miércoles, 25 de febrero de 2009

El hielo se va, los turistas vienen

Carlos Duarte, jefe científico del proyecto ATOS, que estos días relata para ABC la campaña a bordo del Hespérides, analiza hoy el inminente colapso de la plataforma Wilkins y narra la ayuda que tuvieron que prestar a un buque turístico varado

El buque de turismo polar Ocean Nova varado en las rocas en la Bahía Margarita, Península Antártica



CARLOS M. DUARTE

18 de Febrero de 2009. Por fin pudimos volar a la Isla del Rey Jorge, en la Antártida, donde el buque Las Palmas, de la Armada Española, nos recogió y nos llevó, en inmejorable compañía, al encuentro del Hespérides, que abordamos hacia las 3 de la madrugada en las proximidades de la Isla Decepción.


Tras ser recibidos a bordo por mis amigos Jordi Dachs, Jefe Científico de la expedición ATOS-2, y el Capitán de Fragata Pedro Luis de la Puente, Comandante del Hespérides, nos incorporamos al ritmo de la expedición que se dirigió al Sur, acompañado por buena mar y tiempo razonable, por aguas del Mar de Belinghausen, bordeando la costa occidental de la Península Antártica.
Esperábamos encontrar el frente de la banquisa de hielo, hielo de origen marino formado por congelación de agua de mar, hacia 65º S donde estaba hace tan solo dos semanas, pero las imágenes de satélites que recibíamos indicaban que el frente de hielo había retrocedido hasta el paralelo 70 º S. Esto significa que en dos semanas se han fundido más de 500 kilómetros lineales de frente de hielo, lo que corroboraban las altas temperaturas, de casi 4 ºC, inusuales para esta latitud, y la baja salinidad, de 33.4 por mil que indicaban la presencia de aguas de deshielo, de las aguas del Belinghausen.


Las imágenes de satélite revelaban algo más, la desaparición de la banquisa permitía la salida de los cientos de icebergs en los que se había fragmentado parte de la Placa Wilkins, surcada por grietas desde hacía semanas, evento del que se hacía eco este diario (ABC, 18/2/09). La vertiginosa desaparición de la banquisa y la navegación por estas aguas surcadas de enormes icebergs sobrecogían. La fuerte mar que se levantó al segundo día de trabajo en esta zona nos obligó a abandonarla por el peligro de las colisiones de los hielos contra el casco.

Nuestro plan de campaña se vio bruscamente alterado por la llamada de socorro del buque de turistas Ocean Nova, varado en la Bahía Margarita, junto a la base antártica argentina San Martín. Como buque más próximo al siniestro, el Hespérides navegó al encuentro del Ocean Nova. Su situación, muy encajonado en las rocas y con icebergs cerrando la salida y las malas condiciones de la mar impidieron el rescate, así que nos mantuvimos a la espera de poder asistir al persona embarcado y ayudar al rescate del buque.


Afortunadamente, el tiempo mejoró y el video submarino realizado por el Segundo Comandante del Hespérides, Capitán de Corbeta Jose Luis Barón Touriño, entusiasta buceador antártico, resolvió la forma de salir de la varada, liberándose el buque al fin de la tarde. En el puente del Hespérides aún esperan la llamada del Ocean Nova a dar las gracias...


El turismo antártico, un sector elitista, está creciendo de manera casi incontrolada. Los ricachones que pagan precios desorbitados por navegar por la Antártida exigen aventuras en proporción a lo pagado, forzando que los buques asuman riesgos que desencadenan episodios como el del Ocean Nova. Los rescates de buques de turistas vienen siendo ya ingredientes habituales en la investigación antártica. Es en esos momentos cuando más me alegro de estar a bordo del Hespérides, que además de un buque muy bien equipado para la investigación oceanográfica es un buque cuya seguridad está garantizada por la profesionalidad de su dotación y los depurados protocolos de actuación de la Armada Española.


En este nuevo reencuentro hallé al buque Hespérides, castigado con largas navegaciones en aguas difíciles, en un magnífico estado. Su comandante actual el Capitán de Fragata Pedro Luis de la Puente, cuyo mando concluye este verano, merece una felicitación de todos -el Hespérides es de todos los españoles- por el excelente estado en el que lo dejará a su relevo. En Bahía Margarita, Península Antártica (68° 08.62´ Sur, 67° 06.86´ Oeste).

ABC

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