jueves, 2 de junio de 2011
Un nuevo mapa revela fiordos gigantes bajo el hielo de la Antártica
Se trata de la primera cartografía en alta resolución de una de las últimas regiones inexploradas de la Tierra
Científicos de EE.UU., Reino Unido y Australia han creado el primer mapa topográfico en alta resolución de una de las últimas regiones inexploradas de la Tierra, la inmensa cuenca subglacial Aurora, enterrada en la Antártida oriental y cuyo tamaño supera al del estado de Texas. El mapa, elaborado con un radar capaz de penetrar el hielo, ha sacado a la luz algunos de los fiordos más grandes del planeta, lo que proporciona una importante información sobre la historia del hielo en la Antártida. Los resultados de la investigación aparecen publicados en la revista Nature.
«Apenas sabíamos nada de lo que podía ocurrir bajo bajo esta parte de la capa de hielo y ahora la hemos abierto y la hemos hecho real», afirma Duncan Young, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas en Austin y autor principal del estudio. Los científicos se centraron en la cuenca subglacial Aurora al suponer uno de los puntos más débiles de la capa de hielo antártica oriental y «una fuente potencial de subida del nivel del mar en la Tierra».
Debido a que la cuenca se encuentra a kilómetros bajo el nivel del mar, el agua podría penetrar bajo el hielo, provocando que porciones de la capa de hielo se colapsen y floten en el mar. De hecho, este trabajo muestra que la capa de hielo ha sido significativamente menor en el pasado.
Cientos de kilómetros de diferencia
Trabajos previos basados en los sedimentos oceánicos y en modelos computacionales indicaban que la placa de hielo de la Antártida oriental creció y se redujo considerablemente y con frecuencia, desde hace aproximadamente 34 a 14 millones años, haciendo que el nivel del mar fluctuase unos 200 pies. Desde entonces, ha sido relativamente estable. El nuevo mapa revela el borde de la capa de hielo en diferentes momentos en el pasado, a veces a cientos de kilómetros desde el borde actual.
Los científicos creen que las configuraciones anteriores de la capa de hielo pueden dar una idea de cómo podría ser en el futuro, aunque no prevén una reducción tan intensa en los próximos 100 años. Sin embargo, incluso un pequeño cambio en esta capa de hielo masiva podría tener un efecto significativo sobre el nivel del mar. Los investigadores utilizarán el nuevo mapa para predecir cómo la capa de hielo se desarrollará en los próximos años y cómo podría afectar el nivel del mar.
ABC
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