lunes, 1 de diciembre de 2008

Mateo Martinic presenta libro que resalta hazaña aérea patagónica


- “Plüschow y Dreblow. Aguilas alemanas en el cielo austral” es una edición de la empresa turística FantásticoSur.
Por Marisol Retamal G.
Gunther Plüschow y Ernst Dreblow fueron dos visionarios que abrieron las rutas para el desarrollo de la aviación en la Patagonia.
El ímpetu de los pilotos alemanes está registrado en los textos históricos correspondientes. Pero la memoria colectiva ha ido olvidando la obra de los dos extranjeros, que volaron por primera vez por la zona austral hace exactamente 80 años.
Mateo Martinic, abogado, historiador y Premio Nacional de Historia, es un convencido de que hay que trabajar por intensificar los esfuerzos que permitan que las nuevas generaciones conozcan la obra de Plüschow y Dreblow, dos pilotos que perdieron la vida haciendo lo que más querían: volar por los cielos australes.
En el marco de los 80 años de la hazaña de los europeos es que hoy domingo se realizará la presentación de un libro que resalta el legado de ambos aviadores. El lugar elegido es el museo de Puerto Bories, ubicado en las cercanías de Puerto Natales, zona en la que Plüschow y Dreblow instalaron su campo de acción.
“Lo importante es reivindicar para Chile y particularmente para la historia de Magallanes a estos dos personajes que son más nuestros que de otros”, señala Martinic.
Sobrevuelos históricos
La Patagonia austral, incluyendo la isla grande de Tierra del Fuego, fueron el epicentro de las expediciones aéreas de los amigos y aventureros germanos.
Parte de su andar por la zona será presentado en “Plüschow y Dreblow. Aguilas alemanas en el cielo austral”, libro de la autoría de Mateo Martinic y editado por la empresa turística FantásticoSur.
Precisamente en 1928 los pilotos iniciaron su expedición por América del Sur y sobrevolaron por primera vez lugares como Torres del Paine, los glaciares, el Cabo de Hornos y la Cordillera Darwin.
Su travesía se convirtió en un hito para la época y en una hazaña de grandes magnitudes, que incluso hoy se reconoce como temeraria y pionera en su tipo.
Este emprendimiento permitió abrir paso a la aviación comercial, pero también ayudó a contar con material cartográfico que facilitó expediciones posteriores de similares características por la zona.
Estos antecedentes formaron también la base de los mapas de Chile y Argentina. Mateo Martinic destaca que los pilotos fueron los primeros en realizar viajes aéreos en lugares inaccesibles para la época, como el Parque Nacional Torres del Paine.
Arturo Merino Benítez llegó a la zona en 1930 y los vuelos comerciales van a partir recién en 1937, con una línea experimental aeropostal que falló cuando cayó un hidroavión a la altura de Chiloé.
“Plüschow y su compañero, Dreblow, fueron pioneros de la aviación austral. Toda su hazaña se fue perdiendo en el tiempo. Los alemanes comenzaron a recuperar a sus figuras. Y los argentinos, por el solo hecho de que hubo un vuelo a Ushuaia y que el avión cayó en 1931 en el lago Argentino, virtualmente se han querido apropiar de su figura. Pero los chilenos tenemos el privilegio, y la razón de su presencia en Chile”, argumenta.
El connotado historiador precisa que Plüschow “se enamoró del país y lo llamó el país de las maravillas y programó todas sus expediciones marítimas en esta parte del mundo”.
Comienzan los homenajes
Martinic reconoce que pasó el tiempo y nadie se acordaba en Chile de la gesta de los aventureros alemanes.
Hace unos 12 años comenzaron a realizarse homenajes que reivindicaban el trabajo de ambos extranjeros.
Uno de los más significativos estuvo liderados por representantes de la Fuerza Aérea y la Universidad de Magallanes, en el Parque Nacional Torres del Paine.
En una gran piedra natural se instalaron dos placas recordatorias. Después se efectuó otro acto recordatorio en el sector de la Avenida Colón. Pero faltaba un libro que narrara la vinculación de Plüschow y Dreblow con Chile.
El Premio Nacional de Historia adelanta que el libro está expuesto de manera biográfica. Destaca el aporte de Plüschow pero también el empuje y el tesón del ingeniero Dreblow, que se las ingenió para mantener operativo en escenarios completamente complicados.
“Se trata de rendirle un homenaje a estos dos alemanes, tal como lo dice el título ‘Aguilas alemanas en el cielo austral’, aprovechando también la circunstancia de la exposición de Plüschow que viene de Alemania. Se trata de recuperar para nuestra memoria histórica los nombres de estos dos bravos pilotos”, refuerza.
La Prensa Austral

No hay comentarios: