El 15 de este mes la presidenta Cristina Fernández asistirá a la ceremonia a efectuarse en Río Gallegos. El ducto demandó al Gobierno nacional una inversión de 265 millones de dólares.
Se inaugurará el próximo 15 el nuevo tendido del gasoducto Transmagallánico, de 37,7 kilómetros de longitud, que une cabo Espíritu Santo con Faro Vírgenes, ubicado en el sector del continente de la isla de Tierra del Fuego.
El conducto, cuya construcción demandó una inversión de u$s265 millones, corre en forma casi paralela al primer tendido transmagallánico instalado por la ex Gas del Estado en 1978.
El acto de inauguración será presidido por la jefa del Estado, Cristina Fernández de Kirchner, junto con el ministro de Planificación Federal, Julio Miguel De Vido, y los gobernadores de Santa Cruz, Daniel Peralta, y de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos. La nueva obra de infraestructura permitirá poner en operación los campos gasíferos Carina y Aries, desarrollados por el consorcio Cuenca Austral Marina.
Hasta el presente esos hallazgos petroleros, por falta de capacidad de transporte desde la isla de Tierra del Fuego, se veían impedidos de poner en explotación comercial a los yacimientos Carina y Aries. Esos campos fueron descubiertos por Total Austral en sociedad con la alemana Wintershall y la argentino-británica Pan American Energy.
La entrada en producción de esos campos, cuyo desarrollo concluyó en 2006, permitirá contar con la llegada al mercado interno de una acumulación de gas y petróleo ubicada a 80 kilómetros de las costas de Tierra del Fuego, que cuenta con más de 83.000 millones de m3 de gas y 19,2 millones de m3 de líquidos recuperables.
Aries, por su parte, ubicada a casi 25 kilómetros de las costas de Tierra del Fuego, posee reservas identificadas por casi 20.000 millones de m3 de gas y 1,5 millón de m3 de crudo. La efectiva puesta en producción de esos yacimientos reportará la incorporación de gas más sustantiva concretada en los últimos años en pos del incremento de la oferta de gas demandada por el mercado interno, cuyo consumo, desde 2003, se incrementó en más de 50 por ciento. Ese aumento del consumo de gas natural hizo necesario poner fin a buena parte de las exportaciones que desde 1995 se habían establecido con la región en un período en que la economía nacional había entrado en un inédito retroceso productivo y social. Las obras del nuevo ducto fueron concretadas por el consorcio conformado por All Seas Boskalis y Odebrecht.
La obra se financia con el aporte de los usuarios a través del pago de un cargo específico y del Fideicomiso Austral creado por el Gobierno nacional, al que aportan varias empresas petroleras, tanto de la isla de Tierra del Fuego, como es el caso de Apache, como de las integrantes del Consorcio Cuenca Marina Austral. El tramo submarino está soterrado a una profundidad de 70 metros bajo el lecho marino para evitar ser movido por las corrientes. El caño tendrá una capacidad máxima de transporte de 17,5 millones de m3 diarios. Los trabajos en tierra estuvieron a cargo de Contreras Hermanos, mientras que las tareas de tendido del caño fueron realizadas por el buque “Solitaire”.
El Argentino
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