lunes, 26 de febrero de 2018

ANTÁRTICA: El continente blanco, sacrificio y compromiso argentino



Si hablamos de Antártida, la primera idea que se nos viene a la cabeza es la de un territorio blanco, lejano y desconocido. La etimología de la palabra Antártida se remonta a los griegos, y obviamente es anterior a cualquier descubrimiento, ocupación y soberanía.
Ellos suponían la existencia de una tierra austral en contraposición a las tierras del norte o Ártikos, cuyo significado deriva del vocablo Arktos -en griego Osa-, en mención a la constelación boreal de la Osa Menor, en la que se encuentra la estrella polar.
Por esta razón, le dieron el nombre de Antártikos. Pero del concepto pensado por los griegos a las primeras exploraciones conocidas pasaron siglos de historia.
Navegantes de distintos países incursionaron en las adyacencias de la Antártida, entre los que destacamos presencia española, inglesa, norteamericana, rusa y de Argentina. Las primeras expediciones en regiones cerca de la Antártida fueron una proeza de la armada española.
En 1773, el marino inglés James Cook desembarcó en las islas Georgias y Sandwich del Sur junto a sus aventureros hombres. Fueron los primeros en cruzar el círculo Polar y circunnavegar el mar Antártico.
En referencia a nuestro país se destaca que en 1815, cuando todavía la Argentina no existía como Estado y no era comparable con los navíos europeos, el Almirante Guillermo Brown navegó por aguas antárticas, hoy llamado mar de Weddell. Recién en 1820 el marino Nathaniel Palmer, junto a Brandsfield y Smith, avistaron por primera vez la península Antártica.
En el mismo año, el ruso Fabián Von Bellingshausen desembarcó en la isla Pedro I. Dos años más tarde, el escocés James Weddell descubrió las islas Orcadas y Shetland del Sur y, en 1823, se adelantó 214 millas más al sur de lo que había llegado el capitán Cook.
En el año 1899, nuestro país formó parte de la primera expedición internacional a la Antártida organizada por el VII Congreso Internacional de Geografía. En 1903, Suecia llevó a cabo una expedición, la cual resultó presa del hielo en la Isla Cerro Nevado. La Armada Argentina, con escasos recursos, decidió ofrecer su ayuda al gobierno Sueco.
El 8 de octubre de 1903 una muchedumbre se dio cita en el puerto de Buenos Aires para formar parte de la partida de un buque de la Armada Argentina con destino al continente antártico, se trataba de la corbeta A.R.A. "Uruguay". El presidente de la Nación, Julio A. Roca, subió a bordo para dar la despedida a la tripulación que resultaría actor de un hecho histórico de gran trascendencia. Al mando de la corbeta estaba al Almirante Julián Irizar.
Las FFAA del A.R.A Uruguay rescataron a la expedición científica sueca del Dr. Otto Nordenskjöld y a los náufragos del buque "Antartic". La maniobra representó la apertura de la actividad de la república Argentina en el continente blanco y en virtud de los peligros afrontados y del escaso conocimiento que se tenía de la austral región, fue considerada una hazaña por toda la comunidad internacional.
El 22 de febrero de 1904 y dando continuidad a la gesta realizada, el gobierno argentino se hizo cargo de la estación meteorológica situada en la isla Laurie, archipiélago Orcadas del Sud, que fuera operada hasta ese momento por miembros de la expedición escocesa de William Bruce.
Desde esta fecha la Argentina tomó posesión de la base antártica más antigua, desarrollando sus actividades de forma permanente y otorgando el mérito al Estado argentino de ser el primer país con presencia ininterrumpida en el continente antártico.
Esto significa soberanía argentina en la reserva más grande de agua dulce, una política de Estado que transcendió intereses partidarios, sacrificio y compromisos que durante más de un siglo forjaron y siguen haciendo historia. Son argentinos instalados y decididos a poblar el lugar más oculto de la tierra, con exiguas comodidades y en ambientes extremos. (www.REALPOLITIK.com.ar)

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