jueves, 22 de enero de 2015

ANTÁRTICA. INACH inició etapa marítima de expedición 2015


Punta Arenas, 22 de enero de 2015. El pasado 17 de enero comenzó la etapa marítima de la LI Expedición Científica Antártica, organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH), que este año incluirá la reapertura de la base “Yelcho” y la utilización como plataformas de dos naves de la Armada de Chile: el rompehielos “Almirante Óscar Viel” y el buque “Aquiles”.

En total, serán 25 proyectos y 55 investigadores los que navegarán las aguas polares para conocer el estado del ecosistema marino antártico y estudiar más en detalle la forma en que los organismos marinos se han adaptado a este ambiente extremo. También se realizarán mediciones para precisar la evolución geológica de la península Antártica y las islas Shetland del Sur.

Desde el 17 de enero, un primer grupo de 15 investigadores, que ejecutarán 5 proyectos, viaja a bordo del rompehielos Viel al sector de bahía Margarita, en un viaje cercano a las 4 mil millas. Ellos han debido soportar temperaturas bajo cero y constantes ventiscas de nieve. El Dr. Andrés Mansilla (Universidad de Magallanes) estudia desde hace dos temporadas las especies de algas café de Magallanes y la Antártica, con el fin de conocer su fisiología, ecología y su evolución en estos ambientes polares en tiempos de variaciones climáticas. Corresponde a uno de los estudios pioneros en abordar la flora marina de altas latitudes (68 grados de latitud Sur) y sus diferencias y similitudes con la flora marina subantártica y circumpolar. Las macroalgas, que en la región subantártica de Magallanes están presentes en la zona intermareal, más allá del círculo polar han sido colectadas sumergidas hasta los 15 metros de profundidad, seguramente debido a las grandes irradianzas, tanto directa como difusa producto de la abundante nubosidad y superficies marinas y terrestres cubiertas de hielo, y a las 24 horas de luz existentes en estas latitudes. Otros hallazgos importantes dan cuenta de posibles nuevas especies no referidas anteriormente para el continente antártico, muestras que deben ser sometidas a análisis moleculares para confirmar su identidad.

En tanto, investigadores de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, Universidad de Chile y Universidad de Concepción, se encuentran acampando en la isla Lagotellerie, donde desarrollan investigaciones sobre líquenes, hongos, levaduras y plantas vasculares.

Las doctoras Patricia Sáez y Carolina Sanhueza, de la Universidad de Concepción, destacan que los trabajos realizados en esta isla contribuyen a esclarecer las bases biológicas de la expansión de las poblaciones vegetales en el actual escenario de cambio climático en la Antártica. Los factores limitantes para el desarrollo de las plantas en la Antártica (baja temperatura estival, estación de crecimiento corta, baja disponibilidad de agua y suelo), están siendo dramáticamente modificados por el acelerado calentamiento regional (la temperatura promedio del aire ha incrementado en 2,6 ºC en los últimos 50 años). Este cambio ambiental se ha correlacionado con un aumento significativo del tamaño de las plantas, cobertura y tamaño de las poblaciones de Deschampsia antarctica yColobanthus quitensis, las únicas plantas vasculares nativas del Continente Helado. Durante el campamento, las investigadoras realizaron mediciones de intercambio de gases y fluorescencia in situ, evaluación de ensayos instalados durante la expedición del año pasado (ECA 50) y colecta de muestras para su posterior análisis en laboratorio.

Por su parte, el biólogo Reinaldo Vargas y el licenciado Cristian Michea, de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, trabajan en diferentes aspectos relacionados con la evolución de sistemas simbióticos en hongos liquenizados. Para esta actividad, la estadía en la isla Lagotelerie permitió el establecimiento de uno de los puntos más australes en un gradiente latitudinal que parte en la XI Región de Chile y se continúa hasta casi los 80° S, en la Antártica continental. Durante el campamento los investigadores realizaron colectas de diferentes representantes del género Caloplaca y sus segregados, tanto para determinar las especies presentes y comparar poblaciones a lo largo del gradiente latitudinal, como en un gradiente altitudinal en la isla. Estos materiales serán analizados morfométricamente para establecer caracteres funcionales, junto con análisis genéticos en los componentes fúngicos y algales de los diferentes talos, bajo un esquema filogenético que permita la determinación de variaciones filogeográficas.

Los estudiantes de doctorado Pablo Villarreal y Mario Carrasco, de la Universidad de Chile, trabajan con la biodiversidad de levaduras aisladas desde el territorio antártico y sus posibles aplicaciones biotecnológicas en variados sectores industriales.

