viernes, 4 de julio de 2008

TRABAJO EN EQUIPO: La gestión de equipos rompe el hielo

Cuatro profesionales de Coca-Cola cuentan qué les ha aportado su estancia en el continente helado. Formaban parte del proyecto Misión Antártica, una iniciativa que nace con el objetivo de conocer y comprender el reto medioambiental. Liderazgo, autoconocimiento y trabajo en equipo son algunos de los valores que trajeron en la mochila.


Montse Mateos / Madrid.

Pedro, Mónica, Marcos y Álvaro son algunos de los pocos privilegiados que han podido disfrutar en directo de la Antártida, un vasto continente helado de 13 millones de kilómetros cuadrados. Los cuatro, profesionales de Coca-Cola, han participado en la Expedición que lidera Robert Swan, explorador, ecologista y embajador de WWF Adena. Este británico fue la primera persona de la historia en recorrer los dos polos a pie; paso a paso comprobó el valor incalculable de este denso territorio helado para la preservación del ecosistema mundial y quiso inculcar este compromiso medioambiental al resto del mundo.


Junto a Coca-Cola puso en marcha el proyecto Misión Antártica, una iniciativa que nace con el objetivo de establecer una estación educativa en la Isla Rey Jorge, para conocer y comprender mejor el reto medioambiental lanzado por Swan. Potenciar el liderazgo, el autoconocimiento y el trabajo en equipo son algunos de los valores que se trajeron en la mochila Pedro, Mónica, Marcos y Álvaro después de vivir una experiencia irrepetible a bordo de un barco que cruzó la Antártida. Recomendación: abstenerse las personas con tendencia al mareo.


La experiencia

Pedro Fernández trabaja en investigación de mercados en Coca-Cola y fue uno de los primeros empleados de la compañía que se atrevió a pisar el hielo: estuvo 16 días en 2005. "A bordo del barco coincidimos 52 personas procedentes de 21 países. Con los europeos se tiene más afinidad pero es muy enriquecedor estar en ese entorno con un indio, un keniata o un australiano", explica Fernández.


A diferencia de Pedro, Álvaro Bernard, responsable de ventas y de márketing en Europa de la multinacional, sabía qué se iba a encontrar. Acaba de llegar de la expedición, 66 días en los que ha compartido la experiencia con 66 personas de 26 países. "Se trata de una sensación única que no sabría transmitir. La construcción de la base educativa con la que se inició este programa había finalizado. Ahora lo que había que hacer era ponerla en marcha. Trabajar codo con codo con personas que no conoces por un objetivo común es toda una experiencia de la que aprendes mucho".


En concreto, Bernard señala el liderazgo en situaciones extremas: "A veces la temperatura llegaba a bajar 20 grados centígrados de golpe o el viento era tal que te impedía salir al exterior, incluso subir a cubierta. Es entonces cuando se recurre al liderazgo sostenible. En nuestra visión se unía la parte teórica con la práctica para lograr un objetivo común". Mónica Brías, controller del presupuesto financiero de Coca-Cola, que permaneció dos semanas en el continente helado en 2005, coindice con Bernard: "Las actividades no se podían programar. Cada día había una tarea, y hacías el papel de líder o de colaborador. Al finalizar la actividad se forzaba un feedback en el que estaba presente Robert Swan y dos personas expertas en gestión de equipos".


Los valores

En cuanto a los valores, Brías señala la seguridad que transmitían tanto Robert Swan como su equipo. "Nos enfrentamos a dos situaciones de riesgo. La primera cuando se desprendieron dos placas de hielo y estuvimos a punto de quedar atrapados, y cuando encallamos contra el bajo de una isla. En este caso tuvimos suerte, bajó la marea y salimos. En ningún momento sentí miedo".


Por otra parte, Bernard hace referencia a la desconexión: "Te libera de todo y tienes tiempo para sentir el silencio". Reconoce que a la vuelta se percibe de otra manera el impacto del cambio climático y que él, personalmente, ha tratado de poner algo de su parte para reducirlo: "No viajo más de un vez por semana por el efecto de los vuelos y también porque he decidido preocuparme más por mi calidad de vida". De la misma manera Pedro explica que si bien a corto plazo no se nota el compromiso medioambiental a la vuelta, sí que se aprecia más tarde: "La separación de basuras, el ahorro de agua y cuestiones de este tipo se interiorizan e intento transmitirlas a mi familia. Por otro lado, también he aprendido a valorar la importancia del trabajo en equipo".


Marcos de la Torre, responsable de la marca en España, vivió en la Antártida durante dos semanas y media en 2007, el año del cambio climático. Recuerda de su viaje el nivel de compromiso de los participantes –60 personas de 20 países–, y trajo consigo en la mochila una forma diferente de actuar: "Antes estaba enfocado a resultados y no era muy partidario de la diversidad. Ahora he cambiado. y he aprendido que las posibles soluciones que aporta un equipo enriquecen el resultado".


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