sábado, 19 de septiembre de 2009

Una costa muy protegida

El Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral –ubicado en el sudeste de Chubut– resguarda la valiosa y variada biodiversidad del norte del Golfo San Jorge.

Por Mariana Lafont


Un nuevo parque nacional se suma a la lista de áreas protegidas de Argentina, el Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral. Lo extenso del nombre se debe, por un lado, a que el manejo del área es compartido entre el gobierno de la provincia de Chubut y la Administración de Parques Nacionales y, por el otro, a que los principales ambientes que protege son el mar y la costa en el sector austral de la Patagonia. Su objetivo es poner en valor la importancia de la biodiversidad que reina en el Golfo San Jorge y, a diferencia de otras reservas, ésta protege una porción de mar, una de tierra y un conjunto de sesenta islas e islotes.
Recientemente se ha formado una comisión con miembros de ambas entidades para coordinar qué políticas y acciones tomar en el flamante parque. Hasta el momento, Argentina tenía dos parques nacionales con costa marina, pero sin jurisdicción en el mar: Monte León, en la provincia de Santa Cruz, y el Parque Nacional Tierra del Fuego que llega en su extremo sur hasta la ribera del canal Beagle.
Los orígenes de la nueva reserva se remontan al año 2005 cuando se hicieron estudios en diferentes ecosistemas de la Patagonia costera y se estableció que esta zona tiene un alto valor biológico. En ese entonces, Martín Buzzi (actual intendente de Comodoro Rivadavia) era ministro de Comercio Exterior, Turismo e Inversiones de la provincia de Chubut y se transformó en uno de los principales impulsores de la creación del área protegida. A partir de entonces hubo un trabajo conjunto entre la Administración de Parques Nacionales, las municipalidades de Comodoro Rivadavia y Camarones y varias entidades como la Wildlife Conservation Society, la Universidad Nacional de la Patagonia, el Proyecto Modelo del Mar, el Conicet y la Fundación Patagonia Natural. Finalmente en agosto de 2007 se aprobó, mediante la ley 26.446, el tratado de creación del parque, a fines de 2008 se sancionó dicha ley y el 5 de enero del corriente año fue promulgada.

¿QUE PROTEGE?


El Parque Nacional Marino Costero tiene 132 mil hectáreas repartidas de la siguiente manera: 79 mil hectáreas de superficie marítima, 34 mil hectáreas de superficie continental y casi 19 mil hectáreas de superficie insular. Su valor ambiental es enorme: abarca 100 kilómetros de costa con bahías, caletas, ensenadas, playas, restingas y arrecifes rocosos por donde se pueden observar ballenas francas australes, orcas, delfines cruzados y toninas overas. Pero también preserva una milla alrededor de cada una de las sesenta islas e islotes, una milla desde la línea de costa hacia el mar y una milla hacia el interior del continente.
En toda esta extensión una larga lista de seres vivos serán resguardados. Por un lado, el desove y la crianza de 38 especies de peces e invertebrados, algunos de ellos con relevancia económica como el langostino y la merluza (en pesca industrial) y el pejerrey, el róbalo, el salmón, el tiburón y el pulpo (en pesca artesanal). También se cuida la reproducción de una gran proporción de las poblaciones de aves existentes (se han registrado unas cuarenta especies) como el petrel gigante del sur, el cormorán imperial y de cuello negro, el biguá, el pingüino de Magallanes, la gaviota cocinera y la gaviota austral, entre otras, además de especies endémicas o amenazadas como la gaviota de orlog y el pato vapor cabeza blanca. Justamente este último ha sido elegido como el símbolo del parque y es el que ya figura en el logo de los folletos informativos. En este ámbito también se reproducen diez especies de mamíferos marinos de la Patagonia como el lobo marino de uno y dos pelos (este último casi extinto luego de la gran depredación que sufrió hasta los años ‘30). En algunas de las islas tiene su apostadero el 65 por ciento de los lobos marinos de dos pelos de todo el litoral patagónico. En tanto, los lobos marinos de un pelo cuentan en esta zona con unos 20 asentamientos y una población estimada en más de 9800 individuos. Por otro lado la preservación de estas tierras facilita el desarrollo de praderas de microalgas (muchas de las cuales son de interés económico para la industria alguera), así como también promueve la proliferación de bancos de bivalvos, varios de los cuales (como la almeja rayada y el mejillón) son muy buscados por pescadores artesanales.

