Se trata del equipo ganador del concurso “De la Secu a la Antártica”, convocado por la dirección general de Innovación y Fortalecimiento Académico de la Administración Federal de Servicios Educativos del DF, la deportista Karla Wheelock y Fundación Barrilito. Ellos son: Arturo Varrueta Acosta, José Salgado Hernández, Néstor Reyes Carbajal, Raúl Mendoza Reyes y Ana Laura López Carmona, encabezados por el docente Juan Carlos Román Hurtado, todos de la Escuela Secundaria Técnica 120, de la comunidad Parres.
A diferencia de otras expediciones, los niños acamparon sobre el gélido territorio. Cuentan que no sintieron mucho frío porque provienen de una región donde la temperatura promedio en verano alcanza los 8ºC y en invierno -6º; pero que era un poco diferente a lo que imaginaban. “Sabíamos que quedaba al fin del mundo, pero creíamos que habían muchos pingüinos, todo estaba cubierto de nieve y tenía mucho hielo”, expresaron.
La experiencia fue para todos significativa, ya que potenciaron dos aspectos importantes en sus vidas: las competencias personales y la conciencia medioambiental. En una sincera conversación confesaron que lograron fortalecer el trabajo en equipo, la organización, responsabilidad y generar estrategias; además del respeto por la naturaleza.
Uno de los episodios que más lo marcó fue haber encontrado una botella de plástico de Nueva Zelanda. “Me di cuenta que puedo tirar algo en México y es probable que llegue muy lejos. Por eso hay que respetar el entorno, no maltratarlo ni arrojar basura”, afirmó Raúl Mendoza. Su compañero, Néstor Reyes, agregó: “La gente no se da cuenta que con sus acciones puede perjudicar a los animales o destruir grandes cosas. Cuando me di cuenta de eso, se me hizo un nudo en la garganta”.
Líderes en su comunidad
La gestora de esta aventura fue su compatriota Karla Wheelock, una destacada alpinista que mientras retornaba de escalar el monte Vinson, el más alto del continente blanco, se encontró con el director de la Feria Antártica Escolar (Fae), Elías Barticevic, y la ayudó a materializar el sueño de incorporar el territorio Polar para crear conciencia en los jóvenes líderes de su país.
El proceso de selección fue similar al de la Fae. Los equipos debían aplicar proyectos de desarrollo ambiental sustentable dentro de sus comunidades y demostrar con testimonios el trabajo y logros alcanzados. Se presentaron 68 proyectos de los cuales clasificaron diez que viajaron al Nevado de Toluca para iniciar cercanía con la naturaleza. Luego de una evaluación integral, la mitad de ellos fueron derivados a centros de liderazgo y, finalmente, ganó la Escuela Secundaria 120.
El proyecto que les dio el triunfo se denomina “Sistema de captación pluvial”, una propuesta para resolver el problema de escasez de agua en la comunidad y su establecimiento educacional, que consiste en implementar un mecanismo para canalizar las aguas lluvia de una superficie a un recipiente donde poder almacenarla. Lleva 3 años en funcionamiento y ha permitido, entre otras cosas, entregar suministro al servicio higiénico.
La prensa austral
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