El gobierno japonés pidió a las autoridades de Australia, Holanda y Nueva Zelanda que tomen medidas contra el grupo ecologista Sea Shepherd, cuyo activismo obligó a Tokio a suspender la temporada de caza de ballenas en la Antártida.
El ministro japonés de Relaciones Exteriores, Seiji Maehara, hizo pública la solicitud a los embajadores de los tres países cuyos puertos son usados por Sea Shepherd.
La caza de ballenas con propósito comercial está prohibida en todo el mundo desde 1986, pero Tokio mantiene que sus balleneros tienen fines científicos.
Sin embargo, los corresponsales de la BBC en Japón afirman que no es ningún secreto que la mayoría de la carne de ballena acaba en la mesa de los japoneses.
BBC
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