VUELOS SOBRE EL PARQUE

El parque cuenta con dos cabeceras: Comodoro Rivadavia al sur (con mayor infraestructura turística) y Camarones al norte. Una de las mejores maneras de captar la belleza de este nuevo parque es haciendo un sobrevuelo. Al ver la reserva desde el aire se pueden apreciar formas y dibujos que la costa y el mar van trazando caprichosamente. No bien se despega de Comodoro Rivadavia se ve el inconfundible y cónico Pico Salamanca y la Isla Quintano, punto donde comienza el área protegida. Más adelante surge una perfecta bahía salpicada de escasas viviendas: el pueblo alguero Bahía Bustamante, cuyas algas son enviadas a Gaiman donde son lavadas y secadas y sirven como materia prima para obtener agar-agar. Este minúsculo pueblo se encuentra en la margen norte del Golfo San Jorge, 180 kilómetros al norte de Comodoro Rivadavia. Su historia está ligada a un hombre, Don Lorenzo Soriano, un español que arribó a la zona en 1953 en busca de algas marinas (para extraer coloide y seguir fabricando un fijador para cabello que venía haciendo desde años antes). Recorrió la costa patagónica buscando algas hasta que llegó a un lugar conocido como “Bahía Podrida” (por la acumulación de algas marinas en estado de putrefacción). Había llegado a Bahía Bustamante. Hizo un relevamiento y empezó a recolectar las algas y a formar este pueblo enclavado en un solitario lugar de la Patagonia. Actualmente Bahía Bustamante recibe turistas que deseen hospedarse allí o quieran pasar el día y hacer una excursión náutica para ver algunas de las islas del nuevo parque.

CAMARONES Y LA HISTORIA

Continuando con el paseo aéreo, se sobrevuela Camarones, pequeña localidad ubicada a orillas de la bahía del mismo nombre. Este tranquilo pueblo costero tiene poco más de mil habitantes y conserva casas bajas construidas hace más de 100 años y bonitas viviendas hechas con piedras tobas de color rosado (un buen ejemplo es su iglesia). En Camarones se realiza, desde hace varios años y a fines de febrero, la Fiesta del Salmón a la que acude gente de todos lados que ama la pesca de costa.
Desde el punto de vista histórico dos hechos se destacan: por un lado aquí se fundó la primera Sociedad Rural de la Patagonia (en 1909) y, por el otro, Camarones fue el hogar del ex presidente Juan Domingo Perón durante algunos años de su niñez. Actualmente hay un interesante museo que lleva su nombre donde se pueden ver costados menos conocidos del ex presidente. Pero otro dato aún más interesante es que en el fondo de la Bahía Gil –donde se abre la Caleta Hornos–, Simón de Alcazába y Sotomayor creó en 1535 Nueva León, la primera ciudad fundada en todo el territorio argentino, un año antes de la primera fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza. Otro hecho histórico también merece destacarse: el buque “Villarino” (que repatrió los restos del general San Martín desde Francia) se estrelló contra las Islas Blancas cercanas a Camarones. Es fascinante la cantidad de lobos marinos que habitan en esas islas, que se pueden avistar haciendo una linda excursión náutica.

CABO DOS BAHIAS

A sólo 30 kilómetros de Camarones y en un rojizo entorno rocoso que contrasta con el azul del mar, se encuentra la Reserva Provincial Cabo Dos Bahías (que ahora forma parte del flamante Parque Nacional). Allí se concentra una importante colonia de pingüinos de Magallanes, una pequeña población de lobos marinos de dos pelos y un gran número de zorros, ñandúes y guanacos. Los pingüinos nadan desde el sur de Brasil y arriban a la costa chubutense para reproducirse. Primero llegan los machos en busca del nido del año anterior para ponerlo en condiciones y esperar a la hembra. Luego ambos se encargarán de cuidar el nido, incubar los huevos y alimentar a los pichones. Y allí permanecen hasta marzo.

CONCURSO FOTOGRAFICO
Para promocionar el flamante Parque Nacional se va a lanzar un Concurso Fotográfico dirigido a los residentes de la provincia de Chubut. Para facilitar el acceso de los fotógrafos al parque, habrá buses que partirán de 18 lugares diferentes de Comodoro Rivadavia en dos o tres fechas y hasta febrero de 2010. El tema del certamen es la flora, la fauna, la costa y sus islas. El 23 de febrero de 2010 se hará una exposición de los trabajos en el marco del aniversario de Comodoro Rivadavia. El jurado está integrado por tres fotógrafos de Chubut, uno del norte, otro del sur y otro de la cordillera. Las bases se pueden pedir escribiendo a: turismo@comodoro.gov.ar


DATOS UTILES
Cómo llegar: Al Parque Nacional Marino Costero: de Comodoro Rivadavia a Bahía Bustamante: en auto ir por RN 3 y en el km 1674 doblar hacia el este y tomar un camino de ripio de 30 km. Y de CR a Camarones hay que tomar la RN3 al norte hasta el empalme con la RP 30 (en total son 244 km).
Al Cabo Dos Bahías: desde Camarones hay que hacer 28 km hacia el sur por la RP 1 hasta la reserva.
Excursiones náuticas: http://www.bahiabustamante.com/ info@bahiabustamante.com. En Camarones: Patagonia Austral Expediciones (son los mismos de Ría Extrema de Puerto Deseado) (0297) 15-4006840 y (0297) 15-6258180.
Aeroclub Comodoro Rivadavia: vuelos por el parque (para tres personas). RN 3, Acceso Sur. Tel.: (0297) 44-82495. http://www.accr.com.ar/
Más información: Rivadavia 430. Tel.: (0297) 44-62376. Terminal de ómnibus, de lunes a viernes de 8 a 21 y sábados, domingos y feriados de 9 a 21 hs. http://www.comodoro.gov.ar/
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