Por: World Society for the Protection of Animals
La Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA) se pronunció en contra de las intenciones de la presidencia de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) de llegar a un acuerdo con Japón para reanudar la caza de ballenas con fines comerciales (1). El acuerdo, descrito en documentos obtenidos por the Washington Post y publicados el día de ayer, dice que se permitiría a Japón cazar ballenas en sus aguas costeras a cambio de una reducción en su mal llamada ‘caza con fines científicos’ en el Santuario de Ballenas de la Antártica, contradiciendo la prohibición a la caza de ballenas con fines comerciales que entró en rigor en 1986 (2).
Un acuerdo como éste, abonaría el terreno para que se valide globalmente la cacería de ballenas con fines comerciales, una práctica intrínsecamente cruel que emplea arpones explosivos. Información recolectada en Japón y Noruega muestra que estos animales pueden agonizar durante alrededor de una hora, antes de morir a causa de la gravedad de las heridas.
La WSPA cree que la mal llamada caza con fines ‘científicos’ por parte del Japón en la Antártida debe detenerse ejerciendo presión diplomática al exterior de la CBI y hace un llamado para que la Prohibición 1986 se mantenga y fortalezca por razones de bienestar animal.
Claire Bass, Gerente del Programa de Mamíferos Marinos de la WSPA, comentó al respecto: ‘Es vergonzoso que Japón, que ha cazado alrededor de 11.000 ballenas desafiando descaradamente una prohibición global, esté ahora presionando a la CBI y exigiendo concesiones. Resulta imposible creer que la CBI siquiera considerara una negociación de este tipo y que, con el aparente apoyo de los EUA, sirviera las ballenas en bandeja de plata al Japón.’
‘La caza de ballenas es una actividad no humanitaria, sin importar en donde tenga lugar.’ Y continuó ‘Un acuerdo que, simplemente, traslade la crueldad contra los animales de la Antártida al Pacífico Norte no vale ni siquiera el papel en el que está escrito. Dar vía libre a esta práctica no humanitaria e innecesaria sería un retroceso gigantesco para el bienestar animal a nivel global.’
Para la WSPA, es también preocupante el hecho que la CBI, responsable del manejo de la conservación de las ballenas del mundo –incluyendo temas referentes a la caza- haya perdido perspectiva; sólo tres países del mundo insisten en seguir con la caza de ballenas con fines comerciales y aún así, la Comisión dedica una gran parte de su tiempo y energía a negociar una continuación. Mientras tanto, las ballenas del mundo siguen extremadamente desprotegidas contra la creciente cantidad de amenazas a las que se enfrentan, las cuales incluyen, entre otras, la contaminación química y sonora, el cambio climático y el exceso de pesca; además de la posibilidad de ser muertas por redes pesqueras. La WSPA y algunos otros miembros de la red Whalewatch piensan que la CBI necesita redefinir urgentemente sus prioridades en cuanto a protección de ballenas y no la caza de las mismas (3).
Bass concluye: ‘Es imposible imaginar a los gobiernos respaldando la práctica de engordar excesivamente a los cerdos o a las vacas para producir carne, pero hay un punto ciego en materia del bienestar de las ballenas. Si bien el sufrimiento se da mar adentro y está fuera de la vista de los gobiernos, éstos no deben dejar de tenerlo en cuenta.
La Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA) es la alianza más grande organizaciones de bienestar animal en el mundo. Por medio de una red con cientos de Sociedades Miembro, luchamos porque el bienestar animal importe y la crueldad hacia los animales termine.
Promovemos cambios tanto a nivel básico como gubernamental, en pro del bienestar animal.
El Cronista
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