jueves, 23 de febrero de 2012

Noticias sobre el conflicto de Aysén



Entrevista al vocero del Movimiento Social por Aysén, Iván Fuentes.



Coyhaique-. Como parte de las movilizaciones del paro indefinido convocado por los funcionarios públicos de la región de Aysén, un centenar de manifestantes marchó por las calles céntricas de la capital regional en apoyo a las demandas ciudadanas y sociales planteadas al gobierno.

Como muestra del descontento por la actual situación que se vive en la región, los manifestantes se tomaron las dependencias de la Primera Comisaría de Carabineros de Coyhaique y solicitaron el cese de la represión que ha afectado principalmente a los ciudadanos movilizados de Puerto Aysén.

En virtud de los violentos enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros que ha derivado en fuerte represión policial en contra de pescadores artesanales, colectiveros, camioneros y ciudadanos en general, el presidente regional de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Julio López, manifestó que “cuando esa gente está siendo maltratada nosotros no nos vamos a quedar detrás del escritorio asumiendo y avalando que otros funcionarios públicos golpeen a nuestros hermanos, a la gente a la que nosotros servimos”.

El líder sindical afirmó que, como trabajadores del sector público, buscan “demostrar que con convicción y sin violencia se puede interpelar a la autoridad. Estamos en democracia, muchos pueden tener dudas, pero en esa democracia el pueblo es el que manda. Cuando el pueblo manda, la autoridad debe acatar, responder, dar explicaciones y dar la cara”.

Durante la ocupación que los manifestantes hicieron al interior del cuartel policial, lograron entrevistarse con el coronel Daniel Zaninovic y exigieron el inicio de “sumarios contra los oficiales que han estado a cargo de los operativos en los que ha salido gente lastimada”, según indicó López.

“Ante cada hecho de represión vamos a volver a estar acá”, alentó el dirigente, quien agregó que si la policía uniformada sigue “reprimiendo a la gente es porque no entienden con palabras y hago responsable al ministro Hinzpeter y a la Intendenta Pilar Cuevas”.

Luego de conversar con el coronel de Carabineros se acordó una reunión entre los dirigentes y un oficial de Derechos Humanos para el próximo lunes.

Emplazan a Intendenta

Posteriormente, la marcha prosiguió hasta el frontis de la Intendencia Regional, donde pidieron la renuncia de la Intendenta Cuevas.

“Estamos reclamando demandas justas, estamos reclamando demandas históricas y lo único que hemos recibido es aviones llenos de carabineros. Esa no es la forma de dialogar. El gobierno ha hablado de dialogar. Nosotros nunca nos hemos negado a eso, hace como tres semanas le dijimos al gobierno lo que se podía venir en la región y no nos escucharon, no reaccionaron. Esta es una demandas transversal, tiene que ver con todos nosotros los que vivimos en toda la región”, aseguró el dirigente de los funcionarios municipales Alejandro Huala.

“Queremos ser igual que el resto de Chile, queremos tener conectividad, tener un trato igual que el resto de Chile y nos responden con represión, bombazos, apaleos, detenidos, con gente herida. Un vecino nuestro ha quedado ciego”, apuntó respecto de la situación vivida por Teófilo Haro, quien permanece internado en el Hospital del Salvador en Santiago “estable, con pronóstico reservado y observación permanente”, según el parte médico evacuado por el establecimiento.

El Divisadero


Dirigentes del Movimiento Social denuncian que Carabineros impide destrabar conflicto


Iván Fuentes asegura que desde la noche del martes la policía uniformada está en constante enfrentamiento con quienes mantenían las barricadas que impedían el tránsito del transporte mayor, pero permitían el paso de vehículos menores y la población.

Puerto Aysén-. “Los Carabineros están bloqueando el puente, porque la barricada que había en la entrada la sacamos. Carabineros está con todo su equipo de trabajo al medio del puente y a nosotros no nos da seguridad de decirle a la gente que pase, por tanto hemos tenido que decirle a la gente que va a tener que correr el riesgo sola porque eso no nos da seguridad”.

Con estas palabras el principal vocero del Movimiento Social por la Región de Aysén, Iván Fuentes, se refirió a cómo se ha complicado la conexión de la ruta Puerto Chacabuco-Puerto Aysén, que desde la noche del martes, luego que la policía intentara incursionar en el lugar, permanece íntegramente bloqueada.

“Con todo lo que pasó, con todos los balinazos, la gente no se va a salir de acá para ceder el paso como lo hemos hecho durante todos estos días, la gente pasaba libremente, los de ribera Sur con Ribera Norte, por lo cual deberían salir de ahí (la policía) y ganarse donde quieran” puntualizó. Agregó que “tenemos hartos heridos, y ellos (Carabineros) están usando balines y no perdigones de goma”.

En este sentido llamó a la autoridad a que dé garantías a los observadores de derechos humanos para monitorear la situación de los heridos en los recintos asistenciales (serían 10), aún no informándose el número de detenidos, entre ellos los hijos de Misael Ruiz e Iván Fuentes.

“Lo mínimo que podemos saber es cómo está nuestra gente, cómo están los heridos y los detenidos. La Comisión de Derechos Humanos es una organización autorizada y reconocida mundialmente y cómo no le van a querer dar la información” puntualizó.

Propuesta sobre combustibles

En las últimas horas ha trascendido por la prensa una propuesta que el gobierno haría al movimiento, la cual se espera con cautela. “Nosotros tenemos nuestras propias propuestas, nuestras propias demandas, nuestros propios apremios, tenemos un costo diferente a todas las otras regiones, así es que tenemos nuestras propias demandas, ellos no pueden venir a imponernos cualquier cosa” indicó.

Sobre la relación de las propuestas con el bloqueo del puente por parte de Carabineros, agregó que “nosotros queremos hacer la propuesta pero como estamos unos a este lado y otros del otro no se puede, por eso Carabineros debiera bajar sus efectivos”.

Subsecretario Galilea

“Lo que hizo el subsecretario Galilea y la gente de la Subsecretaría de Pesca acá es una muy fea señal con respecto a la muy buena voluntad que demostró el Presidente de la República” acusó Fuentes. Agregó que “si el Presidente manifiesta una buena voluntad, que nosotros la valoramos y públicamente dijimos también que llegamos a acuerdo con el ministro Mañalich, y acá Braulio Cubillos (director regional de Sernapesca) y Pablo Galilea señalan tener reuniones aparte, en circunstancias que hay una mesa de trabajo reconocida, en un sentido de unidad regional, ¿qué andan investigando a quién representa la mesa? Están los distintos puntos de la región tomados y todavía no saben que esto es un movimiento regional”.

En este sentido puntualizó que obviamente dentro de las demandas están las aspiraciones de los pescadores artesanales, y “si no lo hemos tocado es precisamente porque el gobierno decía que éste era un movimiento de los puros pescadores y por tanto lo dejamos un poco más abajo, pero la pesca artesanal se va a tocar sí o sí. Queremos botar nuestros botes y eso depende de arreglar las cosas de fondo como dijimos”.

El Divisadero

Manifestantes se enfrentaron a Carabineros en puente que une a Aysén



ntegrantes del movimiento señalan que la fuerza pública ha actuado con represión. Ayseninos no pudieron utilizar el acceso a la zona.


Intendenta de la región de Aysén llamó a la calma a los manifestantes




Pilar Cuevas, enfatizó en que ya se están realizando mesas de diálogo, por lo que aseguró que "no se justifica la violencia".


Alcalde: “Gobierno debe modificar su discurso y empatizar con las demandas de la gente de Aysén”

Coyhaique-. “El movimiento social que se ha generado en las últimas semanas en la región, tiene ciertas demandas que son transversales en la comunidad, especialmente aquellos enfocados a disminuir los costos de vida en la región (partiendo por los combustibles), mejorar la conectividad, mejorar la oferta educativa y de salud, entre otras, son requerimientos que interpretan a la gran mayoría de aiseninos”, señaló el alcalde de Coyhaique Omar Muñoz Sierra.

Indicó el edil q ue los requerimientos trasversalmente acogidos por la inmensa mayoría de la comunidad regional, son antiguos anhelos que el Estado no ha resuelto y por ende, existe un fuerte sentimiento de abandono. “En efecto, son demandas que los gobiernos no han atendido, pese a que se han hecho muchas mesas de trabajo, se han firmado muchos acuerdos y protocolos, se han establecido muchos compromisos que luego no se cumplen. Lagos ofreció un gaseoducto que estaría en 6 meses, nunca llegó; Michelle Bachelet ofreció nivelar asignación de zona a funcionarios públicos y no cumplió. Esto ha generado una gran desconfianza de las organizaciones sociales y de la comunidad, con las autoridades políticas de todo nivel”, consignó el alcalde.

