viernes, 18 de septiembre de 2009

El calentamiento global y la desaparición de hielos y selvas

Escribe Héctor Horacio Dalmau


Es más que evidente que la acción del hombre sobre los recursos naturales, modifican las condiciones naturales de tal manera tan rápidamente, que el mismo no se acostumbra a esos cambios cuando ya surgen otros-Así como los seres humanos sufren esas transformaciones, el medio ambiente también los padece y de allí que surge aquello de que:


¡Dios Perdona siempre.!, ¡El hombre a veces!, ¡La naturaleza nunca!, y seguramente será por eso que día a día nos encontramos con fenómenos naturales que si bien son más que conocidos en otras regiones del orbe, toman desprevenidos a seres de lugares donde los mismos son casi desconocidos, poco conocidos, o bien muy raros lo cual hace que tome desprevenidos a los lugareños aumentando su poder de devastación, sin que muchas veces se pueda establecer con claridad los ¿por que de su ocurrencia?. Sería un inconciente si me pondría a establecer sin respaldo científico que los duros cambios ambientales producidos en nuestra región (desaparición) de las selvas, represamientos de nuestros grandes ríos, son puntualmente los responsables de fenómenos como el ocurrido en las cercanías de Tobuna. Es decir que luego de años de estudios al respecto recién se podrá afirmar cuales fueron las causas de la aparición de esos más que fuertes vientos, con la misma seguridad con que muchos afirmamos otras consecuencias negativas de esos cambios habida cuenta de que hace años las estamos padeciendo.



HIELOS-

Cálculos realizados establecen que la superficie de tierra firme de nuestro planeta soporta una carga de unos 38 millones de kilómetros cúbicos de hielo (de los cuales, un 85 por % está en el continente Antártico. Como el agua es algo más densa que el hielo, esos 38 millones, al derretirse, se ocuparían unos 33 millones de kilómetros cúbicos de agua. Está claro que si el hielo se derritiese, toda el agua, o casi toda, iría a parar al océano. El océano tiene una superficie total de 360 millones de kilómetros cuadrados, Si dicha superficie permaneciera constante y los 33 millones de kilómetros cúbicos de hielo fundido se esparcieran uniformemente por toda su extensión la capa de hielo fundido tendría un espesor de 92 metros. El Ártico se calienta dramáticamente, los glaciares se derriten.


Tal la conclusión en un estudio que acaba de publicarse. Pero los países que lo encargaron no se ponen de acuerdo sobre las medidas que hay que tomar.


El estudio es el resultado del trabajo de 250 científicos de ocho países. Estos constataron que los hielos del círculo polar ártico se derriten el doble de rápido que el resto del mundo. La capa de hielo en el Ártico se redujo en los últimos 30 años de un 15% a un 20%.


Paal Prestrud, segundo director del informe del Arctic Climate Impact Asessment (ACIA) indicó que el dramático aumento de la temperatura se debe sobre todo a las emisiones de automóviles, fábricas y centrales energéticas. Los autores del informe temen que a fines de ese siglo, el círculo polar ártico esté en verano prácticamente libre de hielo, debido a un aumento de la temperatura de cuatro a siete grados centígrados.



¿ Los hielo desaparecerán ?

Muchos científicos Coinciden en que las emisiones de gases que producen el efecto invernadero (GEI) han sido muy intensas a partir de la Revolución Industrial, momento a partir del cual la acción del hombre sobre la naturaleza se hizo intensa, y su resultado no es otro que el calentamiento global (el aumento de las temperaturas), estando todo el hielo del Ártico absolutamente amenazado, sin que se vislumbre voluntad real desde el los poderosos de poner freno a las causas.


Más allá de lo que ocurre en el Polo Norte o sea en el Ártico, donde realmente es más que preocupante derretimiento de los hielos del casquete polar continentales, que sin dudas es un fenómeno estacional de largo plazo, lo que más se va a modificar es la geografía antártica y cuyas consecuencias para el mundo pueden ser caóticas, debido al aumento en el nivel de los océanos. Y esta posibilidad tiene la justificación en la siguiente noticia de la Agencia “EFE”


PARÍS.-

Unas imágenes tomadas por satélite han revelado la existencia de grietas en el casquete polar ártico de una superficie superior a la de Reino Unido, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA); "Esta situación es diferente a todo lo visto en las anteriores estaciones de máximo deshielo" de finales de verano, señaló Mark Drinkwater, de la Unidad de Océanos y Hielos de la ESA.


