domingo, 25 de octubre de 2009

Viaje con Darwin a bordo del Beagle

Una muestra rememora el periplo del naturalista entre 1831 y 1836
Fósiles, cartas y descripciones trasladan al visitante a la expedición




Meterse en la piel de Charles Darwin es posible. La Exposición 'Darwin observador, Darwin naturalista' de CosmoCaixa en Barcelona permite al visitante retroceder en el tiempo y embarcarse en el H.M.S. Beagle, el barco a bordo del cual el científico recorrió durante cinco años �de 1831 a 1836� el mundo recogiendo especímenes.


La muestra está basada en las descripciones del periplo plasmadas en su diario y está formada por entre 40 y 50 piezas originales divididas en tres partes: �Preparación del viaje�, �Ruta, descripciones y observaciones de Darwin� y �Retorno a la metrópoli y publicación de El origen de las especies�. El director del Área de Medio Ambiente y Ciencia de la Obra Social La Caixa, Jorge Wagensberg, ha explicado: "Mostramos objetos originales y reales en un momento en el que se va hacia la simulación".


Una tortuga galápago, un ornitorrinco y un pez globo son algunos de los ejemplares que se pueden observar. Además de mariposas andantes y de los doce pájaros pinzones de las Islas Galápagos, con los que demostró en cifras y números la idea de la selección natural. Las piezas provienen de la colección privada de Darwin, del Museo de Valencia, del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona y del Museo Geològic El Seminari de Barcelona, así como de la colección privada de CosmoCaixa.


Cada pieza va acompañada de un texto descriptivo extraído de su libro 'El viaje del Beagle' y aclaraciones del museo. "La gran originalidad es que los textos son de Darwin", afirma Wagensberg, quien añade: "No hemos hecho concesiones y no hemos escondido aquello que puede parecer extraño".


Así pues, por ejemplo, podemos leer sobre los nativos de Tierra del Fuego: "Estos pobres desgraciados se habían quedado raquíticos; sus horribles rostros estaban embadurnados de pintura blanca; sus pieles eran sucias y grasientas; el cabello enmarañado; las voces, discordantes, y sus gestos violentos. Al ver tan repugnantes cataduras cuesta creer que sean seres humanos y habitantes del mismo mundo".


En la última parte de la exposición se pueden leer cartas y textos escritos por Darwin, así como su colección de percebes y las traducciones a varios idiomas de 'El origen de las especies'. La exposición, que se abre mañana y estará hasta el 15 de noviembre de 2010, se complementa con diversas actividades y conferencias para hablar del darwinismo en todos los ámbitos.


El Mundo

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