenciando de esta forma su belleza, y entrando en escena unas 20 personas además de un grupo de música de trayectoria nacional. Previo a la puesta en escena se exhibirán documentales y videos musicales alusivos al movimiento ciudadano Patagonia sin Represas. El montaje se replicará en Bahía Murta, Cerro Castillo y Puerto Ingeniero Ibáñez. El cierre de esta ardua labor será en la capital regional, Coyhaique, hasta donde concurrirán todos los pobladores que hayan participado en las distintas presentaciones rurales, con el fin de realizar una puesta en escena final con el apoyo de dos agrupaciones de renombre nacional y una orquesta sinfónica. Todo el proceso será registrado gráfica y audiovisualmente para ser exhibido en forma posterior.
“Los objetivos que nos planteamos al comienzo como agrupación, de alguna forma ya se han cumplido. Contribuimos de forma concreta al fortalecimiento de nuestra identidad patagona, a la real integración de nuestra gente y gracias a este proceso entendemos que defender nuestras tierras, defender nuestros ríos, defender nuestra esencia de las manipulaciones de grandes empresarios que por estos días a toda costa quieren incluir a nuestra amada Patagonia en su lista de lugares arrasados por el ser humano, no es una opción para el que se considere hijo de esta tierra sino que, es un deber ,ya que los patagones y sus tierras nunca estarán en venta” señala Navarro.
Y para terminar agrega. “Los sueños nos dan una razón de vivir. Si no fuera por un sueño o una expectativa difícil sería vivir con alguna esperanza, y sólo seríamos personas que viven por vivir sin ningún norte. Porque sin visión los pueblos perecen y no se puede vivir sin alguna aspiración. No se puede llegar hacia donde no se apunta”.
Divisadero
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