Ante la nueva estrategia comunicacional del consorcio hidroeléctrico que salió a la luz pública hace unas semanas, las organizaciones ambientalistas no han parado de criticar la campaña asegurando que es “truculenta, engañosa y amenaza a la gente” Intentando socializar el mega proyecto de cinco represas en la Patagonia, la empresa hidroeléctrica, HidroAysén, lanzó hace tres semanas una campaña denominada “Cambia el Switch”, con la que intenta hacer que la ciudadanía tome conciencia de la importancia de aumentar la capacidad energética del país en los próximos diez años.
Publicistas y líderes de opinión han señalado que el spot busca generar terror en la población al indicar que si no se construyen dichas represas, Chile quedará sin energía en la próxima década, haciendo hincapié en que la razón es la mayor demanda domiciliaria y comercial, cuando los especialistas indican que el déficit se dará por los nuevos proyectos mineros que están en carpeta.
La ONG, “Patagonia Sin Represas” es la institución que ha liderado la protesta en contra del proyecto asegurando que la publicidad “es truculenta, engañosa y amenaza a la gente”. Para el vocero, Juan Pablo Orrego, presidente de Ecosistemas y Coordinador Internacional del Consejo de Defensa de la Patagonia, sólo se trata de una “ofensiva publicitaria”, es una “campaña del terror escandalosa, que está consiguiendo el rechazo de la gente”.
En este panorama, el ambientalista, aseveró que “nos llama la atención la gigantesca torpeza con la que han iniciado esta campaña. Nosotros ya teníamos indicios de que venía algo así, pero basta con ver la reacción que está teniendo el público a través de las redes sociales, denominando esto como campaña del terror escandalosa, incluso sin la intervención de Patagonia Sin Represas”, enfatizó.
Además detalló que estos spots se basan en “falacias”, usando “ideas fuerza manoseadas”, que lo que pretenden es “generar pánico” al decir que Chile debe duplicar la capacidad energética de aquí a 10 años más. “Nos dijeron lo mismo en 1990 cuando se quisieron hacer centrales en Pangue y Ralco y eso no ha pasado”, explicó.
Por su parte Patricio Rodríguez, secretario ejecutivo de la campaña de Patagonia sin Represas, indicó que “ellos han utilizado un mensaje muy burdo y además tergiversan la información. En nuestro país los que más consumen energía son la minería y la industria, así que no se de qué me están hablando cuando dicen que la ciudadanía será la responsable”, explicó.
Agregó que “ellos nos han acusado a nosotros de publicidad engañosa, entonces invito al señor Daniel Fernández que averigüe bien las cosas como son. Aunque como ex director de TVN y ahora en HidroAysén su pega es esa, creo que lo está haciendo bien y le está entregando en papel de regalo una campaña mala a los chilenos”.
En la campaña colabora uno de los gigantes de las relaciones públicas a nivel mundial, la empresa Burson-Marsteller (B-M), la que se ha especializado -según los entendidos en la materia- tanto en limpiar la imagen corporativa de empresas como en perjudicar la de sus detractores. Entre 1976 y 1983, por encargo de la dictadura militar en Argentina, Burson-Marsteler organizó una campaña contra las organizaciones de derechos humanos. En 1979 representó a Babcock & Wilcox, propietaria del reactor nuclear Three Miles Island luego de su falla, el segundo accidente atómico más grave de la historia. En 1984 asesoró a Unión Carbide Corporation para limpiar su imagen después de la muerte de dos mil personas debido a la fuga masiva de gas venenoso en su planta de Bhopal, India. En 2007 represento a la empresa americana de seguridad Blackwater, acusada del asesinato de civiles iraquíes.
Una avalancha de cientos de críticos comentarios han caído durante las últimas semanas sobre la red social twitter luego que HidroAysén lanzara en múltiples medios de comunicación (incluyendo diarios, TV y radios) su campaña comunicacional buscando posicionar su proyecto.
Una simple búsqueda da cuenta de los cientos de usuarios que, luego de ver la publicidad corporativa de la eléctrica, llevaron a la aldea global el rechazo a lo que calificaron de las más variadas formas. Muchos la consideran de verdadera “campaña del terror” que juega con el desconocimiento de la ciudadanía, toda vez que aunque la energía de tales embalses se inyectaría al Sistema Interconectado Central la presión por más electricidad para los próximos años está dada por la incorporación a este troncal de nuevos proyectos mineros y no por un mayor consumo a nivel domiciliario o comercial.
En tanto Samuel Leiva, vocero de Greenpeace en Chile indicó que “la campaña que están haciendo es demasiado soberbia, además con esto demuestran lo desesperados que están, sobre todo cuando atacan a las organizaciones que están en contra”. Aunque lo más inaceptable, según Leiva, es que el gobierno no se pronuncie sobre el tema. “Es increíble que frente a una campaña del terror como la que ha levantado HidroAysén, que tiene justamente estas características, nadie diga nada”.
“El mismo Presidente de la República ha reconocido que el precio de la energía en Chile es altísimo, que el mercado de producción de energía está concentrado y que, por lo mismo, es poco competitivo. Más grave es, entonces, una campaña que nos dice en la cara que estamos obligados a permitir que esas situaciones perduren y que quienes tienen una opinión distinta están desinformados”, aseguró Leiva.
Conceptos de esta crónica: tomados de Cambio 21 y Terram
El Incendio
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