Las imágenes, tomadas entre el 23 y el 25 del mes de agosto, revelan que la falla se extiende desde el archipiélago noruego de Spitzberg hasta el Polo Norte a través del Ártico ruso.


Además, "confirman" que las concentraciones de hielo registradas en la superficie comprendida entre Spitzberg, el Polo Norte y las islas más septentrionales de Rusia, las Sévernaya Zemlya, son "mucho menores" que las observadas en los últimos años, subrayó la ESA. "Es fácilmente imaginable que un barco pudiera haber alcanzado sin dificultad el Polo Norte" desde Spitzberg o desde el norte de Siberia "a través de lo que normalmente es una capa de hielo", dijo Drinkwater.

Sin dejar de preocupar la situación del Polo Norte, no es menos grave lo que ocurre en el otro extremo del globo terráqueo, o sea en el continente antártico. La importancia de la Antártida es tal, que representa el 90% de la totalidad de los hielos que existen en el planeta y el 70% de las reservas de agua dulce. Hay una masa continental con basamento de roca cubierta de hielos permanentes.


Habiendo dos masas importantes unidas aparentemente por un estrechamiento: una llamada Antartida Occidental y otra Oriental. Pero además todo el continente esta rodeado de una masa variable de hielos depositados sobre el mar adyacente. (Hielos oceánicos). Si todos los hielos continentales del sector occidental se derritieran, el nivel de los mares subirían entre 1.5 y 5,5 metros. Pero si todos los hielos continentales de la Antartida, sumando el sector occidental y oriental se derritieran el nivel de los mares subiría desmesuradamente originando una catástrofe mundial sin precedentes. Los posibles efectos del recalentamiento en las masas de hielo costeras, afectan también a territorios interiores en los cuales está la mayor parte del hielo antártico. Se pronostica que más de un cuarto de la actual masa global de glaciares montañosos podría haber desaparecido en 2050, y más de la mitad en 2100, cuando sólo quedarían grandes extensiones de esos hielos en Alaska, la Patagonia en el sur de Argentina y el Himalaya al norte de la península índica. El hielo refleja grandes cantidades de energía solar y es un factor contrario al recalentamiento.


Cuando el hielo se derrite, quedan expuestas superficies de tierra y agua que retienen el calor, lo cual aumenta el recalentamiento y causa más derretimiento de hielos, en un proceso que se retroalimenta no es aislado. Un fenómeno ocurre con Isla de Los Pinos, el Glaciar Ninis el Glaciar Mertz., como también la acelerada desintegración de la barrera de hielos Larsen en la costa este de la península Antártica, que no es el único sector de fusión de hielos, por que lo mismo ocurre en la barrera de hielos en el Mar de Ross, en el cuadrante australiano. Las causas parecen complejas sin embargo se consideran entre ellas los efectos del calentamiento global que esta sufriendo aceleradamente el planeta. Me permito pegar la siguiente infografía aparecida en el diario Clarín hace un tiempo, que muestran toda la dramaticidad de este problema, que se acentúa con los años y hace estimar que la expanción superficial del océano de ser constante, taparía unos cinco millones de kilómetros cuadrados de las tierras bajas que hoy día festonean sus orillas.


Por contrario imperio una mayor lentitud de ese proceso significaría que la superficie del océano aumentaría menos y que la capa de ese nuevo aporte de agua no sería tan gruesa como podríamos de suponer, pero aun así, el nivel subiría considerablemente y anegar buena parte de las zonas más pobladas de la tierra.


