domingo, 2 de mayo de 2010

Científicos descubrieron uranio en trozo de hielo del territorio antártico

Santiago de Chile, 2 may (EFE).- Un grupo de científicos descubrió la presencia de uranio en un trozo de hielo extraído desde una profundidad de 133 metros en la llamada meseta Detroit en el territorio antártico, informa hoy la página digital del diario El Mercurio.


La presencia de estos restos de uranio coincidirían con el aumento en la producción de este mineral ocurrido en 1995 en Australia, y se presume que la propia circulación atmosférica transportó estas partículas.


Los estudios corresponden al proyecto CASA (Clima de Antártica y Sudamérica) que realizan los investigadores del Instituto de Cambio Climático de la Universidad de Maine, en los EE.UU., el Instituto Antártico Chileno (INACh) y la Universidad Rio Grande do Sul, de Brasil.


"La presencia de trazas de uranio que se precipitaron sobre el continente antártico en 1995 es uno de los secretos develados por un trozo de hielo en forma cilíndrica que fue extraído desde una profundidad de 133 metros", precisó la nota científica.


Según El Mercurio, la investigación comenzó en noviembre de 2007, cuando extrajeron un testigo de hielo en la meseta Detroit, al norte de la península antártica y a 1.930 metros de altura sobre el nivel del mar.


Para el geofísico y glaciólogo del INACh, Ricardo Jaña, un testigo de hielo constituye un muy buen registro del pasado climático de la zona, que está expuesta a los procesos de cambio climático que vive el planeta.


A comienzos de 2009 investigadores de la Universidad de Washington informaron que la temperatura de la Antártida aumentó 0,5 grados entre 1957 y 2006.


Asimismo, desde la llamada revolución industrial el promedio global de aumento de la temperatura en la Tierra ha sido de 0,6 grados.


Según Jaña, la evidencia científica que proporcionan los testigos de hielo "es contundente" y resulta informativa en cuanto a una serie de fenómenos relacionadas con la dinámica del clima.
Aseguró que el registro ambiental contenido en los testigos de hielo (trozos) cubre años del pasado que no están registrados en las lecturas instrumentales de observatorios que han sido instalados en diversas partes del mundo.


"En la Antártica los datos más antiguos climáticos son de 60 años atrás, cuando se instalaron las primeras bases", recalcó.


Explicó que el análisis de estas muestras involucró un trabajo lento y de largo aliento y que expertos de glacioquímica del Instituto de Cambio Climático de la Universidad de Maine han "desmenuzado" las partes por millón, por billón y ahora por cuatrillón de elementos trazas.
"Haciendo un número grande de mediciones en cantidades tan pequeñas se logró detectar la presencia de trazas de uranio que de acuerdo con el nivel en que se encuentra coincide con un año cuando en Australia aumentó la producción de uranio", detalló el investigador chileno.


La hipótesis plantea que el material particulado generado por esta actividad minera fue arrastrado por el viento y siguió la trayectoria de la circulación atmosférica similar al sentido de las manecillas del reloj hasta llegar y precipitarse en la zona de la meseta Detroit.


El científico concluyó "que la Antártida es hoy una fuente inagotable de mucha información aún por descubrir".

No hay comentarios: