Ana Burgueño San Sebastián, 20 sep (EFE).- La omnipresencia de la Patagonia argentina es el imprescindible envoltorio de la última película de Gustavo Montiel Pagés, "Marea de arena". El director mexicano se ha trasladado fuera de su país para desnudar al "hombre contemporáneo" y mostrarlo "en estado puro".
Este filme, que se presenta en la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián, es la historia de Juan, un drama sobre sus dos pasiones, la de ser un buen padre y otra, más enfermiza, la que le une a Mar, su ex mujer, producto de su incapacidad para sobrellevar la separación matrimonial.
Tres casas y unos pocos coches son los únicos elementos que alterarán el entorno, un mar de arena, cielo y agua del que se sirve Juan, fotógrafo de gran sensibilidad artística, para hacer una cárcel a cielo abierto donde mantener encerrados a su hijo y su ex mujer.
Vivirá todo ello en la soledad de un paisaje increíble y bellísimo, pero también un lugar que genera angustia y empuja a llevar al límite los sentimientos.
Todo se mide en grandes magnitudes y las soluciones llegan en forma de tragedia.
Martín, el hijo de ambos, y otros tres personajes más conforman el núcleo de "Marea de arena", cuyo guión nació de una historia que le contó a Montiel Pagés un amigo realizador cuando coincidieron en el Festival de Cine de Nueva Delhi.
El director mexicano ha explicado en una entrevista a Efe que cuando escribió el guión tan sólo conocía la Patagonia por los documentales, pero que sorprendentemente después comprobó que las personas que allí viven "sienten así", como los personajes que dibujó a muchos kilómetros de distancia.
A medida que fue repitiendo las visitas, adecuó su relato, aunque los cambios que introdujo fueron detalles irrelevantes. La esencia permaneció inalterable.
"Lo que yo inventé me lo encontré allí", señala Gustavo Montiel Pagés, que rodó la película en Bahía Bustamante, la zona que varias personas le recomendaron cuando leyeron su historia.
Asegura que el lugar tiene un "valor simbólico" en el filme y que si condiciona la conducta de los personajes es porque en medio de la nada "no hay soluciones intermedias".
"No hay terapeutas, no hay amigos que ayuden a que las cosas se resuelvan de otro modo. Se ve al hombre contemporáneo en estado puro", añade el realizador mexicano.
Montiel Pagés cree que la relación hombre-mujer se ha "distorsionado" y la familia está en descomposición. "La familia está muerta", afirma un hombre que, al igual que el amigo que dio origen a su historia, se considera "un padre increíble".
Y de esto también hay en "Marea de arena", amor paterno y ternura, y el "dolor total ante la sola posibilidad de la pérdida del hijo".
Esta coproducción mantiene además el equilibrio México-Argentina en el reparto. Lo encabezan Daniel Kuzniecka, Edurne Ferrer, Damián Alcázar, Julieta Benedetto y Felipe Colombo. EFE
ABC
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