Añadió Omar Muñoz que se pueden destacar diversos avances de este Gobierno, en materia de infraestructura e inversión pública realizada a la fecha, evidentes y notorios en toda la región, así como las inversiones contempladas en el Plan Aysén. “Pero existe una sensación de que hay un desarrollo que no está alcanzando una dimensión más humana, es decir los beneficios no llegan a las personas. Los indicadores de crecimiento económicos que nos sitúan como región, en los primeros lugares a nivel nacional, tales como Inacer y las bajas tasas de desocupación, entre otros, lisa y llanamente no llegan a las personas ni los perciben las familias”, sentenció al alcalde de Coyhaique.

Precisó que esta realidad se explica porque los costos de vida en la región son mayores en un 30% al de cualquier otra parte del país. Reconoció que Coyhaique es la ciudad de Chile más cara para vivir, una de las 3 que registran los más altos costos en los servicios básicos como agua potable, electricidad y gas.

“A ello se debe sumar los altos costos de los combustibles y de la leña, el aislamiento y la poca oferta educativa de nivel superior y las deficiencias que aún presentan las prestaciones de salud. Por eso no extraña que, pese a todas estas cifras millonarias, la gente no deja de sentirse en una situación de abandono. En el fondo, el sustento social de este movimiento en Aysén, radica en los altos costos de vida que tiene la región y sus condiciones de aislamiento y falta de cobertura educacional y de salud”, aseveró.

El jefe comunal expresó que por todo lo anterior, el actual Gobierno debe entender que este movimiento tiene efectivamente un sustento social, y por ende el Ejecutivo debe percibirlo como una oportunidad y no en un problema político como al parecer hoy día se está vislumbrando; ello basado en que en las protestas más extremas, siempre se ven lideradas por gente ligada efectivamente a ciertos sectores políticos que también pretenden obtener provecho.

“En definitiva, el Gobierno debe modificar su discurso, empatizar con las necesidades y los requerimientos de la gente de Aysén y transformar este conflicto en una oportunidad, para ser el responsable de avanzar en resolver las demandas históricas de la Región de Aysén.

El Divisadero


Los testimonios que revelan la violencia policial en Aysén


"El Gobierno sigue apagando el fuego con bencina"

Durante los últimos días, cerca de 600 manifestantes se han tomado el Puente Presidente Ibáñez. Los enfrentamientos entre la policía y el movimiento han derivado en numerosos detenidos y heridos por balines. Un grupo de observadores de DD.HH. recorrió la zona y elaboró un pre informe que recoge crudos relatos. Esto es lo que encontraron.

Aunque durante la tarde del día martes algunos medios auguraron calma para el resto del día, en la práctica los observadores de Derechos Humanos de Coyhaique se toparon con una realidad muy diferente. Entrada la noche, encabezados por el coordinador del grupo, Rodrigo Triviño, asistieron a los primeros llamados por manifestaciones en Coyhaique. Ante esto, los fiscalizadores se distribuyeron estratégicamente en diferentes puntos: el hospital de la ciudad, la comisaría y las barricadas.

Pocas horas antes, Triviño y su comisión se habían reunido en el edificio de la organización Servicio, Paz y Justicia (Serpaj) —que junto a la Comisión Chilena de Derechos Humanos y el Obispado de Aysén componen la comitiva fiscalizadora— con Daniel Soto, el delegado de Carabineros para enfrentar el tema. Durante la conversación, los observadores plantearon el temor de la gente ante la presencia de Fuerzas Especiales y se acordó el nombramiento de un interlocutor para las partes, el capellán de la ciudad. “Le pedimos que hiciera un protocolo en el cual pudiéramos tener mayor facilidad para hacer nuestro trabajo. Y nos quedamos tranquilos”, señala Triviño.

