El lago Nahuel Huapi, ubicado en la localidad patagónica argentina de Bariloche, provincia de Río Negro, unos 1.630 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires, está siendo investigado tras sufrir un cambio en la coloración de sus aguas.
Esto, luego de que el pasado domingo se produjera en el sur de Chile un terremoto de 6,9 grados en la escala de Richter.
Según informó hoy la prensa local, esta situación es estudiada por expertos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicet) y de la Dirección Nacional de Parques Nacionales, quienes recibieron los primeros reportes acerca de dicho fenómeno.
Simples avistajes permiten verificar que, desde entonces, la coloración del lago ha variado hacia un tono más claro que el habitual, sobre todo en una amplia zona costera del este barilochense y que, más tarde, cubrió más de la mitad de ese espejo de agua.
El vulcanólogo Gustavo Villarrosa, perteneciente al Conicet en aquella ciudad turística, explicó a la prensa que, junto con expertos del Parque Nacional Nahuel Huapi, sobrevolarán el lago para precisar si efectivamente hay un cambio en la cloración, y si la mancha se extiende y hacia dónde se moviliza.
Villarrosa no dudó en vincular el fenómeno con el sismo de 6,9 grados en la escala de Richter que sacudió la zona del Bio Bio, en el sur chileno, el pasado 2 de enero a las 17.25, hora local (2025 GMT).
Explicó también que "en el lecho de lago hay sectores más inestables que otros, con pendientes en las que, a lo largo del tiempo, acumularon diversos tipos de sedimentos", mismos que pudieron expandirse con el movimiento sísmico.
Esto, porque "hay capas sedimentarias gruesas, finas de cenizas volcánicas que, con (el sismo) pudieron entrar en suspensión y, por varios días, cambiar el color del agua".
Recientemente, recordó, los mismos expertos se abocaron al estudio de una situación similar en el lago Huechulafquen, cerca de San Martín de los Andes (unos 1.650 kilóemtros al sudoeste de Buenos Aires)
En dicho lago también se produjo un cambio de coloración en su espejo de agua, luego del terremoto del 27 de febrero de 2010, en Chile, el cual superó los 7 grados en la escala de Richter.
En aquel espejo de agua, explicó Villarrosa, "con colegas del Conicet realizamos un trabajo de batimetría de alta definición que nos permitió trazar un perfil en tres dimensiones del lecho del Huechulaufquen".
Este tipo de estudios, dijo, "es valioso porque nos permite conocer más sobre procesos del pasado, como sismos o dispersión de cenizas volcánicas y, además, hacer proyecciones de cara al futuro".
Al parecer, los resultados de tales estudios se conocerán dentro de varios meses, por lo que en este momento no se podrán emitir juicios concluyentes sobre la curiosa situación que vive este lago de la patagonia argentina. Fin
China
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