Una de las metodologías consiste en analizar aquellas rocas que están bajo el hielo, y que salen a la superficie como consecuencia del desplazamiento de los glaciares, que se mueven de forma constante. "Los glaciares recogen rocas a medida que se deslizan sobre ellas y luego, cuando llegan a las montañas transantárticas y empiezan a derretirse, dejan estas rocas en depósitos glaciares", explica el investigador. 
Estas rocas son muy diferentes a las que están expuestas en las montañas.

Esta roca que lleva el nombre de gneis (una roca metamórfica compuesta por los mismos minerales que el granito, pero con capas que se alternan entre minerales claros y oscuros) y que presenta una marcada deformación, fue una de las que hallaron los investigadores. Una vez en el laboratorio, los científicos tratarán de determinar cuáles fueron los eventos geológicos que dieron como resultado esta clase de roca. 



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