sábado, 11 de diciembre de 2010

La importancia de las corrientes marinas para una vuelta al mundo

Los barcos participantes en la Barcelona World Race
saldrán de la Ciudad Condal bordeando la costa peninsular siguiendo la corriente catalana hasta Gibraltar. Una vez en el Atlántico, se dirigirán hacia las Canarias, siguiendo la corriente de Canarias que forma parte del giro del Atlántico Norte. Desde ahí, deberán atravesar una zona del Atlántico temida por sus calmas y vientos rolones. A continuación, se dirigirán hacia el cabo de Buena Esperanza.
La mayoría de barcos entran en el océano Austral que baña la Antártida con un anillo constante de corrientes. Una de las más importantes del mundo es la Circumpolar Antártica, la única que, con un ancho de entre 200 y 1.000 km, no encuentra ningún continente en su recorrido y, por ello, logra dar la vuelta entera a la Tierra por esa latitud, recorriendo unos 24.000 km.
La navegación por el océano Austral es la más peligrosa de la regata, ya que los barcos pueden encontrarse con los growlers: trozos de hielo desprendidos de un iceberg y que sobresalen muy poco del agua. Son un peligro porque los radares de los barcos no los detectan y se pueden producir colisiones y vías de agua. En esta latitud, el viento recorre grandes distancias sin obstáculos, formándose olas de hasta 20 metros de altura.
Después de dar la vuelta a la Antártida, siguiendo la corriente Circumpolar Antártica, los barcos llegan al estrecho de Drake. En ese momento, al entrar de nuevo en el Atlántico Sur, se sigue la corriente cálida que asciende paralela a la costa americana. Superada la zona de calmas ecuatoriales, seguirán la corriente favorable hacia el norte y cruzarán el Atlántico, siguiendo una derrota que les llevará más arriba de Gibraltar.
Cincodías

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