Mikel Zabalza, Juan Vallejo y Alberto Iñurrategi celebraron con esta autofoto el final de su travesía polar: 55 días y cerca de 3.400 kilómetros. BAT."Ya está, ya hemos acabado. Lo hemos conseguido". Eran cerca de las 15.00 horas en España -una hora menos en la Antártida- cuando, a través del teléfono satélite, Mikel Zabalza comunicaba con voz cansada pero alegre el exitoso final de la Transantartika Naturgas BBK. Una travesía que, durante 55 días y cerca de 3.400 kilómetros, ha protagonizado para cruzar de costa a costa la Antártida.
El pamplonés, junto al alavés Juan Vallejo y el guipuzcoano Alberto Iñurrategi (sus compañeros en esta aventura), engrosaron así la escasa nómina de apenas 8 personas que, hasta ayer, habían logrado una travesía semejante y en total autonomía por el continente helado, el más alto, frío, inhóspito, despoblado y ventoso del planeta.
El trío alcanzaba ayer Bahía Hércules -el punto tradicional de salida de las expediciones al Polo Sur desde la banquisa de Rhone (la parte que permanece helada del mar de Weddell)- después de una última jornada de apenas 69 kilómetros, distancia que tardaron 9 horas en completar. Fue mucho más complicada de lo que preveían los deportistas por el terreno, la falta de viento y el hielo puro que encontraron en algunas laderas, lo que les obligó a descender con crampones y colocando los trineos por delante para poder frenarlos.
"Ha sido duro desde el primer día hasta el último. Salvo el día en que llegamos al Polo Sur (29 de diciembre), el resto de los 3.400 kilómetros los hemos hecho en condiciones muy muyduras", aseguraba el vitoriano Juan Vallejo, quien protagonizó uno de los momentos más delicados de la travesía al estar a punto de ser arrastrado cuando su trineo cayó por una grieta de 30 metros de profundidad.
En las 55 jornadas que ha durado esta expedición -el grupo llevaba reservas de comida para 70-, han soportado temperaturas de hasta 45 grados bajo cero, tormentas huracanadas, pequeños problemas de congelaciones en los pies y 8 días en los que no pudieron avanzar ni un solo kilómetro. Eso sí, gracias a las cometas de tracción, también han sido capaces de superar catorce veces los 100 kilómetros de avance diarios, con un récord absoluto de 180 logrado el pasado 3 de enero.
El trío preveía alcanzar hoy, ya en avioneta, la base Union Glacierpara, en el primer vuelo que haya, trasladarse a Punta Arenas (Chile) y de allí regresar a España.
MIKEL ZABALZA AZCONA ALPINISTA E INTEGRANTE NAVARRO DE LA TRANSANTARTIKA NATURGAS BBK
"La sensación es de alivio, ha sido muy duro"
Satisfacción, alegría pero, sobre todo, una gran sensación de alivio. Ésas fueron las sensaciones que el alpinista pamplonés Mikel Zabalza, integrante de la Transtartika y deportista patrocinado por Diario de Navarra, notó al llegar al final de la travesía de 55 días que ha protagonizado junto con Juan Vallejo y Alberto Iñurrategi. "El punto final nos lo ha marcado el GPS y las coordenadas. Aquí no hay nada más que hielo, una enorme llanura de hielo. No sé. Ha sido un final un poco raro. Es un punto en medio de la nada. Esperábamos alguna marca, alguna señal...pero no hay nada. Bueno lo importante es que ya está, que mañana ya no vamos a tener que salir a andar ni a cometear más por el hielo... Esa es la sensación que tenemos ahora, una sensación de alivio porque esto ha sido muy muy duro", explicaba Zabalza, mientras esperaban a ser recogidos por una avioneta para ser trasladados a la base de Union Glacier.
¿Cómo se encuentran?
Bien, ahora muy bien. Contentos. La verdad es que estos últimos kilómetros nos han costado mucho más de lo que pensábamos. Había mucho hielo puro y hemos tenido que ir con mucho cuidado para no resbalar ni ser arrastrados por los trineos. Hemos acabado la travesía, ninguno tenemos problemas físicos -aunque las piernas ya no estaban para mucho más- y, además, los tres nos seguimos hablando a pesar de todo lo que hemos vivido... (ríe). De hecho, cuando lleguemos a casa, igual hasta quedamos en unas semanas para irnos a escalar los tres...
55 días, 3.400 kilómetros... se dice pronto.
Sí, la verdad. Pero ha sido una expedición muy dura. La imaginaba menos exigente, pero la irregularidad del terreno nos ha machado. Sabíamos que íbamos a pasar mucho frío, que iba a ser físicamente duro, pero ninguno pensábamos encontrarnos semejante terreno.Eso nos ha hecho perder mucho tiempo y el tener que renunciar a escalar como planeábamos.
¿Ha sufrido más que en una expedición a un ochomil del Himalaya?
Es diferente. Psicológicamente esto ha sido mucho más duro. En el Himalaya tienes días duros, de mucho cansancio, en los que asumes mucho riesgo... pero llegas al Base y desconectas. Aquí, el desgaste es día a día, es un martilleo constante y que no acaba. Además también ha habido muchos días que sentías que íbamos al límite, con vientos fuertes, mucha velocidad, terreno muy irregular... Y aquí cualquier incidente es un gran problema. Sé que para valorar esta experiencia en su justa medida voy a necesitar tiempo. Ha sido increíble, pero ahora no llego a hacerme bien a la idea.
Lo celebrarán...
Si digo la verdad, la mejor celebración que podemos tener ahora cualquiera de los tres es que nos saquen cuanto antes de aquí y llegar a casa con los nuestros. Eso sí, en Punta Arenas, también habrá un brindis con vino chileno.
Oficialdegui, a 1.100 kilómetros de finalizar
Ignacio Oficialdegui, deportista pamplonés que el pasado día 1 lograba pisar por segunda vez el Polo Sur geográfico, se encontraba ayer aún a unos 1.100 kilómetros de poder completar la travesía prevista por la expedición Acciona Windpowered Antartica.
Oficialdegui -junto con Ramón Larramendi, Juan Pablo Albar y Javier Selva- recorrieron a bordo de su catamarán polar ayer unos 314 kilómetros en una jornada. Sin embargo, ese avance llega después de unos días en los que el grupo tuvo que estar más tiempo del previsto en la base Amundsen-Scott (Polo Sur) debido a las malas condiciones de tiempo.
Ahora, y con buenas previsiones de viento para los próximos días aunque con un terreno complicado por las grietas, el grupo confía en poder completar los cerca de 3.400 kilómetros de travesía que, por una ruta similar a la del grupo de Mikel Zabalza -aunque saliendo ya desde el plateau (llanura) antártica y finalizando directamente en la base Union Glacier-, están realizando.
Esta expedición, que también porta todo el material necesario para sobrevivir y que no ha tenido apoyo exterior en el viaje, inició su marcha, tras construir in situ su vehículo, el pasado 11 de diciembre.
diariodenavarra