viernes, 20 de mayo de 2011
Las aguas profundas de la Antártida se están calentando
Los científicos a bordo del buque alemán Polarstern miden "un considerable volumen de calor acumulado en el océano"
Las aguas profundas en el mar de Weddell, en la Antátida, se están calentando, según indican las medidas que acaban de tomar los científicos de la campaña científica realizada allí a bordo del buque oceanográfico alemán Polarstern. Al considerar los datos de campañas anteriores, el investigador Eberhard Fahrbach resalta que en los últimos 26 años se ha registrado un calentamiento medio en toda la columna de agua en el mar de Weddell de seis centésimas de grado. "Puede parecer un aumento de temperatura pequeño, pero como se extiende hasta aguas muy profundas, supone un volumen considerable de calor acumulado en el océano", explica Fahrbach. El rompehielos Polarstern regresa hoy a su base de Bremenhaven al finalizar una campaña antártica de siete meses de duración en la que han participado 200 investigadores de instituciones de 15 países, según informa el Instituto Alfred Wagener (IAW).
Las investigaciones realizadas en el continente helado con este buque científico, considerado una referencia mundial, se inscriben en los programas internacionales de observación diseñados para alcanzar una mayor comprensión del impacto de los mares más meridionales del planeta (en este caso el buque alemán se ha centrado en el sector del Atlántico) en el cambio climático a gran escala. "Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), de Naciones Unidas, más del 80% del calor adicional absorbido por la Tierra hasta ahora debido al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero está acumulado en la capa superior del océano, hasta una profundidad de 1.500 metros, ahora podemos demostrar que el océano profundo, un volumen enorme de agua, también está implicado en este proceso", añade Fahrbach. Los investigadores a bordo del Polarstern han hecho múltiples sondeos para medir la temperatura del agua, la salinidad y otros parámetros. Además, han revisado la red de sensores en amarras desplegados en el mar de Weddell, que transmiten los datos vía satélite.
El buque también se ha utilizado en esta campaña para realizar investigaciones biológicas, centrándose en las zonas oriental y occidental del mar de Weddell, para ver si ha cambiado la composición de las especies en el fondo marino. Especial interés tiene el entorno de la plataforma Larsen, en la costa occidental de la península Antártida, que estuvo cubierta por una gruesa capa de hielo durante miles de años, y de la que se rompieron grandes trozos en 1995 y 2002. El proceso de fusión de hielo y aporte de agua dulce al océano continúa, alterando notablemente las condiciones de vida de los organismos. Los científicos han observado una ocupación muy lenta de los ecosistemas zonas alteradas. Los organismos de las aguas antárticas están adaptados a vivir en condiciones de muy bajas temperaturas pero también muy constantes, y ahora las condiciones están cambiando rápidamente, informa el IAW.
Los científicos de la campaña biológica, dirigida por Rainer Knust, han realizado experimentos a bordo del buque para conocer mejor los mecanismos de adaptación a los cambios de los animales, y la investigación continuará ahora en los laboratorios de Bremenhaven.
Desde que, en 1982, empezó a navegar, el Polarstern ha realizado más de 50 expediciones en la Antártida y en el Ártico. Mide 118 metros de eslora y 25 de manga, y está dotado de instrumentación y laboratorios para realizar investigaciones de biología, geología, química, glaciología, geofísica, oceanografía y meteorología. Navega cada año casi 310 días y normalmente está de noviembre a marco en la Antártida, mientras que durante el verano septentrional navega por el Ártico. Tras las operaciones de mantenimiento rutinarias en su base de Bremenhaven, el buque zarpará de nuevo el próximo 15 de junio.
El País
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