La ONG demandó considerar "alternativas energéticas no convencionales".
El proyecto HidroAysén está suspendido por nueve meses.
Greenpeace Chile llamó al Gobierno a optar por las energías no convencionales en vez de la hidroelectricidad y respetar así el compromiso ambiental de la Presidenta Michelle Bachelet, lo que -afirman- no se concretaría con la instalación de centrales en la Patagonia.
Activistas de la ONG llegaron hasta la Intendencia de Aysén para desplegar una instalación que representaba una torre de alta tensión y un molino de viento, además de una figura del ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, quien ha respalado el proyecto HidroAysén.
Rodrigo Herrera, director ejecutivo de Greenpeace Chile, señaló que es necesario que el jefe de Gabinete y el intendente Selim Carrasco sigan "la línea de respeto pleno a las normativas ambientales que la Presidenta sostuvo en su discurso del 21 de mayo respecto del tema energético".
"En Chile se encuentra el 10 por ciento de los volcanes del planeta con un potencial de 8.000 megawatts; entre las regiones I y VIII la radiación solar alcanza los 4.500 Kcal/m2/día y el potencial eólico y mareomotriz es altamente positivo, por lo que es plenamente viable el uso de las energía renovables no convencionales", agregó.
En tanto, Patricio Rodrigo, secretario ejecutivo del Consejo de Defensa de la Patagonia (CDP), valoró el apoyo de Greenpeace y afirmó que las miles de observaciones hechas al proyecto ante la institucionalidad ambiental dan cuenta de la "voz del pueblo y esperamos que el Gobierno la escuche".
El proyecto HydroAysén -una empresa de Endesa y Colbún- está detenido desde noviembre, por al menos nueve meses, plazo que la firma estableció para responder los cuestionamientos que sus detractores hicieron ante la Comisión Regional del Medioambiente (Corema).
Radio Cooperativa
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