Si el cambio de nivel durase miles y miles de años, como siempre ha sido en el pasado, no habría dificultad para afrontarlo. Pero el problema es que la tecnología humana está vertiendo polvo y anhídrido carbónico en el aire. El polvo intercepta la radiación solar y enfría la Tierra, mientras que el anhídrido carbónico atrapa el calor y la calienta. Si uno de los efectos llega a predominar en el futuro sobre el otro, la temperatura de la Tierra quizá suba o baje con relativa rapidez. Y en cosa de cien años puede que los hielos se derritan o que se formen glaciares continentales. O sea que si los cambios no son equilibrados, se complicarían mucho las cosas, lo catastrófico no sería tanto el cambio en sí como la velocidad del cambio.



LA DEVASTACIÓN DE LAS SELVAS.

A través de los siglos se han acumulado pruebas de que la intervención humana puede producir innumerables daños en la tierra, el agua y el aire.


Una de las formas que asume esa intervención, la deforestación, ha afectado seriamente a los bosques del planeta. Hace unos 10.000 años -es decir, antes del comienzo de la agricultura- ese tipo de bioma se extendía sobre unos 4.200 millones de hectáreas, las dos terceras partes de la superficie terrestre. Hoy, en extensas regiones de Asia, Europa y América del Norte los bosques naturales han desaparecido, y la deforestación amenaza al más extenso de los que quedan en el planeta; La selva amazónica, teniendo especialmente en cuenta que las selvas de la Cuenca del Río de la Plata ya han sido prácticamente arrasadas.



LAS SELVAS NO SON SOLO UN MONTÓN DE ÁRBOLES

En presente infografía se establece con claridad todas las especies que se extinguen al desaparecer las selvas, a las cuales hay que sumarle la especie humana y los ríos subterráneos. La deforestación, que consiste en la destrucción de bosques por tala o quemado, va acompañada por el progreso tecnológico, que a su vez plantea nuevos y más graves problemas, debido a que las innumerables especies animales y vegetales que gracias a ella existen, y el oxígeno que produce, desaparecen inexorablemente con cada árbol que se voltea en pos de un mal llamado progreso.


El fuego y la necesidad de habilitar tierras para la agricultura y el pastoreo arrasan con grandes espacios forestales, pero en el largo plazo los suelos resultan erosionados y empobrecidos por la ausencia de vegetación natural protectora ante las precipitaciones.


La deforestación modifica los procesos de evaporación y el régimen de lluvias, con cambios climáticos inmediatos que repercuten sobre las posibilidades de supervivencia de gran cantidad de especies, en apariencia no afectadas en forma directa.


La quema anual de 13.500 km2 de bosque tropical, para transformar el terreno en áreas de cultivo o pastoreo, lleva a la desertización. Se llama así al proceso por el cual un territorio que no tenía las características climáticas de los desiertos naturales termina por adquirirlas, a causa de la destrucción de su cubierta vegetal y de la erosión.


Como consecuencia de ello los suelos se empobrecen y las partículas más pequeñas se vuelan por el viento, o bien escurren con las lluvias.


El suelo fértil y productivo, que necesita cientos de años para formarse, es también inestable, ya que para mantener la cohesión y firmeza de sus partículas, requiere de las plantas y especialmente de sus raíces. Y si las plantas son taladas, la erosión debida al agua y al viento deja pronto al descubierto la roca viva que, sólo tras el paso de muchísimos años, podrá volver a ser aprovechada por los vegetales. En suma, tanto la agricultura como los caminos, las represas y los asentamientos humanos son necesarios; y en territorios nuevos, no pueden hacerse sin deforestar. Pero la eliminación de especies arbóreas no debe exceder ciertos límites; si no existen planes de reforestación racionales, esa intervención sobre el ecosistema tendrá consecuencias gravísimas para la cadena alimentaría y para la vida misma.


Toda modificación al escenario natural rompe su equilibrio, y es así que la calidad de vida se va deteriorando aceleradamente, y de todos los cambios el más duro es la aparición de enfermedades que habían sido erradicadas, y lo que es más grave aún aparecen nuevos virus producto de mutaciones debido a los cambios ambientales. Creo que de esto casi no hace falta hablar en Misiones ya que la realidad nos demuestra cuan duro es el soportar las consecuencias de los cambios producidos por la desaparición de la selva y los enormes emprendimientos hidroenergéticos.


Misiones on line

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