El Dr. Rómulo Oses y Cristián Fardella (Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, Ceaza) está evaluando el efecto de los hongos endófitos sobre el desempeño ecofisiológico del pasto y del clavelito antárticos según la disponibilidad actual 
de agua y en una situación de cambio climático global simulado. Los resultados iniciales de esta investigación financiada por el INACH han mostrado que los hongos endófitos tienen un efecto positivo sobre las plantas en las condiciones actuales, pero este efecto disminuiría o sería menos significativo al aumentar la disponibilidad de agua en un escenario de cambio climático global. En el segundo año de proyecto, su trabajo en Lagotellerie comprendió el muestreo de individuos de pasto antártico (Deschampsia antarctica), como parte de un muestreo en un gradiente latitudinal de la distribución de esta planta. Con estas muestras se realizarán diversos análisis para estimar el porcentaje de infección de hongos endófitos que posee la planta en su ambiente natural, tanto en raíz como en hoja. 

Además, se realizarán aislamientos e identificaciones moleculares de estos hongos endófitos. Finalmente, se evaluará cuán fundamentales son estos hongos endófitos para la planta y su adaptación a climas tan adversos como los que se encuentran en la Antártica, en ambientes simulados y en campo. 

Esta información pretende ser la base para futuras aplicaciones en la adaptación de las prácticas agrícolas en ambientes estresantes, entre otras.




La opinión común de los investigadores destaca el relevante respaldo del INACH para fortalecer la investigación subantártica y antártica realizada en Chile y prueba de ello es la presencia del Dr. Edgardo Vega, subdirector nacional de INACH, así como el vital apoyo de la tripulación del rompehielos “Óscar Viel”, que está siendo fundamental para el logro de estos resultados, ya sea con el logístico de helicópteros, buzos para supervisar las investigaciones submarinas y meteorólogos que entregan información oportuna sobre el cambiante clima polar.

El comandante del Viel, Capitán de Navío Juan Brander, indicó que el apoyo a las tareas científicas desarrolladas en el área de la bahía Margarita representa una de las actividades más importantes de la Segunda Comisión del período 2014-2015. El rompehielos Viel es la única unidad en el país que posee las capacidades necesarias para acceder a estas latitudes, más al sur del círculo polar antártico, en condiciones de hielo.


Reapertura de la base Yelcho y cooperación internacional

Los científicos se han trasladado a las diferentes bases que Chile tiene en este sector de la Antártica, como las bases Escudero, Risopatrón, Dr. Guillermo Mann, O’Higgins y Prat, además de las bases Arctowski, de Polonia, y Gabriel de Castilla, de España. La novedad en este sentido es la reapertura de la base Yelcho (64.9° Latitud Sur y 63.6° Longitud Oeste), que se ubica en la isla Doumer, a la entrada suroriental de la bahía del Sur (o bahía South).

Entre los años setenta y noventa se realizaron diversos estudios relacionados con el ecosistema marino de esta bahía, para los que fue fundamental el apoyo de la base “Yelcho”. En esta bahía está ubicada la Zona Antártica Especialmente Protegida N° 146, con abundante y diversa fauna marina. Esta base tiene una capacidad total de 13 personas y con una infraestructura de laboratorio seco multiuso de 33 m2. También
 se dispone de un laboratorio húmedo y estanques para almacenar muestras marinas vivas, con sistema de recirculación de agua de mar.

La solidez del programa científico que Chile tiene en temas polares, sumada a la amplia plataforma logística de que dispone el país no solo en la Antártica sino también en Punta Arenas, hacen del programa nacional un atractivo socio con el cual desarrollar proyectos de cooperación internacional. En esta temporada, Chile realizará iniciativas en conjunto con Brasil, China, Inglaterra, Portugal, Holanda, Estados Unidos y Corea del Sur. Además, se apoyará logísticamente a Brasil, Ecuador, España, Bulgaria, Alemania, Perú y Portugal.


Viaje al paraíso

Desde el 21 de enero hasta el 6 de febrero, en el buque AP 41 “Aquiles”, un segundo grupo de investigadores trabaja en el área de las islas Shetland del Sur y en el sector norte de la península Antártica, hasta bahía Paraíso. En este buque irán 40 investigadores a cargo de 20 proyectos.

La ecóloga Tamara Contador (Univ. de Magallanes) está siguiendo la historia de vida de Parochlus steinenii, insecto que posee alas y vive desde Bariloche hasta las islas Shetland del Sur. También conocido como mosca antártica, es el único insecto alado nativo que habita en el Continente Blanco. Contador desea, primero, describir su historia de vida, pues se sabe muy poco de este minúsculo animal (mide 5 milímetros), y, segundo, estudiar su tolerancia térmica, porque “nos interesa como especie indicadora ante posibles escenarios de cambio climático y sus efectos en ecosistemas de agua dulce antárticos y subantárticos de Sudamérica”. Este proyecto tiene financiamiento de Fondecyt y del INACH.

Otra investigación de particular interés es la de Patricio Muñoz (Fundación Biociencia), quien está recolectando muestras de microorganismos extremos en diversos puntos de la Antártica, desde el interior del continente (glaciar Unión) hasta el sector noroeste de la península Antártica, buscando algunos con potenciales usos en las industrias farmacéutica, textil y alimentaria.

Fuentes: INACH y Armada de Chile.

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