lunes, 9 de abril de 2012

Bariloche festejó a pleno su resurrección con un huevo de Pascua gigante


Larga fila. Los 7 mil kilos de chocolate no alcanzaron para tanta gente.
Foto: Clarín

Hubo tres cuadras de cola para probar un pedacito de los 7 mil kilos de chocolate.

Miles de turistas se congregaron ayer desde muy temprano en el Centro Cívico de San Carlos Bariloche para asistir a la ceremonia de rompimiento y distribución del bautizado“Huevo de Pascua más grande del mundo” . El conjunto de empresas que auspició el eventoaspira a que el gigantesco huevo se convirtiera en un récord Guinness . La marca aún no está confirmada oficialmente: hasta ahora era Bélgica el país que exhibía el récord, con un huevo de 8,32 metros de altura.

“Es difícil establecer récords para este tipo de proyectos porque se hacen todo el tiempo, y cada cual asegura ser el récord. Yo vengo de hacer huevos muy grandes en Europa y que por uno u otro motivo dicen ser los mas grandes o los más voluminosos, pero sin duda que este es uno de los más grandes que he hecho en mi carrera y un proyecto fantástico”, le dijo a Clarín el chef Hugo “Chocolate” Sosa, que lideró la construcción.

A media mañana el intendente local Omar Goye rompió el huevo desde una grúa, ayudado por un martillo de juguete y una piqueta real. De todos modos los 7 mil kilos de chocolate no fueron suficientes para tanta gente . Las colas de ansiosos amantes de los dulces se extendió hasta tres cuadras.

Después de las 12 del huevo sólo quedaba el famélico esqueleto de su estructura interior. Los 8,5 metros de puro sabor , que llevaron 17 días de trabajo continuo de parte de 20 maestros chocolateros, fueron reducidos a la nada en apenas un pestañeo. “Fue una excelente experiencia . La Semana Santa fue un éxito y podríamos alcanzar el 80% de ocupación hotelera”, aseguró el secretario de Turismo local, Vicente Búa.

Durante horas el Centro Cívico e incluso la calle principal –Mitre, transformada en peatonal– estuvieron totalmente invadidas por los turistas y locales.

“¡No seas rata, comprate un chocolate!” , le gritaba un amigo al otro que estaba haciendo una fila que subía desde el lugar mismo de distribución de los trozos de chocolate hasta la calle Morales, junto a los puestos de los artesanos.

“Seguro que el año que viene van a hacer un huevo más grande”, dijo una señora que esperaba su turno en una interminable fila. “Seguro que sí”, le respondía otra.

En la cordillera ya nadie se acuerda de las cenizas .



Clarín

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