Sin embargo, horas después, los observadores llegaron hasta la comisaría de Coyhaique donde los oficiales desconocieron totalmente el acuerdo y sus facultades, según explica Triviño. En el intertanto, las radios regionales hablaban de serios enfrentamientos en Puerto Aysén, donde el puente se había convertido en una batalla campal y se denunciaba que Carabineros había ingresado a los pasajes de las casas con lacrimógenas y lanzando balines. “Era tal la gravedad del asunto que llamamos a varios parlamentarios de la región, pero todos estaban durmiendo”, cuenta Triviño.

En el intertanto, la situación era transmitida radialmente a toda la región. A 30 kilómetros de distancia, en Puerto Chacabuco, donde existe una gran adhesión al movimiento, varios ciudadanos consideraron incluso movilizarse hasta Puerto Aysén para sumarse a las manifestaciones. Guido Jaramillo, concejal de Aysén y residente en Chacabuco, respecto del enfrentamiento cuenta: “los carabineros estaban locos, fuera de sí, disparaban a diestra y siniestra. Los gases que están usando son realmente fuertes. Más encima había poco viento y el gas se quedaba ahí. Aquí lejos de buscar una salida, lo que se está haciendo es reprimir”. A raíz de los ataques, el concejal presentó un recurso para que Carabineros transparente el tipo de armamento que está usando y la cantidad de efectivos desplegados.

Ante la emergencia en Puerto Aysén, el grupo de observadores de derechos humanos debió emprender el viaje a lo largo de los 65 kilómetros que separan Coyhaique y el punto de conflicto. Eran casi las 01:00 am.

“Cuando llegamos nos encontramos con una ciudad sitiada, enfrentamientos graves, bombas molotov, zorrillos, lacrimógenas”, describe Triviño. El puente Presidente Ibáñez, el punto más conflictivo donde estas semanas se han enfrentado los pobladores y Carabineros, estaba tomado en un extremo por los manifestantes y en el otro por Fuerzas Especiales. “No nos reconocían como elementos válidos para ejercer nuestros derechos para que se cumpliera la ley”, explica el observador de DD.HH. quien además agrega, que los oficiales les hicieron frente con un lenguaje grosero y afirmando que no conocían a Daniel Soto, ni las medidas acordadas con él. Una vez más, llegaron a presentarse a la Comisaría de la ciudad donde Triviño asegura que nadie los quiso recibir.



Finalmente, lograron que permitieran a dos de los fiscalizadores cruzar el puente para ingresar a la otra mitad de la ciudad, hacia el hospital de Aysén, confinado en la rivera norte. En el intertanto, la lucha se mantuvo hasta el amanecer. Durante ésta resultaron heridos y detenidos varios manifestantes, entre ellos los hijos de los dirigentes del movimiento, Misael Ruiz e Iván Fuentes.

En el intertanto, en la zona sur, la Cruz Roja se encontraba asentada en una junta de vecinos y recibía a los heridos que no podían cruzar el puente. Guido Jaramillo, asegura además que: “mucha gente no va a los hospitales para constatar lesiones, porque cuando llegan Carabineros los detiene ahí mismo. Muchos de los que están detenidos fueron tomados en el hospital. La gente no concurre porque tiene miedo, prefiere quedarse así, irse a la casa”.

Entrada la mañana, el grupo de observadores de DD.HH. debió regresar a Coyhaique para continuar con su agenda programada. El objetivo de su labor consiste en recopilar testimonios, revisar la información para ver si conduce a una posible denuncia, comunicar lo que está pasando al resto del país y finalmente confeccionar un informe para el Instituto Nacional de Derechos Humanos. Actualmente, están trabajando también en conjunto con el grupo de observadores que viajó desde Santiago a la región de Aysén. Esto, a raíz del caso de Teófilo Haros, el hombre de 49 años que fue herido en el rostro por un carabinero, quien le disparó a quemarropa el día viernes, durante una de las jornadas de protesta.

Los observadores elaboraron un preinforme que detalla varias situaciones como ésta: “NN no pudo correr cuando vio que un piquete venía hacia él, ya que andaba con botas de goma (venía de su trabajo en el campo). Era como la medianoche cuando lo detienen entre unos 12 carabineros, lo golpearon en el piso, quedándole mucho dolor en el costado izquierdo de la espalda, y en el bus una carabinera le golpeó la cara. Tiene un visible hematoma en el ojo izquierdo y roto el labio superior, en la cara interna, al centro”. (Ver informe completo).


LAS BARRICADAS Y OTRAS MANIFESTACIONES
Rodrigo Triviño explica que uno de los motivos del exceso de violencia que se ha generado en los enfrentamientos, tiene que ver con el envío a la zona de Fuerzas Especiales provenientes de otras regiones. “Acá hay una cultura diferente de protesta, hay carabineros que cuando marchan van detrás de la columna y no pasa nada, porque se conocen con la gente. El tema es de las FF.EE. que traen de afuera, de Concepción, Puerto Montt. No pueden hacer un uso tan desproporcionado de la fuerza. Los niveles de violencia son muy grandes y frente a eso los manifestantes se revelan”, explica.

Elías Muñoz es el jefe de prensa y corresponsal en Coyhaique de la radio Santa María, uno de los medios regionales que ha estado transmitiendo los hechos las 24 horas. “Nacido y criado” en el lugar, explica que nunca había visto una situación similar: “Las calles ardiendo. Esto nunca se había visto. Yo creo que no va a terminar muy bien, la gente está perdiendo la paciencia. En las poblaciones va a haber un estallido mayor”.

Muñoz cuenta que en la ciudad arden cerca de 30 barricadas, a veces tres o cuatro en una misma cuadra. Se queman vehículos viejos y chatarras, y muchas mujeres obreras y jóvenes se encargan de mantener el fuego en pie.

En Puerto Aysén, las ollas comunes ya han salido a tomarse las calles y los camioneros mantienen cortadas las rutas Balmaceda y el paso internacional de Coyhaique alto hacia Argentina mientras esperan la llegada a la zona de Juan Araya, presidente de la Confederación de Dueños de Camiones. Las banderas negras se han tomado los barrios.



“Hay desabastecimiento de combustible y de alimentos de primera necesidad. Se han quebrado vidrios, semáforos. Se saqueó una distribuidora y hoy corría la voz de que se iba a saquear el Unimarc de Coyhaique, por eso en los estacionamientos había un piquete importante de Carabineros”, relata Muñoz.

La situación es tal que el día miércoles un grupo de alrededor de cuarenta funcionaros públicos ingresaron a la Comisaría de Coyhaique y se tomaron sus dependencias para exigir el fin de la represión policial.

“En vez de amainar el conflicto, esto se ha endurecido. Se descongestionó brevemente tras la visita de Mañalich, pero hoy la gente exige la presencia del ministro de Hacienda para amarrar otros temas fundamentales”, cuenta el reportero de radio Santa María.

LA VIOLENCIA CON LOS COLECTIVEROS
Según los líderes de la región, uno de los episodios más violentos que se ha producido fue el protagonizado el día lunes por Carabineros y los colectiveros asentados en un cruce, en el sector de el Claro, cerca de Seis Lagunas.

Hasta aquel punto llegaron dos camiones de combustibles escoltados por un grupo policial. “Irrumpieron en el sitio donde nosotros estábamos prácticamente sin conversar. Se bajó un oficial, le explicamos que se estaba produciendo un movimiento, pero se negó y dijo que había que despejar”, cuenta Luis Oyarzún, vocero de los colectiveros de Coyhaique, quien además explica que antes de que pudieran replicar, se vieron rápidamente envueltos en bombas lacrimógenas y balines de goma.



Los enfrentamientos duraron casi 25 minutos durante los cuales el colectivo de uno de los trabajadores quedó atrapado en medio de la lucha. Ante eso, los manifestantes no pudieron más que retroceder ante el ataque. Posteriormente los manifestantes se dispersaron y los camiones siguieron su curso hasta la ciudad donde los pobladores, que ya conocían lo ocurrido por medio de la prensa, se tomaron una bomba bencinera en señal de protesta. Del enfrentamiento resultaron siete heridos por balines.

Actualmente, los colectiveros mantienen dos barricadas en Coyhaique. “Estamos día y noche. Nuestras familias nos están apoyando, pendientes de lo que pasa. La misma gente que transita por acá nos trae comida. Bebidas, pan, todo lo que primeras necesidades”, explica Oyarzún. De noche y para palear las bajas temperaturas, los trabajadores avivan el fuego, “ese es nuestro sistema de calefacción”, añade el dirigente.

El Mostrador consultó a Carabineros sobre este tema, sin embargo no hubo respuesta.

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