SANTIAGO, 26 feb (Xinhua) -- Científicos chilenos se han unido a colegas de más de 60 países en proyectos de investigación árticos y antárticos para celebrar el Año Polar Internacional, en medio de la preocupación general por el derretimiento de los glaciares.
Investigadores del Instituto Antártico Chileno (INACh) y la Universidad de Magallanes, así como del Instituto del Cambio Climático de la Universidad de Maine, Estados Unidos, y la Universidad Federal de Río Grande do Soul de Brasil reciben apoyo de la Fuerza Aérea chilena para sus trabajos en la Antártida.
El glaciólogo del INACh Ricardo Jaña ha explicado a la prensa que el proyecto denominado CASA (Clima en la Antártida y Sudamérica) aportará conocimientos sobre zonas no monitoreadas para develar la evolución climática en el territorio blanco.
Pese a la confirmación del derretimiento de extensas zonas costeras de la Antártida, los científicos sostenían que al menos las tierras interiores estaban fuera de peligro, pero recientes estudios confirman lo contrario.
Investigaciones del profesor Eric Steig, de la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos, demostraron que el calentamiento del planeta igual avanza por todo el continente blanco.
El científico concluyó que el territorio cubierto por hielos que se extiende al oeste de la península, conocido como Antártida Occidental, ha experimentado un aumento de 0,1 grados celcius por década.
Esa zona, situada más allá de las montañas transantárticas y que tiene una elevación de unos 3.000 metros sobre el nivel del mar, se ha mantenido más fría, pero en promedio la temperatura de todo el continente va en alza.
Por el deshielo, la temperatura en la península antártica ha aumentado 2,5 grados en los últimos 50 años, provocando el derretimiento de áreas costeras. El 90 por ciento del hielo que hay en el mundo se encuentra en la Antártida.
La misión de los científicos chilenos, estadounidenses y brasileños contempla desarrollar mediciones durante vuelos sobre la Península Antártica, a fin de medir, entre otras, la plataforma de hielo flotante de Wilkins, que experimentó el colapso de más de 600 kilómetros cuadrados de superficie.
Estos expertos estudian los efectos del calentamiento global sobre la Antártida chilena con sensores de última generación.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas consideró que los océanos podrían subir 59 centímetros este siglo como resultado del aumento de las temperaturas y del derretimiento de hielos, si no se hace algo por reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases que generan el efecto invernadero.
Las respuestas a las interrogantes respecto del cambio climático son uno de los objetivos del proyecto denominado Año Polar Internacional, que movilizó a 10.000 científicos y otras 40.000 personas de 60 países para investigar a fondo los fenómenos que se producen en el Artico y la Antártida, con el empleo de rompehielos, submarinos, aviones y satélites.
Los glaciares están descargando sus aguas en el mar más rápidamente debido a que la capa flotante de hielo que habitualmente los detenía, por lo general de 200 a 300 metros de espesor, se fueron derritiendo. Por ello, el calentamiento de la Antártida occidental es una preocupación real.
La temperatura anual promedio de la península ha aumentado en un grado Fahrenheit (0,56 grados centígrados) desde 1957, pero todavía está en 50 grados Fahrenheit bajo cero (45,6 grados centígrados bajo cero), según un reciente estudio de Eric Steig.
Reportes científicos indican que el mayor glaciar antártico, el Pine Island, se está desplazando 40 por ciento más rápido que en la década del 70, diluyéndose más rápidamente en el océano, y el Glaciar Smith se mueve 83 por ciento más rápido que en 1992.
Todos los glaciares del continente blanco están perdiendo conjuntamente unos 103.000 millones de toneladas por año debido a que el derretimiento es mucho mayor que las nevadas.
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