CLAUDIO BUNSTER, DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS CIENTIFICOS
El afamado científico resaltó que, al igual que los agujeros negros, se ha descubierto que la Antártida no es estática sino extraordinariamente dinámica.
La presentación que ha hecho José Retamales (director del Inach), sin duda me conmueve, me honra, pero es incompleta. Yo tengo un honor, una condecoración que es la que de verdad más profundamente aprecio, y yo quiero dar esta charla con la medalla puesta”.
La voz de Claudio Bunster, doctor en Física Teórica de la Universidad de Princeton, afloró un tanto tímida, pese a ser el invitado de honor de la reciente Feria Antártica Escolar, la cual inauguró. Sin embargo, al comenzar su charla intitulada “La pasión por la Antártida”, como si fuera un niño pequeño, el destacado científico (Premio Nacional de Ciencias Exactas 1995) extrajo de sus vestimentas una dorada condecoración que se colgó al cuello. “Esta es la medalla del Instituto Antártico Chileno y me fue entregada el 4 de diciembre de 2003, con ocasión de una ceremonia cuyo objetivo principal era mucho menos importante que la entrega de una medalla”, expresó. Con la misma humildad señaló haberse vestido con una chaqueta usada en una de sus últimas expediciones a la Antártida, “para hacer más fuerte el simbolismo, que pienso esta charla va a tener para estos jóvenes que se incorporan a esta cofradía antártica”.
Dedicó sus palabras a los jóvenes que han venido de todo Chile y están descubriendo el continente helado. De manera sencilla, expuso su experiencia de cómo se apasionó por la Antártida, y que “una vez que uno se enamora de ella es un amor eterno”.
El profesional aludió aquella vez cuando a Lawrence de Arabia le preguntaron por qué le gustaba tanto el desierto, a lo que respondió con aquella memorable frase “porque es limpio”. A la luz de ello, resaltó que la Antártida tiene la propiedad de cautivar a la gente y enriquecer las vidas de quienes trabajan en ella. Nunca olvida cuando el ex director del Inach, Oscar Pinochet de la Barra, le señaló que “a la Antártida hay que entrar con poesía”, y le facilitó un poemario que había escrito, fruto de su relación con el continente blanco.
PARALELO CON EL COSMOS
De su experiencia con el Cosmos, comparó a los agujeros negros (“objetos negros en el espacio que se lo tragan todo”) con la Antártida, al estar hechos de un solo elemento: en el primer caso, un espacio vacío pero curvo, y en el segundo, sólo hielo sobre la roca. Con el tiempo, y según las teorías físicas actuales, ambos pasarían de ser percibidos como bellezas abstractas y algo exótico, a ser elementos activos y dominantes en sus respectivas esferas del conocimiento.
Asimismo, al igual que los agujeros negros, se ha descubierto que la Antártida no es estática sino extraordinariamente dinámica: “se han descubierto lagos subterráneos, que también tienen influencia sobre el movimiento del hielo en la superficie antártica y sobre el derretimiento y colapso de las plataformas de hielo”. Así como los agujeros negros anticipan lo que le ocurre al universo entero, la Antártida es relevante en un sentido mucho más global al planeta entero.
Bunster señaló que estar cerca de algo es un concepto bastante relativo en cuanto a desplazamiento, por lo que éste no sería el punto a reforzar como región. Más bien señaló que para hacer relevantes los descubrimientos científicos que sobre el cambio del clima se hacen en la Antártida, se debe conectarlos a lo que ocurre con el resto del planeta: “ésta es nuestra ventaja.
Más que la proximidad geográfica en millas, es tener este inmenso laboratorio natural, que nos permite conectar aquello que se observa con gran nitidez en la Antártida con lo que va a ser de importancia en el mundo entero”.
Bunster no tiene la menor duda, por los trabajos que hace el Inach y otros organismos e instituciones del país, que “Chile es capaz de aprovechar esta oportunidad, lo está haciendo y con ello está empezando a tener un lugar de privilegio en el mundo en un ámbito que antes no lo tenía. Entonces, ésta es una época muy dorada para nosotros en eso”.
Al término de su alocución, con la advertencia previa de José Retamales, el Inach le entregó una nueva distinción a este científico cada día más enamorado de la Antártida.
La Prensa Austral
No hay comentarios:
Publicar un comentario