La pareja real fue invitada por la Organización Holandesa para la Investigación Científica para conocer de cerca el trabajo de los científicos holandeses en dicha región gélida.
Amsterdam.- En el marco de su visita a la Antártida, el príncipe Guillermo Alejandro de Holanda y la princesa Máxima pernoctaron en una carpa e incluso descendieron por la grieta de un glaciar haciendo rapel, informó hoy el príncipe en el weblog real de su viaje.
Cuando ascendieron, fueron sorprendidos con la visión "de un cielo impresionantemente azul". El hijo de la reina Beatriz contó que armar una carpa en territorio polar, donde puede haber vientos de hasta 100 kilómetros por hora, es bastante distinto a acampar en Europa. Sin embargo, la pareja real tuvo suerte: después de una noche sin viento, disfrutaron de un buen desayuno, contó el blogger de sangre azul.
En tanto, Máxima y Guillermo Alejandro llegaron nuevamente a la estación británica Rothera en la Península Antártica, desde donde habían partido el sábado hacia el Polo Sur. De todas formas, no llegaron al mismo Polo Sur, lo que no estaba previsto en el programa.
La pareja real fue invitada por la Organización Holandesa para la Investigación Científica (NWO) para conocer de cerca el trabajo de los científicos holandeses en la Antártida. Con esta acción Guillermo Alejandro también quiso llamar la atención sobre las consecuencias del calentamiento global.
Milenio
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