06.10.2009 La sonda intentará confirmar la información proporcionada por una nave de la India que descubrió agua bajo la superficie del satélite. Paralelamente, la central espacial explorará la Antártida desde Punta Arenas.
Nueva York - Una sonda de la NASA lanzará el viernes un "proyectil" contra un cráter lunar con la finalidad de detectar reservas de agua en el satélite natural de la Tierra.
El "disparo galáctico", programado para las 8:30 hora argentina, representa la coronación de la expedición científica de la nave Lcross (Lunar Crater Observation and Sensing Satellite).
El sitio de la "colisión" fue elegido con sumo cuidado y se encuentra cerca del polo Sur, en un área que nunca es iluminada por el sol, ilustró un ingeniero de la agencia espacial estadounidense.
"La parte superior Centauro del cohete vector que el 18 de junio pasado lo puso en órbita -añadió-, impactará al cráter al doble de la velocidad de un proyectil".
En busca de señales hídricas, el trabajo consistirá en tomar muestras que serán analizadas por instrumentos que se encuentran dentro de la sofisticada sonda.
La misión podría confirmar los resultados ya obtenidos por la nave india Chandrayaan-1, que descubrió rastros de agua en la superficie lunar.
TAMBIEN EN PUNTA ARENAS
La austral ciudad chilena de Punta Arenas será este mes el centro de la operación Ice Bridge de la NASA, destinada a desentrañar los secretos de la Antártida, un continente que alberga el 90 por ciento de toda el agua dulce del mundo y es clave en la evolución climática del planeta.
A bordo de un avión DC-8, laboratorio móvil que porta modernos equipos con los que estudiarán los cambios marinos, un primer grupo de científicos norteamericanos llegará el 12 de octubre a esa zona azotada por los vientos del Estrecho de Magallanes.
Los expertos llevarán a cabo la exploración aérea de la enorme y desolada región, cuyo tamaño es casi el doble de la Unión y su población de apenas 4.000 personas.
Uno de los láser medirá la forma de las cavernas marinas que existen por debajo de los glaciares y otro permitirá a los investigadores distinguir con precisión la nieve del hielo.
"Recogeremos la información que no es posible captar desde un satélite", adelantaron los profesionales, que durante seis semanas efectuarán 17 vuelos sobre la Antártida occidental, la Península Antártica y áreas costeras donde persiste la gélida masa blanca, pese al aumento de las temperaturas ante la proximidad del verano.
EPIGRAFE
El cohete Ares I-X, fabricado para reemplazar a los actuales propulsores de naves espaciales, descansa en Cabo Cañaveral. El próximo 27 de octubre realizará un vuelo de prueba. (ANSA y EFE)
La Prensa, Argentina
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