WASHINGTON. Un gigantesco iceberg del tamaño de Luxemburgo se desprendió del glaciar Mertz y ahora está a la deriva frente a la Antártida oriental, lo que podría influenciaren la circulación de las corrientes oceánicas, según una investigación dada a conocer este viernes.
La masa de hielo, de 78 kilómetros de largo y entre 33 y 39 kilómetros de ancho y una superficie de 2.550 kilómetros cuadrados, se desprendió del glaciar tras ser embestida por otro iceberg, el B-9B.
Según las imágenes tomadas por los satélites, la colisión se produjo entre el 12 y el 13 de febrero en el territorio antártico de competencia australiana.La investigación que permitió descubrir el iceberg está a cargo de un grupo franco-australiano del centro de investigación australiano Antarctic Climate and Ecosystems (ACE), que monitorea el glaciar Mertz desde 2007, en el ámbito de un proyecto elaborado en el Año Polar Internacional.
Este enorme glaciar era conocido desde hace tiempo por los expertos por estar en peligro de rotura a causa de dos grandes grietas que con el paso del tiempo se habían ido acercando progresivamente.
Las imágenes de los satélites han revelado que el nuevo iceberg se está desplazando hacia la Depresión de Adelia, en una de las zonas que producen agua densa, helada y rica en sal, y que dirigen la corrientes oceánicas.
Se trata, por este motivo, de una ocasión única para observar cómo este evento puede influenciar la circulación de las corrientes y para elaborar nuevos modelos de la circulación oceánica en respuesta al calentamiento global.
Si el iceberg se desplaza hacia oriente y encalla o si se dirige hacia climas más templados no tendrá impacto sobre las corrientes oceánicas, pero si se queda en esa zona podrá bloquear la producción de agua densa.
abc
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